"Esperemos que Santos gane, La Laguna se lo merece", fueron las palabras de despedida que me dijo mi abuela antes de salir de casa. A pesar de que ella simpatiza con los colores de los Tigres, no dejaba de ser una lagunera que sentía la fiebre del Santos al salir a las calles de la Comarca.
El colorido santista se sentía desde el coche. Banderas, pinturas verdiblancas y por supuesto media Laguna con la playera del Santos bien puesta; me pasaba lo mismo que a mi abuela, la "santosmanía" me arropaba, como una gran esfera donde el futbol está en boca de todos.
Al llegar al estadio se percibía un ambiente fantástico, gente oleando sus banderas con la medida reglamentaria impuesta por la FMF, bandas haciendo bailar a la afición. El reflejo de una ciudad contenta en una noche de futbol.
"Hace demasiado calor, no sé cómo sobreviven aquí", se quejaba un aficionado queretano, que había comprado su boleto a 800 pesos en reventa; el camino del Corregidora al TSM son de largas 9 horas manejando, así contaba con un sublime entusiasmo previo al vivir la primera final de los Gallos en Primera División.
Javier Orozco jugando 'poker'
Cuando ocupé mi butaca, en el asiento W 51 del estadio, me contagiaba un ambiente meramente santista, algo que me emocionaba; partidos anteriores había mucha división, los Tigres y las Chivas por poco convertían al Corona en un recinto que los haría parecer locales.
El balón no esperó más en rodar; miles de banderas en plateas y tronadores estaban haciendo ruido en el estadio, en ese momento recordaba las palabras de mi abuela, y se me enchinaba la piel al saber que tenía razón.
Juegos pirotécnicos vestían el inicio de un partido que sería inesperado para todos, la contundencia que hizo falta en el torneo, se dejó ver en un solo partido.
El presente de Santos se veía optimista y seguro de sacar un campeonato, tal y como lo dijo Pedro Caixinha antes del partido en su conferencia de prensa, las palabras del portugués se hicieron realidad cuando Néstor Calderón mandó un trazo ejemplar a Djaniny, el momento en que todo el Corona se puso de pie y admiró el soberbio pase de gol que sirvió a Javier Orozco.
Tan sólo bastaron 5 minutos para que el estadio estuviera desaforado, gente gritando y cientos de mililitros de cerveza cayendo sobre muchas cabezas de aficionados que poco les importó tener ese particular olor a cebada.
La intensidad del aliento en la afición fue en aumento, la gente coreando las letras de las porras que emitían las barras; hacían un Corona espléndido, niños sobre sus butacas saltando de alegría, cómo uno de los mejores días de sus vidas.
No tardó en volver el furor de poder gritar un gol, Javier Orozco recibió un centro que remató completamente solo poniendo a su cuenta el segundo, el 'Chuleta' celebró tirándose al piso mientras la afición lo arrullaba con elogios y aplausos, probablemente ni siquiera él imaginaba un inicio tan perfecto.
Esa reacción de Orozco me recordó a Néstor Araujo cuando platicó acerca de su lucha por la titularidad, donde afirmó que nunca bajó los brazos. De igual manera Orozco despertaba emociones anotando goles en uno de los partidos más importantes de su vida, imponiéndose ante críticas y poca fe en su labor.
Los otros dos goles que metió Orozco fueron mero trámite, el Corona se le rendía a él y a Santos ante un Querétaro desalmado, sin ánimo de poder dar señales de vida. Ni siquiera Ronaldinho podía amortiguar la tremenda sorpresa que se llevaron en este juego de ida.
UN CORONA A SUS PIES
El mismo estadio que hace unos meses abucheaba y pedía la cabeza de Caixinha, ahora se resumía en sonrisas, padres abrazando a sus hijos, la victoria de Santos parecía un logro familiar, la emoción era muy solicitada en los pasillos del Corona.
El aplauso del saber que se está a un solo paso de levantar el quinto trofeo fue muy pasional; el torneo que parecía adversidad puede quedar plasmado en un éxito inesperado, tal como pasó en el 2007 con la reestructuración encabezada por Alejandro Irarragorri.
Mi abuela tiene razón, La Laguna se merece un campeonato, el símbolo de la región está haciendo lo que pocos pensaron al inicio de torneo, incluso de los que insistían en cesar al portugués como solución a la mala racha.
Tal vez el próximo domingo se repita el fenómeno social de ver pasar el trofeo de campeones por las tres ciudades, evento que se ha suscitado sólo en 4 ocasiones; la quinta está sólo a unos centímetros de ser levantada por el capitán Carlos Izquierdoz el próximo domingo en La Corregidora.
'Piojo' visita el Corona
"Miguel Herrera" hizo presencia de nueva cuenta en el Estadio Corona, el imitador se llevó las palmas por los aficionados que se tomaron el tiempo de tomarse fotos con él y bromear como si fuera el técnico de la Selección Nacional de México.
El Miguel Herrera falso, en tono bromista aparentó no saber nada de los jugadores, ya que dudó en decir nombres de integrantes del club lagunero, "Vengo a llevarme a todo el equipo a la selección", entre risas comentaba.
Incluso se dio tiempo de imitar el celebro que hizo Miguel Herrera cuando el América fue campeón, dando vueltas desaforadamente gritando gol muy fuerte.
El Miguel Herrera falso tomó los reflectores cuando fue captado en la transmisión entre Santos y Chivas elevando su popularidad por el gran parentesco con Herrera.
Banderas albiverdes desfilaron ayer hacia la victoria. Los aficionados caminaban que llenaron la Casa del Dolor Ajeno caminaban orgullosos portándolas. (Fotografías de Jesús Galindo, Ramón Sotomayor, Érick Sotomayor)
