A limar 'asperezas'. Representantes de la División del Norte y el ejército del Noroeste acudieron a negociar a Torreón. (ARCHIVO)
La Revolución Mexicana fue una etapa en la historia especialmente relevante para la ciudad de Torreón, fue durante los años de lucha armada cuando el movimiento social, político y económico tuvo un flujo sin precedentes para esa creciente población.
De pronto, ese rancho que servía como zona de paso para los ferrocarriles se convirtió en un punto estratégico y clave para el desarrollo del país.
Uno de los episodios de mayor tensión de la lucha revolucionaria se vivió curiosamente sin disparos de por medio, episodio ocurrido un 4 julio de 1914.
Algunos representantes de los ejércitos de La División del Norte y del Noroeste se reunieron por varios días en Torreón para tratar de evitar un nuevo choque de fuerzas, pero esta vez sería entre los mismos revolucionarios: Carranza contra Francisco Villa.
Para entonces, la "Perla de La Laguna" se encontraba fuera del dominio del Ejército Federal y era uno de los lugares más importantes para la movilización y comunicación dentro y fuera del país.
Victoriano Huerta se encontraba en la silla de Palacio Nacional para aquella época, en febrero de 1913 había organizado y ejecutado el asesinato de Francisco I. Madero, quien fue el primer presidente electo en la historia del país después del mandato de Porfirio Díaz.
Parecía que Venustiano Carranza, cercano colaborador y amigo de Madero, había agrupado a los jefes revolucionarios para vengar su muerte y derrocar al traidor; sin embargo, la historia sería mucho más compleja.
Toda la fuerza de los líderes revolucionarios como Zapata, Obregón, Orozco y Villa se volcó intensamente sobre las posiciones federales de Huerta, unidos lograron debilitar rápidamente al usurpador y lo orillaron a considerar su rendición definitiva. Pero antes de que eso ocurriera, Carranza, en su papel de Primer Jefe Revolucionario, ya veía amenazado su poder por el más popular y emblemático líder revolucionario, Pancho Villa.
Villa contaba con el apoyo popular de una gran mayoría de las entidades del norte, su bastión era el estado de Chihuahua y se movilizaba con facilidad a través de esos territorios; durante su juventud estuvo acostumbrado a esconderse y atacar como bandido, además de que su carácter le ganaba una gran simpatía en cada lugar que visitaba; respetaba a Madero, pero tenía dudas de los demás jefes, principalmente de Carranza.
Venustiano era en cambio un hombre menos simpático y más educado, se sentía más cómodo con las clases medias y altas, político coahuilense que tenía una visión institucional totalmente diferente a la de hombres como Villa.
TENSIÓN EN AUMENTO
Villa se convirtió prácticamente en una garantía de victoria contra las fuerzas federales en todo el norte del país, a pesar de ese hecho no crecía la popularidad de Carranza, sino de la División del Norte de Villa.
"Es un hombre tremendo, terrible, pero como hombre sin freno, casi un inconsciente, es sumamente peligroso y debemos estar prevenidos…Por eso creo conveniente que tomemos nuestras medidas para preservarnos de la amenaza de Villa", indicaba Carranza desde el año 1911.
Sus pensamientos y "precauciones" no eran en en vano, pronto el poder del "Centauro del Norte" comenzó a ser una amenaza real para el Primer Jefe de la Revolución.
Desde mediados de 1913 hasta enero de 1914 Francisco Villa se concentró en el estado de Chihuahua, Carranza lo había comisionado en la entidad en el aspecto meramente militar, pero no pasó mucho tiempo antes de que terminara ejerciendo funciones de gobernador.
Durante la "administración Villista" en Chihuahua se construyeron decenas de escuelas, se mejoraron hospitales y se expidió una moneda propia con la imagen del mismo Villa.
La situación era intolerable para Carranza, quien ordenó que Manuel Chao lo sustituyera en su cargo para enero de 1914.
La inquietud del "Centauro" era permanente, luego de agruparse con su División del Norte, Francisco Villa decidió avanzar hacia Torreón para el mes de abril de ese año, en una clara afrenta hacia Carranza se le ordenó al gobernador Chao que acompañara la movilización militar hacia Torreón.
El recién nombrado gobernador se negó, y en un arranque de ira,Villa viajó personalmente a Ciudad Juárez para detenerlo, hecho que representó el primer altercado con Carranza.
Finalmente la situación no pasó a mayores gracias a que el mismo Venustiano Carranza tuvo que intervenir para evitar el fusilamiento, pero se había sentado ya un precedente de inestabilidad en el bando revolucionario.
