En las páginas de ayer apareció la columna de Onésimo Flores en El Siglo. Flores fue contundente en su postura de llamar delincuente al ex gobernador Humberto Moreira. El testimonio de culpabilidad de Rolando González Treviño revelado por las autoridades texanas es explícito en señalar directamente las responsabilidades punitivas en las que incurrió el profesor Moreira, ya que de acuerdo a la declaración del procesado González, éste señala directamente al profesor.
Palabras más palabras menos, Onésimo Flores es cáustico en su valoración al imputar y sentenciar al ex gobernador, pero si uno lee su texto, realmente hay muy pocos resquicios para encontrarle atenuantes o dudas en los actos que narra Flores y que fueron cometidos tanto por el propio González Treviño, así como el gran responsable y oculto señalado: Humberto Moreira Valdés.
Las voces oficiales han deslizado una declaración en la que descalifica el testimonio de culpabilidad de Rolando, al señalar de qué se puede esperar de un hombre convicto que declarará cualquier cosa en aras o bien de recuperar su libertad, que aparentemente su situación jurídica en los Estados Unidos es poco menos que imposible, o al menos de negociar una reducción a su sentencia que por ser colaborador de las autoridades norteamericanas es común de acuerdo a las leyes de ese país.
Tinta se puede seguir vertiendo sobre el asunto, haciendo de conjeturas de responsabilidades y complicidades, como lo es el apartado de la declaración de González donde puntualmente manifiesta que en una de las dos reuniones donde se tranzó el presunto movimiento ilegal de comprar las estaciones de radio de Monclova y del norte del Estado propiedad del presidiario, para luego llevarse el dinero que claramente el inculpado dice que fue sustraído del erario coahuilense, estaba presente todo el gabinete del entonces gobernador. Esa junta según el texto confesional se llevó a cabo en la capital del estado en la mismísima casa del también ex presidente nacional del PRI. Los integrantes de ese gabinete en esa fecha -año 2009- eran Armando Luna, Secretario de Gobierno, hoy diputado federal electo; Eduardo Olmos, a la sazón Secretario de Desarrollo Regional de La Laguna y hoy ocupa la cartera de Representante de Coahuila en la Ciudad de México; Víctor Zamora, en aquel entonces Secretario de Educación y hoy Secretario General de Gobierno; el Procurador del Medio Ambiente era José Refugio Sandoval, hoy flamante diputado federal electo; Alberto Román Cepeda González, fungía como Secretario de Fomento Agropecuario, hoy es delegado federal de la Sagarpa en La Laguna; entre otros.
González Treviño fue más allá e implicó con su presencia a la esposa de Humberto, es la otra reunión descrita, que supuestamente se celebró en San Antonio, Texas.
Dos directrices concluye Onésimo: que hay suficientes elementos para investigar seriamente al ex gobernador, que además añade la simbiosis lógica entre los hermanos Rubén y Humberto y la segunda: ¿hasta cuándo despertará Coahuila? Y ahí viene lo triste: yo creo que nunca.
Me explico. Un conocedor de las lides electorales con una trayectoria respetable en tiempo y resultados, me atajó cuando le pregunté sobre la deuda, diciéndome que ese tema no está más en el interés del grueso de los coahuilenses, según todas las encuestas, ése es un tema del "círculo rojo". Además me explicó que al torreonense común poco le importa si hubo desfalco o no en la concesión del alumbrado. Al contrario, este tema hoy le da bonos al alcalde Miguel Riquelme porque en las colonias ciertamente este servicio está mejorando, más allá del costo.
Así pues columnista Onésimo, a sentarse en un banquito, las condiciones políticas electorales de Coahuila son claras: el Moreirismo será monopólico hasta el 30 de noviembre de 2017, además le alcanzará para elegir al sucesor. Sólo el tiempo dirá cuando éste ungido se distancie, como lo es habitual cuando la sucesión no es entre hermanos.
