Es por demás patético, vergonzoso y denigrante el espectáculo ofrecido en estos días por la FIFA, el máximo organismo del futbol profesional a nivel internacional.
Nueve dirigentes y exdirigentes de ese organismo además de cinco directivos de empresas de mercadotécnica enfrentarán los cargos de fraude en telecomunicaciones, crimen organizado y lavado de dinero antes las autoridades de Estados Unidos.
La justicia norteamericana investigó hechos desde 1991 y concluyó que de entonces a la fecha se entregaron por lo menos 150 millones de dólares en sobornos para negociar las transmisiones de partidos de futbol.
La mala noticia es que diez de los catorce presuntos culpables en esta red de corrupción son latinoamericanos. Se excluyen un directivo de empresa norteamericano, un dirigente de la FIFA de Trinidad y Tobago además de dos británicos de las Islas Caimán, también de la organización internacional.
Jeffrey Webb de las Islas Caimán, vicepresidente de la FIFA y miembro del comité ejecutivo, fue capturado por la policía suiza en Zurich al igual que otros seis directivos a petición de la procuradora de Justicia norteamericana, Loretta Lynch, quien encabeza las pesquisas de tan escandaloso caso de corrupción internacional.
En total fueron arrestados cinco latinoamericanos en el exclusivo hotel Baur au Lac durante la reunión previa a la elección del dirigente mundial de FIFA. Los detenidos son Eduardo Li de Costa Rica, Julio Rocha de Nicaragua, Eugenio Figueredo de Uruguay, Rafael Esquivel de Venezuela y José María Marín de Brasil.
El paraguayo Nicolás Leoz, exdirigente del comité ejecutivo de FIFA, no ha sido arrestado todavía como tampoco varios dirigentes de empresas de mercadotecnia, a saber los argentinos Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis, además de José Margulies de Brasil.
En este desastroso episodio para el futbol mundial, la buena noticia es que ningún directivo mexicano ha sido involucrado al menos en esta primera acción de las autoridades del vecino país.
Sin embargo, la Federación Mexicana de Futbol no quedó bien parada al enviar un comunicado en donde primero asegura estar comprometida en "proteger la integridad, la ética y la transparencia de nuestro deporte", pero luego concluye de manera parca que la FMF y sus directivos "no emitirán ningún comentario respecto a los hechos acontecidos el día de hoy".
El operativo ocurrió en la víspera de la elección del presidente de la FIFA para un nuevo periodo en donde increíblemente el suizo Joseph Blatter buscará -a sus 79 años- reelegirse una vez más y prolongar su "reinado" que inició en 1998 cuando relevó al brasileño Joao Havelange.
Por cierto, Havelange protagonizó una prolongada administración en la FIFA -de 1974 a 1998-que estuvo salpicada de denuncias por sobornos y corrupción.
Blatter declaró que este operativo resulta doloroso pero que limpiará por dentro a la organización. Pero en medio de tantas acusaciones y ahora cargos concretos en contra de altos directivos de la FIFA, será muy difícil para Blatter sacudirse del fantasma de la corrupción que ronda en el futbol mundial desde hace muchos años.
Apenas hace dos semanas la FIFA suspendió por ocho años a su expresidente Reynald Temarii por aceptar más de 300 mil euros por parte de Mohamed bin Hammam, uno de los principales patrocinadores de la candidatura de Qatar a la Copa del Mundo.
¿Por qué la sanción fue de apenas ocho años y no de por vida al incurrir en un grave hecho de corrupción? Sin duda el mundo de las patadas se ha convertido en un fabuloso negocio para unos cuantos dirigentes y empresarios que se han dedicado a enriquecerse a sus anchas.
¿Veremos algún día en México una acción penal tan directa o será que en nuestro país no existe corrupción ni lavado de dinero en el futbol profesional ni tampoco sobornos con las transmisiones televisivas?
APUNTE FINAL
Es martes 26 de mayo en el Forum de Los Ángeles donde el grupo irlandés U2 ofrece un extraordinario concierto, más de diez mil almas entre los 20 y 70 años disfrutan entusiastas en un ambiente ordenado y pacífico… Mucha cerveza, hot dogs y palomitas, pero no hay violencia ni olor a marihuana, tampoco consumo de drogas como en el pasado, vaya ni policías armados… ¿Cómo han logrado tal nivel de organización?
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