Único. El acueducto del Padre Tembleque fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Luego de que el Acueducto del Padre Tembleque fue declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el presidente municipal de Nopaltepec, Rubén Hernández Infante, informó que para el proyecto integral de conservación y restauración de la obra hidráulica del siglo 16 se tendrían que expropiar cerca de 200 hectáreas.
"Hablamos de que podemos delimitar una zona como restricción federal a lo largo de 20 metros hacia los lados, a lo largo de lo que es el acueducto. Para la arquería mayor, sin duda, se tiene que contemplar una área más grande, (ésta) es la más visitada hoy por hoy, lo hemos venido trabajando con los ejidatarios a fin de que ellos también estén en la posibilidad de donarlo o ceder al gobierno federal esa parte de los terrenos que colindan con la arquería mayor, que es donde se daría más la concentración del turismo", señaló el alcalde de Nopaltepec.
La zona donde se encuentra la arquería mayor del Acueducto del Padre Tembleque se compone de 60 hectáreas y pertenecen a la hacienda de Santa Inés Amiltepec, de la que son propietarias dos personas que ocupan las tierras para cultivar cebada, frijol y maíz.
"Ha habido una buena sinergia con los dueños y están conscientes de que el Acueducto representa un tema del ámbito federal y tienen la incertidumbre de que el gobierno pueda realizar acciones para delimitar el área de restricción, pero no están cerrados a la posibilidad de llegar a un acuerdo", explicó Hernández Infante.
Unesco reconoce estructura. Conocida como la obra de ingeniería hidráulica más notable del México Virreinal, el Acueducto del Padre Tembleque fue creado para transportar el agua desde valles hacia destinos más altos en el altiplano mexicano.
Mide en línea recta 44 kilómetros, desde la falda del cerro de Tecajete -donde nace su estructura- hasta el pueblo de Otumba.
La infraestructura fue construida con roca basáltica, entre 1543 y 1560, en un esfuerzo promovido por el fraile Francisco de Tembleque, quien organizó a 400 indígenas al mando del castellano Juan Correa de Agüero, experto en cantería, para llevar agua a Otumba y a otras poblaciones intermedias.
Está ubicado en el límite del Estado de México y el estado de Hidalgo y pasa por el territorio de los municipios mexiquenses de Otumba, Axapusco y Nopaltepec, así como por el hidalguense de Zempoala.
