Faltas de respeto
Ante el espectáculo que dio el devaluado Secretario de Educación ante el congreso caben muchas observaciones al respecto. En primer lugar la debilidad del gobierno priista ante el temor fundado que tenían de perder la elección y por ello de una forma extraña, autoritaria y monstruosamente lacónica anunció sin tener facultades para ello: la suspensión indefinida de la reforma. Un derrumbe que dejó al gobierno de EPN desnudo y en medio de la tormenta de la incógnita de las inminentes elecciones. Por un lado calmar a los rijosos maestros de la CNTE y por otro ganarse los votos de los maestros del país que junto con sus familias, suman alrededor de dos millones de votos. Tanta corrupción y evidencia nos muestra el trasfondo del poder sobre el que se basa una y otra vez el manejo de las elecciones, son mañas rufianescas para mantenerse en el poder.
Sin embargo, aparte de transas y más transas descaradas, en la defensa que el poco letrado secretario que no encontró más expresiones como la de “llueva o truene”, volvió a dar un peor espectáculo que lo pinta como lacayo y peón barato del presidente. Con un rostro desencajado y en extremo revelador nos salió con que no aplicar la reforma educativa era “faltarle al respeto al presidente”. Desafortunada expresión, asomo del subconsciente del barato funcionario federal. Con los ojos exorbitados desde el fondo de sus posturas políticas autoritarias, lacayunas y andrajosas nos presumió que la ley se hace y en consecuencia se aplica no por ella misma y efecto de las determinaciones legislativas, sino para no “faltarle al respeto” al amo y señor de los Pinos y del país.
Pobrísimo espectáculo dio el “experimentado funcionario” de la SEP. Y no es para menos ver el pobre papel de este dinosaurio de régimen. Nos traslada al autoritarismo a ultranza de los años clásicos del pri. Nos pareció volver a los tiempos de que el presidente era un dios, potentado o ser casi divino de los periodos más pútridos del priismo. Ni más ni menos un pobre genuflexo barato del presidente, esas son las entrañas del gabinete actual. Por cierto, que en aquellos ayeres la SEP tuvo rescatablemente personas aunque contagiadas por el misticismo priista, que algo o mucho hicieron por darle el barniz encubridor a la SEP, ello, con su prestigio de personas reconocidas en el ámbito de la educación y la cultura, como Torres Bodet , José Vasconcelos o Agustín Yáñez, pero en cambio con Chaufet, tenemos a un golpeador venido a menos, domado por la CNTE y eso sí, con el sentido a flor de piel de la lacayunería más cascarosa para con el devaluado presidente. El priismo en sus nuevos retoños trae el mismo gen autoritario y servil que nunca perderá.
Apareció Chaufet en todo su esplendor y así andan todos los demás secretarios, nulidades enteras, opacos y degradados funcionarios de pacotilla que no han aportado absolutamente nada. Rellenos de compromiso, a la manera de pago de cuotas de los grupos enquistados en el poder de siempre. La alta burocracia que es la misma desde hace décadas.
Miguel Ángel Hernández
Torreón Coah
