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Ya no tengo pilas

Sentirte fatigado todo el tiempo puede ser una señal de alerta para tu salud

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Diana González

Mucho se ha estudiado acerca de la fatiga, sin embargo, parece que hasta ahora no se le ha dado la misma importancia que al estrés, aseguró el médico Luis Araujo Longoria.

"Es posible que se deba a que el estrés ha motivado más interés social. En 1973, se consideró a la fatiga como una respuesta de estrés mantenida durante un período prolongado, sobre la que variables como la ansiedad y el sueño tienen una gran repercusión", dijo Araujo, quien ha ocupado varios puestos directivos en el sector salud y actualmente está al frente de la Dirección de Salud Municipal de Lerdo.

La fatiga, explicó, es un estado de agotamiento y pérdida de fuerza, afecta al organismo como un todo (en su aspecto físico y psíquico) es un signo de alarma o una indicación de la necesidad de descanso del cuerpo y supone una progresiva debilitación de la persona sometida a un esfuerzo intenso o prolongado

Otro término que se confunde, dijo el médico, es el cansancio que es una respuesta importante y normal tras un esfuerzo físico, tensión emocional, carencia de sueño, alimentación deficiente, estado de alerta prolongado y forzado o también una sensación subjetiva de falta de energía física, intelectual o de ambas.

En tanto que el estrés es una reacción agresiva de origen emocional, físico, social, económico que exige una respuesta o cambio por parte de la persona. Implica presión extremadamente intensa, estar siempre ocupado, no tener tiempo para descansar, apurado, molesto, inconforme y se acompaña de: cefalea, dolor en cuello y nuca, trastornos del sueño, de carácter, así como de alteraciones en la forma de alimentarse.

La angustia es un mecanismo de defensa, expone Araujo, y funciona como una señal de alarma que sirve para alertarnos de que algo no anda bien, es vivida como una inquietud extrema y un miedo irracional; es una sensación de malestar profundo y suele acompañarse de sudoración, temblor, nerviosismo, respiración acelerada así como palpitaciones entre otros síntomas.

El miedo y el nerviosismo son parte de la vida diaria como el que se nos presenta antes de un examen, cuando caminamos por una calle oscura, este tipo de ansiedad es útil y nos ayuda a mejorar nuestro estado de alerta, "pero para quien este estado no desaparece y empeora con el tiempo y que además presenta dolor en el pecho, tener pesadillas constantes, miedo a salir de la casa entre otras manifestaciones, estas personas tienen ya un trastorno de ansiedad", dijo el médico.

La depresión es un estado físico y mental que se genera por el desequilibro del yo interno con el yo externo, de tal manera que repercute en la vida cotidiana de un individuo, en su desarrollo personal, que se acompaña de sentimientos de tristeza, de desgano y signos de alteración de la personalidad.

"Es un estado crítico del ser humano en el que se encuentra insatisfecho con la vida y todo lo que le rodea, a pesar de que esto puede ser muy bueno", explicó.

Araujo dice que mientras la ansiedad y depresión son manifestaciones de malestar emocional los trastornos depresivos y de ansiedad indican ya la presencia de una psicopatología (un estado no sano de la mente) que requiere de atención de un especialista ya sea un psicólogo o un psiquiatra según sea el caso.

El médico explicó que a partir de los años 70 se ha hecho mas común el llamado Síndrome de Burnout cuya traducción literal de este término significa “estar quemado”, sentirse exhausto debido a las demandas excesivas de energía, fuerza o recursos siendo ésta una enfermedad de la sociedad moderna debido a que los factores de riesgo para desarrollarla son: carga de actividades que requieren control mental y emocional; trabajo o actividades de alta responsabilidad; relaciones familiares o inter personales inadecuadas; condiciones de seguridad inadecuadas; insuficiencia o carencia de recursos para el desempeño de sus labores ; falta de autorrealización dentro de su trabajo y frustacion entre otros factores.

"Todo lo anterior se traduce y se somatiza en diversas formas: aumento y disminución del apetito, actitudes negativas o agresivas que se reflejan en relaciones interpersonales inadecuadas y poco gratificantes, crisis de llanto, de enojo, olvidos frecuentes, falta de capacidad, de concentración, todo lo cual puede inducir hacia las adicciones y estos cambios llevan a trastornos del sueño, gastritis, ulcera péptica, hipertensión, cefaleas, migrañas, infarto del miocardio, descompensación de la diabetes y muchos otros padecimientos", dijo el médico.

