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Tommy al Bat

TOMÁS F. MORALES

Plinio Escalante como presidente de la Liga Mexicana estos últimos años nos ha demostrado que no piensa usar la política del viejo oeste que había antes en el circuito y ahora el que ofende a un ampayer, o lo llega a tocar, está expuesto a un castigo fuerte. Ya lo hemos visto a través de estos años y últimamente el pitcher Alfredo Aceves fue suspendido por todo el año al abusar con un ampayer para protestar el conteo de bolas y strikes.

El martes llegó la noticia a través de la página de la liga que Willy Romero, manager de Yucatán, fue suspendido dos juegos y multado en 21,030 pesos por insultar feamente a un ampayer y hacer contacto con la gorra del azul. Así que no veremos en el campo a Willly, el "lobo feroz", en los dos primeros juegos contra los Diablos en el parque "Fray Nano".

Han quedado muy atrás los tiempos en que Tomás Herrera golpeaba a los ampayers y sólo era suspendido un mes o menos, o cuando Chito García le quitó la camisa a tirones para dejar en camiseta a Ramón Escudero.

Una vez el buen torpedero de Laguna, Otelo Renfroe del Torreón, golpeó al veterano ampayer Ramón Montes de Oca por una decisión en primera base. Me contó el Lic. García Cervantes de Torreón que al paso de los años este Renfroe fue "second" de Muhamed Alí, el famoso y payaso peso completo.

En la vieja liga de la Costa era peor y como en los tiempos del viejo oeste los ampayers estaban tan expuestos a ser golpeados que algunos como Carlos Alberto González llevaba una pistola en la bolsa como si fuera John Wayne y durante las reglas de terreno les enseñaba la pistola a los managers.

Fue famoso aquel incidente en que el pitcher Daniel Ríos le pegó y le sacó unos dientes al ampayer cubano Alcibiades Palma con el público aplaudiéndole el golpe y el jonronero Claudio Solano le dio un fuerte golpe al azul "Negro" García en un ojo que estuvo a punto de perderlo.

En la Liga Mexicana el calmado Vinicio García como mánager salió del mar de la tranquilidad y con un golpe al ampáyer Cipriano Gaytán le fracturó la quijada como se la fracturaron al "Ratón" Macías en una pelea de box. Había castigos leves.

Horacio López Díaz fue el primer presidente de mano dura y al frente de la liga invernal castigaba por toda la temporada al que agrediera a un ampáyer. Con él se inició la nueva era.

Y ahora Plinio Escalante nos ha demostrado que los tiempos del viejo oeste han terminado en los diamantes beisboleros. Esas peleas quedan sólo en las películas de vaqueros que todavía tienen su público. El bueno, el malo y el feo.

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