Con casi siete meses de embarazo, una mujer de 31 años se provocó un aborto, el cual realizó dentro del baño de su casa y envolvió el producto en una sábana dentro de un armario de su casa. El bebé estaba vivo y murió. Al descubrirse lo sucedido, la mujer fue detenida y ya está en el Cereso, toda vez que ayer se le formuló imputación.
Ayer tuvo lugar la audiencia de formulación de imputación en contra de Marina, de 31 años y quien tiene seis hijos, por el delito de homicidio calificado.
De acuerdo a las investigaciones del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Integridad Corporal, la imputada estaba embarazada, con casi siete meses de gestación y el lunes pasado, se provocó el aborto con unas pastillas.
Al sentirse mal, cuatro horas después, se metió al baño de su casa, abortó y ella misma cortó el cordón umbilical con unas tijeras, envolvió al producto en una sábana y lo escondió en el armario.
Más tarde, la mujer pidió ayuda a sus familiares para que, la llevaran al Hospital General a practicarse el legrado, pero los médicos la interrogaron y al no dar una respuesta convincente, reportaron el hecho a la Vicefiscalía de la región Laguna Durango.
El caso fue atendido por el Ministerio Público y al enterarse de lo sucedido y al encontrar al bebé, el médico legista, descubrió que había nacido vivo y murió, siendo detenida la mujer.