Araujo explicó que ante una situación de angustia, depresión o ansiedad que no se solucionan con la orientación proporcionada por personas cercanas, regularmente una persona con mayor experiencia en la cual se confía, se requiere acudir a un médico y de ser necesario que este refiera al paciente al especialista en forma oportuna al ver que no mejoran o desaparecen las manifestaciones ya que probablemente esta situación ya interfiera con la vida cotidiana del individuo. El especialista valorará el caso y tendrá elementos para determinar si es necesario algún tipo de terapia o iniciar un tratamiento con algún medicamento.

"Es fundamental evitar la automedicación o tomar medicamentos que recomiendan familiares amigos o vecinos porque el manejo de medicamentos psicotrópicos es muy especializado y de alto riesgo para quien no tiene la experiencia, ya que pueden ocasionar reacciones adversas que pueden ser graves y desencadenar trastornos o episodios psicóticos y empeorar el cuadro haciéndolo de más difícil manejo", aseguró el médico.

La Alimentación

Tener hábitos alimenticios saludables que incluyan beber mucha agua (la deshidratación coadyuva en el cansancio y fatiga) vitaminas del grupo B, C y algunos aminoácidos ayudan en el caso de algunos trastornos y depresiones e incluso influyen positivamente en el sistema nervioso, no obstante, cada caso es particular pues no todas las personas pueden comer todos los grupos de alimentos por lo cual lo ideal es visitar al médico o a un nutriólogo.

Y es que, por ejemplo, alimentos como el ajo, la cebolla, la avena, la col, la calabaza y los cítricos en general, los tomates, los higos, el mango, los frijoles y alimentos de origen animal, como pescado, pollo y pavo, contienen triptófano, que es un relajante natural precursor de la serotonina siendo ésta una sustancia química producida por el cuerpo humano que funciona como un neurotransmisor. Es considerada como la sustancia química responsable de mantener en equilibrio el estado de ánimo, por lo que un déficit de serotonina conduciría a la depresión.

Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el aceite de pescado linaza, canola, nuez, soya, trigo, avellana, almendras, lechuga, fruta, pepino, coles bruselas, espinacas y piñas ayuda a mantener el equilibrio mental y evitar la depresión, también para mejorar o ayudar en el tratamiento de enfermedades como la esquizofrenia.

También alimentos altos en proteínas, como leche o derivados de la leche, los huevos y las legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles, soja) hay fenilalanina, otro aminoácido que ayuda contra la depresión ya que contribuye a la producción del neurotransmisor norepinefrina.

Los triptófanos y la fenilalanina son aminoácidos esenciales para que el cerebro produzca serotonina, norepinefrina y dopamina, transmisores que estimulan la actividad física y mental y actúan como antidepresivos naturales.

El hierro también es esencial para eliminar los síntomas de depresión, ya que su carencia se refleja en falta de ánimo. Las principales fuentes de hierro son verduras frescas de color verde, leguminosas, frutos secos y chocolate negro o amargo.

Terapias

Cualquier terapia o actividad física que resulte placentera cambia el estado de ánimo de una persona, no obstante el médico asegura que es necesario poner atención en este punto, es decir, investigar quién imparte esto, si está capacitado para ello, si hay resultados positivos en otras personas que hayan acudido.

"Tanto la terapia ocupacional como el ejercicio y las terapias alternativas como masajes, acupuntura, aromaterapia, reflexología son útiles cuando son manejadas por profesionales expertos debiendo tener mucho cuidado con los charlatanes", aseguró el médico.

Números rojos

*Se estima que la prevalencia mundial de la depresión es de 5.8% en el hombre Y 9.5% en la mujer, mientras que en México es de 2.5% para el hombre y 5.8% para las mujeres.

*En el caso de la ansiedad la prevalencia a nivel internacional es del 16%, en tanto que en nuestro país es del 8.1%, es decir, un 50% menos

*Se ha reportado que el 50% de personas que cometen suicidios tenían un trastorno depresivo, en menor proporción se encuentra la ansiedad y el abuso o la dependencia del alcohol. Cuando existe comorbilidad de estos padecimientos, el riesgo para suicidio o intento de suicidio aumenta.

*Los cambios psicosociales en un periodo de tiempo breve, se han relacionado con el incremento de la tasa de suicidio en las últimas décadas, debido a que la incertidumbre que se genera se convierte en una fuente potencial de estrés y se presenta vulnerabilidad para trastorno depresivo ansioso en individuos predispuestos.

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