Don Joaquín Serrano Martínez, filántropo y uno de los promotores del desarrollo del naciente Torreón.
"FUNDADORES DE TORREÓN Y LA COMARCA LAGUNERA": DON JOAQUÍN SERRANO MARTÍNEZ, FUE UNO DE LOS PILARES DEL DESARROLLO DE TORREÓN EN LOS ALBORES DEL SIGLO XX.- Los siguientes datos los tomo de mi libro: "TORREÓN EN LAS LETRAS NACIONALES", EDIC. 1986, como sigue:
"Don Joaquín Serrano Martínez fue un hombre de un gran corazón, que sentía satisfacción al ayudar a sus semejantes y eso lo convirtió en uno de los grandes filántropos laguneros, como se verá a lo largo de estos tres artículos.
"En Logroño, España, vivían en la primera mitad del Siglo XIX, los miembros de una gran familia, honesta y trabajadora. El tronco lo formaban el matrimonio de don Benito Serrano y doña Venecia Martínez, quienes procrearon entre otros hijos a don JOAQUÍN SERRANO MARTÍNEZ, que nació en 1856.
"Sus primeros estudios los realizó en su tierra natal y luego otros especiales sobre mecánica, que era la vocación de su vida. Trabajó en talleres e industrias con gran dedicación. Era inquieto y de una actividad incansable, logrando hacer una verdadera carrera en el ramo de la industria. También, trabajó en una fábrica de harina y otros negocios.
"EN LA MILICIA: Al iniciarse la guerra separatista de Cuba, el joven Serrano, con apenas 19 años de edad en 1875, se enroló en el ejército Peninsular como voluntario, viviendo cruentas luchas hasta lograr el sometimiento de los rebeldes, adquiriendo una gran fuerza personal por su valor y honestidad. Terminada la guerra, pidió su retiro y se vino a radicar a la Ciudad de México en 1881, contando con veinticinco años de edad.
"En México, se dedicó al comercio con regular éxito durante cuatro años, pero al saber de la floreciente riqueza agrícola que se desarrollaba en la Comarca Lagunera, no lo pensó dos veces, y en 1885, se trasladó a esta tierra de promisión, donde trabajó algún tiempo en varias haciendas, primero como empleado y luego como administrador y arrendatario de 'Lequeitio' y 'Santa Teresa'.
"Cuando Torreón fue declarado Villa en 1893, al formarse la primera Junta de Mejoras Materiales, de cuya dirección formaron parte don Joaquín Serrano Martínez, don Adolfo Aymes, don Amador Cárdenas y don Andrés Eppen.
"Como los nuevos negocios - puede leerse en EL ÁLBUM DE LA PAZ Y DEL TRABAJO DE 1910" - emprendidos por el señor Serrano tuvieron sus frutos apetecibles, la esfera de acción de su capital crecía con la amplia confianza pública y su crédito como hombre emprendedor y laborioso ampliaba sus horizontes. De ahí que en 1893 y asociados con el ingeniero don José Farjas, pidió a la Legislatura del Estado, exención de contribuciones para el capital de $600,000.00 que iban a invertir en la construcción e instalación de una fábrica de hilados y toda clase de tejidos de algodón a la que dieron el nombre de "LA FE" como símbolo de la fe con que abordaban aquella empresa sus iniciadores y socios que la llevaron a término.
"La Legislatura concedió la exención pedida, en decreto de 24 de marzo del mismo año y por el término de doce años.
"En el libro 'Vascos en México', dice que los accionistas de la fábrica de hilados 'La Fe', en 1899, don Joaquín Serrano, mayorista, con 2,250 acciones, seguido por el Ing. don José Farjas con 750 acciones y el Lic. Praxedis de la Peña con 600 acciones y otros siete con menos acciones.
"El señor Serrano, quien no llegó a casarse nunca, intervino con gran éxito en muchos de los mejores negocios que se establecieron en Torreón y de los cuales fue socio y fundador, formando parte en los consejos directivos. En 1897, cuando ya sus negocios agrícolas le habían reportado buenos dividendos y tenía un regular capital, solicitó del Gobierno del Estado, la exención de impuestos para el establecimiento de una fábrica de aceites y jabones con un capital de $400,000.00 (cuatrocientos mil pesos), mismos que le fue concedido, pues sabemos que en los albores del naciente Torreón, en el campo de los negocios industriales, las autoridades estimulaban la inversión con la exención de impuestos. Así se fundó la primera fábrica de aceites y jabones en Torreón, de la que hablaré más adelante".
