Se convirtió en un héroe público.
Curtis Jackson, empleado de sanidad de Nueva York, Estados Unidos frustó un robo de una tienda de conveniencia en el centro de Manhattan.
Jackson y un compañero acudieron al lugar como parte de su ruta cotidiana, fue entonces cuando él notó que un sujeto sostenía un arma y el cajero tenía las manos en alto.
El hombre se puso detrás del sujeto armado y lo sometió tomándolo del brazo y enviándolo contra la pared. El malhechor intentó oponerse, pero el ex-marine lo envió al suelo.
Su compañero llamó a las autoridades quienes acudieron pocos minutos después del llamado. Ahora el maleante enfrenta diversos cargos en su contra.