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Celebra 50 años de servicio a Dios y a la comunidad

El obispo José Guadalupe Galván, quien es ‘lagunero de corazón’, ha acompañado a los fieles en los progresos y adversidades de Torreón desde hace 15 años

Al día. El Siglo de Torreón en su edición del 13 de octubre daba la noticia del nombramiento del nuevo obispo de Torreón, tras casi seis meses de espera y tras el cambio de Luis Morales. (Archivo)

Al día. El Siglo de Torreón en su edición del 13 de octubre daba la noticia del nombramiento del nuevo obispo de Torreón, tras casi seis meses de espera y tras el cambio de Luis Morales. (Archivo)

GUADALUPE MIRANDA

Hace 50 años, José Guadalupe Galván Galindo, hijo mayor de Vicente y Juliana, cumplió uno de sus sueños más grandes: Ser sacerdote. Un día como hoy, pero del año 1965, recibió su ordenación sacerdotal en la basílica El Roble, en su ciudad natal Cadereyta Jiménez, en el estado de Nuevo León a manos del entonces arzobispo Alfonso Espino y Silva, junto a once compañeros que como él, ahora están de fiesta.

Desde la intimidad de su hogar, establecido en Torreón hace casi 15 años, cuenta que su devoción por servir a Dios nació justo cuando tenía tan sólo seis años de edad gracias, en gran parte, a su madre.

"Cuando yo tenía 6 años, mi mamá muy religiosa, me llevó a la parroquia para que formara parte del grupo de los monaguillos, y le ayudara al párroco en las celebraciones de la misa, de los sacramentos, de tal manera que mi vocación fue creciendo en el campo de la familia, en el ambiente de la escuela, de la escuela primaria y sobre todo en las actividades religiosas de mi parroquia, entonces quería ser sacerdote".

Recuerda que en aquel tiempo, la condición para ingresar al seminario era haber terminado la primaria y así fue. Inmediatamente después que terminó su formación, ingresó al Seminario de Monterrey, en donde hizo cuatro años de formación en Filosofía. Para el mes de septiembre de 1961, pasó al Seminario Pontificio de Nuestra Señora en Moctezuma, Nuevo México en Estados Unidos, en donde realizó cuatro años más en Teología.

"Cuando mis compañeros, entraban a secundaria yo entraba al seminario (…) de tal manera que nuestra carrera fue de 11 años de estudios ininterrumpidos", cuenta el obispo de Torreón.

Y faltando sólo dos meses para que cumpliera sus 24 años, edad mínima para ser ordenado, el arzobispo lo ordenó junto a sus compañeros, de los cuales dos han muerto, uno se retiró y los ocho restantes continúan en la ciudad de Monterrey, con quienes dice, no ha perdido comunicación y quienes además estarán presentes en su celebración de este día en el Territorio Santos Modelo.

"Cada uno estará celebrando sus 50 años en sus respectivas comunidades para acompañarme el 29 de junio, la solemnidad de San Pedro y San Pablo".

La primera celebración eucarística de Galván Galindo fue el seis de julio de 1965 y fue nombrado vicario en la parroquia del Sagrado Corazón en la ciudad de Monterrey, en donde permaneció hasta 1974.

Monseñor cuenta que en el mismo año que fuera ordenado, se terminó el Concilio Vaticano segundo convocado por el Papa Juan XXIII. El concilio duró tres años, de 1963 a 1965, "yo fui formado en tiempos antes del Concilio, pero termina y hubo una reforma total en la iglesia".

La Iglesia siempre se ha renovado, aunque es la misma doctrina y el mismo Evangelio. "La misión de la Iglesia es estar en la cultura de cada época, nos toca vivir, otra época, hay otros desafíos, la Iglesia tiene que dar respuesta".

Razón por la que asegura que estos últimos 50 años, han sido una de las etapas más importantes de su vida, "ha sido una etapa muy bonita de mi vida porque nos tocó esos tiempos del Concilio en donde los cambios no sólo se reflejaron en la liturgia, en la lengua, celebrar la misa de cara al pueblo, adaptaciones que se hicieron en todos los templos, sino cambios muy notables cómo la Iglesia trataba los problemas sociales.

POR SORPRESA

José Guadalupe Galván cuenta que tras 29 años de haber sido ordenado, recibió la noticia de que sería nombrado obispo. Justo se encontraba como párroco en el santuario de Guadalupe, en la ciudad de Monterrey, a la cual brindó su apoyo para convertirla en basílica.

