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La Laguna frente al rezago

NUESTRO CONCEPTO

El síntoma más evidente del estancamiento económico que vive La Laguna es la pobre generación de empleos. Desde 2008, año del inicio de la crisis económica mundial y de la crisis de seguridad pública más dura que ha enfrentado la región, la comarca acusa un rezago evidente en comparación con las capitales de los estados de Durango y Coahuila y otras ciudades de la República de similares dimensiones y población.

La semana pasada El Siglo de Torreón publicó que de 2007 a 2014 el crecimiento del empleo en La Laguna ha sido considerablemente menor al de Saltillo y Durango. Mientras que en la región Sureste de Coahuila el aumento en ese período ha sido de 35.7 por ciento y en la capital duranguense de 38.8 por ciento, en Torreón apenas llega al 14 por ciento y en Gómez palacio al 9.8 por ciento, de acuerdo con los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.

En el análisis, cabe destacar que en 2007, antes de las dos crisis arriba citadas, La Laguna contaba prácticamente con el mismo número de trabajadores que Saltillo y Durango. Y es a partir de 2008 y 2009 que comienza a abrirse una brecha que no deja de ensancharse. Si bien es cierto que las tres regiones tuvieron una caída en el empleo entre los años citados, el impacto negativo fue más fuerte en la comarca y la recuperación mucho más rápida en las capitales estatales.

Sobre este fenómeno es posible plantear algunas hipótesis. En primer lugar, la inseguridad y la violencia criminal que azotaron a ambos estados fueron más fuertes en la zona metropolitana lagunera que en Saltillo y Durango. Al respecto, cabe mencionar que Torreón y su área conurbada llegó a ser considerada en 2012 la quinta ciudad más violenta del mundo, un lugar que las capitales estatales nunca alcanzaron. Esto deprimió aún más la economía.

En segundo término, el establecimiento de los poderes políticos en Durango y Saltillo les sirvió para amortiguar de mejor manera el impacto de la crisis económica y, en el caso particular de la región Sureste, la existencia de la industria con la mayor cadena de valor en la economía, como lo es la automotriz, permitió una recuperación más pronta.

Y en tercer lugar, el arribo de inversiones gracias a una estrategia de promoción más efectiva fue mayor en las capitales que en La Laguna. En este sentido, un dato revelador es que en los últimos tres años el corredor Saltillo-Ramos Arizpe ha acaparado 33 de las 53 inversiones extranjeras, mientras que la comarca sólo ha tenido siete, incluso menos que las registradas en la región Norte.

Frente a este rezago, resulta urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno, los organismos empresariales y la sociedad civil sumen esfuerzos para generar mejores condiciones para el desarrollo económico de La Laguna. El diagnóstico parece ser claro: deficiente hospedaje industrial, insuficiente infraestructura, ineficiente estrategia de promoción y, sobre todo, abandono de los gobiernos estatales. Urge que se comience a trabajar en las soluciones.

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