La mujer fue condenada a dos semanas de prisión. (ESPECIAL)
Gemma Wale fue denunciada por sus vecinos del barrio de Small Heath, Birmingham en Reino Unido, debido a que por las noches perturbaba el ambiente debido a los fuertes ruidos que emanaban de su habitación al mantener intimidad.
Según relatan algunos testigos para medios ingleses, la joven gritaba tan fuerte que lograba despertar a los habitantes de varias casas a la redonda. Inclusive alguno comenta que sus quejidos se prolongaban por lapsos de hasta 10 minutos continuos.
El malestar de las personas porque sus hijos escucharan a Gemma en tan bochornosa situación, los orilló a interponer una demanda ante la Corte.
La juez encargada del caso terminó por darle dos semanas de prisión a la chica de 23 años, no tanto por los escándalos nocturnos que protagonizó, sino por su actitud a la hora de ser confrontada, a lo que la autoridad condenó como “su falta de remordimiento” por su comportamiento.
