Painter trajo la solución a los problemas de las refresqueras e incluso ofreció más al patentar el 'abrechapas'. (ARCHIVO)
¿Imaginarías tener que consumir bebidas refrescantes que ya han perdido su gas? Si así fuera, probablemente preferirías beber otra cosa, lo que pondría en aprietos a las compañías productoras, como ocurrió a finales del siglo XIX.
En esa época tuvo lugar el llamado "boom" de las bebidas gaseosas o carbonatadas, que fascinaron a los consumidores pero tenían un severo problema: sus productores no habían encontrado un modo en que el gas de las bebidas no se perdiera y estas no se vieran afectadas en su sabor.
Para darle solución a este problema, surgieron varias propuestas, pero fue la del irlandés William Painter la que lo resolvió por completo.
La idea millonaria de Painter fue el "tapón corona", también llamado "chapa" o "corcholata" en países como México.
Este tapón que cierra herméticamente las botellas fue patentado el 2 de febrero de 1892 y significó hacerse de una gran fortuna a William, quien incluso creó su propia compañía dedicada a fabricar corcholatas.
Además, el irlandés demostró que pensó en todo y para 1894 patentó el "abrechapas", una herramienta que resolvió de momento cualquier posible inconveniente que presentara el uso de su "tapón corona".
