Fieles a la lógica de la rentabilidad política que tiene el deporte de las masas por excelencia, se dice que algunos candidatos y partidos están preparando colgarse de la posible quinta estrella de los Guerreros del Santos Laguna, más allá de que, como se ha visto, varios se han puesto la playera albiverde para sumar votos entre el electorado. Porque, vale la pena decirlo, ahora que el equipo lagunero marcha rumbo al campeonato, resulta que todos los políticos son fervientes santistas. Pues bien, nuestros subagentes disfrazados de despensas vencidas nos reportan que entre los que quieren aprovechar esta oportunidad destaca el suspirante a diputado federal del Priver, Refugio Sandoval. Cuentan que ya tiene listos varios camiones que fueron contratados ex professo para el eventual desfile de la victoria en caso de que los Guerreros desplumen a los Gallos Blancos.
La idea del equipo de campaña de don “Cuquis”, dicen, es llenar esos camiones de acarreados quienes, además de vitorear al conjunto verde y blanco, mostrarían su apoyo abierto al candidato para que los miles de personas que se espera que asistan al mitote vean quién es “el más cercano” a la causa guerrera. Además, se comenta que en caso de que el Santos se corone se pretende utilizar, para sacarle la mayor raja posible y eliminar de un plumazo las viejas críticas, el apoyo de 20 millones y demás beneficios fiscales que la máxima autoridad municipal otorgó al equipo para que se aliviane en sus finanzas. Comentan que la idea ahora es mostrar que, si todo sale bien, uno de los partidos que respalda al candidato Sandoval se la jugó al apoyar al campeón del futbol mexicano, aunque, claro, con recursos del respetable. Pero falta ver qué pasa en los 180 minutos que se disputarán el jueves y domingo próximos, si la directiva del club se muestra de acuerdo y si los demás partidos y candidatos no intentan hacer lo mismo.
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Y como todo, absolutamente todo, es susceptible de ser absorbido por las intenciones políticas de quienes sueñan con ser en el futuro gobernador o alcalde, gran actividad se ha observado en las cuentas de redes sociales de algunos legisladores federales con posibilidades y ansias de ser los ungidos en relación con la tragedia de Ciudad Acuña. Y así es que es posible observar en el mundo virtual a las senadoras Hilda Flores (del PRI) y Silvia Garza (del PAN) anunciando a los cuatro vientos su visita a la ciudad fronteriza para acompañar al preciso Enrique Peña Nieto en sus recorridos por las zonas afectadas. También se han visto mensajes de solidaridad y apoyo de otros suspirantes, como los diputados federales Guillermo Anaya y Marcelo Torres, y el senador Luis Fernando Salazar, los tres panistas; o del alcalde priista de Torreón, Miguel Riquelme. Y no es que esté mal que brinden ayuda y manifiesten su pesar por lo ocurrido, sino que a la vista de muchos malpensados resultan algo sospechosos los afanes por figurar como los primeros en atender a los necesitados al grado que parecen no conocer el famoso adagio de que es de gente decente dar sin esperar nada a cambio. Pero ya se sabe que en política nunca se da sin calcular lo que se pretende recibir de vuelta. Y en estos casos el reconocimiento, que abona en gran medida a las aspiraciones, es recibido con harto gusto.