Villa siguió su marcha, para el tres de abril había tomado Torreón, para el día doce había avanzado hasta San Pedro de las Colonias, el dominio de la División del Norte era abrumador, y todavía vendría un episodio más difícil para Carranza.
El 21 de abril se registró un intento de ocupación de Veracruz de parte de tropas estadounidenses, Carranza no tuvo otra que condenar el hecho, mientras que Villa se tomó la libertad de intercambiar correo "diplomático" con el embajador norteamericano, era el rompimiento casi oficial entre los dos revolucionarios.
La presunta "invasión estadounidense" se detuvo, pero la marcha de Villa hacia el sur del país no, Carranza le ordenó que se dirigiera a Saltillo para "asegurar la ciudad", pues pretendía mantenerlo el mayor tiempo posible en el norte.
Pancho Villa y sus fuerzas acataron la orden, pero luego se perfilaron hacia Zacatecas, un objetivo clave que Carranza no se podía dar el lujo de entregar a los de la División del Norte.
A pesar de las negativas y advertencias de Carranza, los villistas lograron tomar Zacatecas el 23 de junio; la influencia de Doroteo Arango hacía sombra a los constitucionalistas.
La Furia del "Primer Jefe" era tal que ya preparaba órdenes de confrontación contra Villa, pero los generales de los cuerpos de las divisiones del Norte y del Noroeste llevaron la idea de un "pacto" para limar asperezas entre ambas fuerzas, la idea agradó a Carranza y comisionó a Ernesto Meade, Antonio Villarreal, Cesáreo Castro y Luis Caballero, ellos negociarían con sus contrapartes villistas: Roque González, Manuel Bonilla, Manuel Silva y José Isabel Torres.
TORREÓN, LA OPORTUNIDAD
Se le informó entonces a Villa que se realizaría un encuentro en Torreón con fines conciliatorios, no dudó en trasladarse hasta ahí para evitar mayor tensión con Carranza, sin embargo, ninguno de los dos participaría directamente en las negociaciones.
Las charlas se realizarían en el sitio de moda y solemnidad de Torreón, el Banco de La Laguna, iniciaron el cuatro de julio de 1914 a las diez de la mañana.
"Aparte de los seis delegados no hubo otra persona que interviniera en las conferencias. El General Francisco Villa, quien parecía muy interesado en que se llegara a un feliz acuerdo entre los representantes de ambas divisiones, se abstuvo en lo absoluto de dar opinión alguna... Villa se concretaba a llegar en su automóvil todos los días exactamente a la una de la tarde a las puertas del Banco de La Laguna donde se efectuaban las conferencias. Allí esperaba que los delegados de ambas divisiones terminaran sus labores para llevarlos a su residencia y llevarlos a su mesa", narra el mismo Antonio Villarreal, quien fue parte de la delegación por parte de los carrancistas.
El ocho de julio terminaron las pláticas de paz y se firmó el llamado "Pacto de Torreón", entre otras cosas se acordó que Carranza seguiría siendo reconocido como Primer Jefe de la Revolución, que Francisco Villa sería reconocido como General de División del Norte e independiente de otros cuerpos militares.
También se acordó que al triunfo de la Revolución el Presidente Interino de la República convocaría a elecciones y entregaría al electo y que el ejército constitucionalista sustituyera al ejército federal como garante de la soberanía nacional.
Todos firmaron de acuerdo y la comitiva del Noroeste regresó a Saltillo para informar a Carranza de los resultados, en términos generales "aprobó" lo que ahí se plasmó, pero luego anunció públicamente que esos tratados deberían de ser respetados únicamente por quienes los firmaron, no así por sus superiores.
Esa postura significó una traición para Villa, quien luego declaró su molestia contra Carranza, meses después el Pacto de Torreón quedaría relegado a simple letra muerta a pesar de todas sus buenas intenciones, una nueva batalla entre poderes estaba por venir.
AÑOS
Han pasado desde la firma del pacto.
PERSONAS
Firmaron el Pacto de Torreón en 1914.
No sirvió
Torreón: Una oportunidad desperdiciada.
⇒ Carranza y Villa pudieron limar asperezas con la firma del Pacto de Torreón el 8 de julio de 1914.
⇒ Ninguno de los dos jefes militares acató realmente lo que se acordó en el Banco de La Laguna.
⇒ Meses después iniciaron hostilidades militares en diversos puntos del país.
⇒ Pancho Villa finalmente llegó a la Ciudad de México en diciembre de 1914, sólo ocupó la silla presidencial de forma simbólica para una foto con Emiliano Zapata.
