Trabajo. Ramón promueve el programa Paisano durante las vacaciones.
Ramón Montano, es un hombre de 63 años. Mide 1.90 de estatura y en algún momento de su vida llegó a pesar 120 kilos. Hoy se encuentran en silla de ruedas, una mala atención de su parte para la diabetes que padece desde hace más de 15 años, lo hizo perder su pierna derecha. Pero, a pesar de su discapacidad, hoy trabaja para el Instituto Nacional de Migración como promotor del programa Paisano.
Hace 15 años, cuando le diagnosticaron diabetes, nunca atendió las recomendaciones médicas, porque "yo pensaba que no me iba a pasar nada".
Los años pasaron y las medicinas se acumulaban. "Hasta que un día apareció un granito en mi pie, el cual fue creciendo", cuenta. La gente le decía, ponte esto y aquello pero nunca le recomendaban acudir al doctor. Fue hasta que su pie fue tomando un color oscuro que acudió a recibir atención. "Me dijo el doctor que tenían que cortarme el dedo, ya estaba infectado. Le dije no, ¿no puede haber otro medio? Entonces me lo amputaron".
La primera amputación se realizó a cinco años de su diagnóstico pero "yo seguí con mi misma filosofía de no cuidarme".
Tres años más tarde vendría una nueva cirugía, ahora le cortarían gran parte de su pie.
Pero cuenta que fue en un viaje a la playa, en donde aún podía caminar con apoyo de un bastón, en donde contrajo una grave infección.
Debido a que había perdido mucho peso y que su condición física, sólo lo bloquearon de la cintura para abajo para una nueva amputación. "yo escuché la sierra como cortaba mi pierna", dice, "también escuché como cayó al suelo".
15 días después regresó a casa hundido en depresión y con deseos de quitarse la vida. Y lo intentó.
La visita de un sacerdote, logró impedir que se ahorcara. Desde entonces ofrece mensajes de vida.
Apoyo
Ramón podría ser candidado a una prótesis que le permita ponerse de pie nuevamente, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta por parte de autoridades del DIF.