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Quien aprovechó la visita a Coahuila para ir allanando el camino a sus aspiraciones fue la senadora Hilda Flores. Nuestros subagentes disfrazados de tazas de café turco nos informan que la legisladora se reunió hace unos días en un restaurante de Torreón con varias connotadas mujeres de su partido. El objetivo expreso de la reunión fue revisar algunos asuntos de la agenda de equidad de género, sobre todo en lo que toca a la representación de las damas en la esfera política, que sigue siendo dominada por los varones. No obstante, también se cuenta que debajo de ese objetivo se esconde otro, a saber: el cierre de filas de los liderazgos femeninos en torno a la figura de la senadora coahuilense con miras al proceso electoral de 2017, en el que se habrá de renovar la gubernatura del estado. Entre las convocadas por doña Hilda estuvieron la diputada local Verónica Martínez; la secretaria del PRI estatal, Diana Patricia Soto; la senadora Cristina Díaz; la regidora Lourdes Quintero, y la secretaria estatal de la Organización Nacional de Mujeres Priistas, Ana de la Fuente. Ahora que Coahuila cuenta con un Congreso local en donde prácticamente hay el mismo número de diputadas que de diputados, las voces de que el estado se encuentra listo para ser gobernado por una mujer han cobrado fuerza, sobre todo a la luz de los desmanes que han causado algunos hombres, claro que con la connivencia de algunas mujeres. Y estas mismas voces hablan de que no es tan remota la posibilidad de que la contienda quedara entre la senadora Flores, por parte del PRI, y la senadora Garza, por parte del PAN, aunque habrá que ver qué opinan los altos jerarcas -todos varones- de ambos partidos.
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Cuentan que harta muina generó entre un sector de la cúpula estatal panista el despido de muy mala manera que le aplicó el dirigente municipal del PAN, Ignacio García, a Malena Fernández, quien controla buena parte de la estructura clientelar blanquiazul. Dicen que al que peor le cayó el chistecito fue al senador Luis Fernando Salazar, sobrino de la afectada, quien al enterarse comenzó a mover sus piezas de tal forma que la dirigencia de don Nacho ahora pende de un hilo. Las malas lenguas comentan que es cuestión de días para que se dé el relevo en la guarida azul, pero no se sabe si esto ocurrirá antes o después de la elección. Como ya se había comentado, la salida de doña Malena afecta al PAN debido a las riendas que ella tiene en su mano para manejar las redes de apoyo, sobre todo en el distrito 06, en donde Jorge Zermeño tiene altas probabilidades de llevarse el triunfo. Hasta ahora no se habla de un plan B, pero sí de algunas cartas que podrían entrar al quite en la presidencia del comité. Entre ellos se escucha fuerte el nombre de Sergio Lara, coordinador de la bancada panista en el Cabildo de Torreón, a quien se le cargaría la chamba en una eventual doble función. En caso de que se concrete, algunos dudan que pueda con el pesado paquete, pero lo cierto es que él ya se está frotando las manos con gusto y ansiedad.
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Una pregunta ronda por las mentes y bocas de los espectadores de la cosa pública local y esta pregunta es si pasando el proceso electoral el inquilino del séptimo piso del edificio más caro de la ciudad ahora sí se decidirá a concretar los tan cacareados cambios de los funcionarios municipales que no funcionan, que llegan tarde a sus oficinas y que en vez de soluciones generan problemas. Y preguntan eso porque las quejas por travesuras, deficiencias y desplantes contra algunos directores se han ido acumulando. Tal es el caso del jefazo de Urbanismo Municipal, Gabriel Calvillo, el mismo que, según dicen, cuando fue embajador del gobierno de Coahuila en La Laguna y tenía injerencia en las obras del Fondo Metropolitano, metió las manos para que la constructora de un conocido familiar instalara una planta tratadora de aguas residuales en el Bosque Venustiano Carranza, obra tan “bien” hecha que nunca sirvió y que nadie sabe y nadie supo si investigó la Auditoría Superior del la Federación. Cuentan que ahora don Gabriel ha incursionado en el ramo de las gasolineras y que lo ha hecho agarrado de la mano de nada más y nada menos que Jesús Sotomayor, director jurídico del Ayuntamiento de Torreón, para hacerle la vida imposible a algunos de los que tienen la intención de abrir nuevas estaciones de servicio. No se sabe si actúan por consigna para favorecer a terceros y de paso sacar una tajada de varios ceros por ser parciales, o si sólo actúan por celo a sus funciones y tareas, pero lo cierto es que, misteriosamente, hasta se pierden expedientes en los casos.