Fue en agosto de 1994, cuando su santidad Juan Pablo II, ahora santo, recibió el nombramiento como obispo de la Diócesis de Ciudad Valles en San Luis Potosí, conocida como la Huasteca Potosina. "Desde luego es un momento muy especial para la vida de todo sacerdote, porque nosotros nos preparamos para ser sacerdote, entonces no hay ninguna preparación para ser obispo, hay algunos obispos que se han preparado en universidades, que son rectores del seminario, también hemos sido párrocos; a mí me tocó que siendo párroco con experiencias parroquiales, me nombraron obispo".

Durante seis años, dice, trabajó en comunidades indígenas; después fue enviado a la ciudad de Torreón.

"El Papa, así como te nombra, así te puede trasladar, entonces el Papa me traslada a esta Diócesis de Torreón que estaba vacante porque su segundo obispo, Luis Morales, en abril del 99 lo trasladan a la Arquidiócesis de San Luis Potosí".

Tras el nuevo nombramiento de Morales, la Diócesis de Torreón permaneció sin obispo desde el mes de marzo hasta el 13 de diciembre del 2000, ya que al día siguiente, Galván Galindo arribó a la ciudad de Torreón.

"El anuncio del nuevo obispo para la Diócesis de Torreón se dio durante el desarrollo de la XIII Asamblea Pastoral Diocesana", de acuerdo con la publicación del 13 de octubre del 2000 de El Siglo de Torreón.

"La nueva generación es muy buena. Don Luis (Morales) y don José Guadalupe la hicieron muy bien. Se ha logrado ser una diócesis ejemplar para muchas, porque muchas diócesis están enfrentadas o divididas, aquí no", dijo don Fernando Romo, el primer obispo de la ciudad, en una entrevista concedida a este diario meses antes de morir en el 2007.

A 15 años de su llegada a la Comarca Lagunera, don José Guadalupe ya se siente "lagunero de corazón", pues está "que no se le cree". "La gente me sigue preguntando cómo se siente, lo tratamos bien, yo les digo oiga tengo 15 años, a través de 15 años ya se hubiera manifestado en otra forma si yo no estoy a gusto, Ni yo me la creo que tengo 15 años".

Y es que todo ese tiempo asegura haberlos vivido intensamente, en donde cada día es una nueva sorpresa. "Mi trabajo no es sólo la ciudad de Torreón, sino los demás municipios en donde sabemos que hay muchas comunidades, porque es muy fácil decir, voy a la cabecera de Matamoros, a la de Madero, o San Pedro, pero cada uno de esos municipios tienen muchas comunidades, a veces llegando a la cabecera tenemos que ir a la comunidad que están a dos horas de distancia".

Parte de esta sensación se da porque de acuerdo con sus primeras declaraciones en Torreón, entre su gente de Monterrey los laguneros, existen muchas similitudes. "Yo soy de Monterrey, mi tierra está cerca de Torreón y hasta donde me he dado cuenta, hay mucha similitud entre los torreonenses y mis paisanos, son gente con empuje, sincera y que al amparo de Dios buscan el progreso de sus ciudades", fueron sus primeras impresiones expresadas para este medio hace casi 15 años.

PESE A LAS ADVERSIDADES

Fue en el año 2000 que el obispo arribó a Torreón, "cuando estaba en su apogeo" dice. Se hablaba entonces de proyectos con grandes. Tal era la tranquilidad que entonces se respiraba que la ciudad pudo celebrar sus primeros 100 años en el 2007, años después las dificultades se harían presentes.

A partir del 2009, reconoce que la iglesia tuvo que hacer ciertas modificaciones, pero nunca cerrar las puertas de iglesias y parroquias, y mucho menos huir.

En ese tiempo dice, la gente pedía sobre todo por sus desaparecidos y sus muertos, muchos de ellos mutilados, "entonces sí fueron años difíciles". "Pero nosotros como iglesias nunca los dejamos solos, nosotros por medio de la pastoral penitenciaria seguimos yendo al Cereso, aunque sabíamos que era peligroso, que había un gobierno interno".

Pero todo ha cambiado. "Gracias a Dios, de dos años para acá todo fue cambiando, yo voy al Cereso dos o tres veces al año y veo otro ambiente. Las colonias que están en las faldas del Cristo de las Noas, ya voy con mucha confianza y la gente me pide celebraciones a las 7 u 8 de la noche y se respira otro ambiente".

Asegura que en este tiempo la gente nunca perdió la fe, sino que ésta se incrementó. "Y ahora tenemos que luchar todos con acciones pequeñas, pero siempre construyendo, siempre sumando acciones, aunque sean pequeñas, pero gracias a Dios tenemos espacios donde convivir".

 RELACIONES POLÍTICAS

El obispo de Torreón asegura que desde que fue nombrado obispo de Ciudad Valles, siempre les ha dado "su lugar" a las autoridades de todos los niveles a quienes dice, nunca les ha negado su bendición porque todos en algún momento la han solicitado.

"Gracias a Dios en Torreón me tocó el gobernador Enrique Martínez, Humberto Moreira y ahora Rubén, y como alcaldes Salomón (Juan Marcos), (Guillermo) Memo Anaya, José Ángel (Pérez), (Eduardo) Lalo Olmos y ahora (Miguel) Riquelme, siempre ha habido cercanía, buenos encuentros; siempre ellos me buscan, los busco, siempre esas relaciones son buenas, porque se pueden hacer muchos trabajos juntos, y una de las ventajas que tiene el obispo es que ellos van de paso y nosotros permanecemos".

 PRESENTARÁ SU RENUNCIA

Atendiendo lo que marca el Derecho Canónico, José Guadalupe Galván Galindo con más de 20 años como obispo presentará su renuncia como tal el próximo año. En el 2016, cumplirá sus 75 años de vida, edad en la que se debe realizar dicho trámite.

Sin embargo, la renuncia será aceptada únicamente por el propio Papa, lo cual podría pasar en una semana, un mes e incluso años para que eso suceda. La renuncia se presenta a través de la Nunciatura Apostólica, o bien, de forma directa cuando se tiene oportunidad de viajar al Vaticano. "Cuando eso pasa, el Papa hace consultas, hasta que tenga el nombre del sucesor, es cuando se publica, puede ser en un mes, un año, dos, el Papa cuando menos lo espera se le ha aceptado la renuncia y se nombra a fulano de tal".

Monseñor se dice listo ante cualquier decisión. "Es una etapa que se tiene que vivir". Y es que explica que pese a la renuncia, él podrá seguir con su vida sacramental como atender confirmaciones, y demás servicios, e incluso apoyar al nuevo obispo. "Hay muchas maneras de seguir".

 RECAPITULACIÓN

Comenta que en estos 50 años de su vida ha pasado por diversas experiencias, tanto buenas como malas, atendiendo siempre lo que el momento vaya requiriendo.

"No somos ángeles, estamos también sujetos a enfermedades, el cansancio, al estrés, pero siempre ha habido experiencias nuevas, recién ordenado es el entusiasmo, querer hacer cuanto antes muchas cosas, la nueva cultura nos ha revolucionado, entonces pues son nuevos retos que cuando uno vive".

En su largo andar, cuenta que su familia de sangre ha ido disminuyendo, pero también ha cosechado nuevas familias en cada parte en la que ha compartido en su vida sacerdotal.

"En Monterrey estuve en tres parroquias tengo tres familias; me mandaron a Valles, tengo otra familia; aquí en los 15 años se ha multiplicado la familia. En Torreón son amistades actuales que espero nunca perderlas, entonces siempre hay esa cercanía, ese respeto, por algo nos llaman padres, porque se consideran ellos, porque padre es el que tiene una influencia en su familia, ellos se consideran como parte de la familia".

Por último, dice que si bien 50 años se dicen fácil representan toda una vida, de entrega y servicio, tiempo en los que dice agradece que Dios lo haya llamado, "pese a nuestras limitaciones, hemos sido su instrumento, el medio, si hicimos mal que él nos perdone, y si hicimos bien que sea a la mayor gloria de Dios".

50 años serán muchos o poco pero son toda una vida, una vida de entrega y servicios que le agradecemos a Dios que nos haya llamado". — José Guadalupe Galván G., Obispo de Torreón

Vida sacerdotal

Don José Guadalupe Galván Galindo:

* Nació el 21 de agosto de 1941 en Cadereyta Jiménez, Nuevo León.

* El 8 de septiembre de 1954 ingresó al Seminario de Monterrey, Nuevo León.

* El 29 de junio de 1965 recibió su ordenación sacerdotal en la basílica El Roble, de Monterrey.

* El 6 de julio de 1965 se lleva a cabo su Canta en Cadereyta Jiménez, Nuevo León.

* El 24 de marzo de 1983, el Papa Juan Pablo II, hoy santo, lo nombró prelado honorario recibiendo el título de Monseñor.

* En julio de 1994, Juan Pablo II lo nombró obispo de Ciudad Valles, San Luis Potosí.

* En diciembre del 2000 tomó el cargo de obispo de Torreón.

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Escrito en: obispo José Guadalupe Galván

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