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María Eugenia Chellet

La diva del performance

Acción fotográfica Mona Lisa. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.Foto: Oliver Ludwing.

Acción fotográfica Mona Lisa. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.Foto: Oliver Ludwing.

Saúl Rodríguez

Por medio de su incursión en diversas disciplinas, como la fotografía, el collage, el performance, el video y la intalación, María Elena Chellet, indaga, profundiza, se refleja, deconstruye y reconstruye, el concepto de mujer a lo largo de la historia y en la actualidad.

Nacida en la Ciudad de México, en 1948, María Eugenia Chellet se graduó en la Universidad Iberoamericana con la licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Información.

Posteriormente, viajó a Inglaterra para realizar diversos estudios sobre fotografía en el City Literary Institute de Londres y cursó la maestría en Artes Visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Durante 34 años, desde 1975, fue catedrática en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, hasta su jubilación en 2009.

La influencia de la fotografía en su trabajo visual, conlleva al desarrollo de obras en otras disciplinas como el collage, el performance, la ambientación, la instalación, el video y la documentación.

“Llegué al arte a través de la fotografía y el collage (…) Me motivó en un inicio el encontrar mi rostro en la historia de la pintura y el cine. La pintura de Rubens, El sombrero de paja, y la actriz Bette Davis fueron enigmáticas en mi vida”, comenta la maestra Chellete en entrevista exclusiva para Siglo Nuevo.

A principio de los años ochenta, tras experimentar en la fragmentación artística, la también investigadora mexicana elaboró un conjunto de montajes-collage predigitales, donde plasmó un viaje entre los ideales femeninos del arte clásico y utilizó su propia imagen como modelo de sus series.

Obras como La cuñada de Rubens (1980), Complejo de musa (1981) y La maja soy yo (1989), formaron los cimientos artísticos en los que Chellet afianzó su carrera.

“Mi primera exposición individual, La maja soy yo, mostraba este juego de identidades, al ponerme en lugar de la modelo en las escenas más famosas en la historia de la pintura”, comparte.

Sus exposiciones y performance han ocupado importantes recintos internacionales como la Galería Trabant, Viena, en Austria y el Grace Exhibition Space de Nueva York, en Estados Unidos.

En México, sus obras se han exhibido en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, Centro Cultural de Pachuca, Museo de Arte Carrillo Gil, Casa Talavera, Academia de San Carlos, Museo Casa León Trotsky, Museo del Arzobispado, Museo Ex Teresa Arte Actual y Salón de la Plástica Mexicana, entre otros.

A María Eugenia Chellet se le puede definir como una artista que emplea el uso de la figura femenina bajo el análisis irónico de las imágenes representativas de la mujer en el arte occidental. Es fiel a la idea de que lo ideal sería la inexistencia de estereotipos, y por eso se aprovecha de los mismos para crear.

Erick Castillo, en su artículo Bonita hasta la muerte, publicado en Revista Replicante señala que La sensibilidad de Chellet es una apuesta congruente con la lógica de la cultura transmitida en la era industrial, en el sentido de que la artista afirma que se puede alcanzar un resultado de iluminación estética.

Se puede encontrar un esquema donde María Eugenia explora la identidad femenina, en especial, su vínculo con el cuerpo, la ironía y el humor. En sus proyectos, se aprecia el uso de representaciones visuales como figuras religiosas, vírgenes, prostitutas, divas, muñecas Barbie e incluso evocaciones a mujeres famosas como Marilyn Monroe, Mata Hari o Frida Kahlo.

FORMA Y EXPRESIÓN FEMENINA

Identificada con el conceptualismo, el arte barroco y el kitsch; la artista mexicana recurre al autorretrato como una forma de exploración propia, es decir, como un espejo de los factores emotivos con los cuales concuerda y el hecho de dirigirse a esto le permite hablar de las mujeres a través de ella.

Todos los objetos que utiliza en su trabajo son de su propiedad, ya sean heredados u obsequiados. Asegura que no busca los objetos, sino que los objetos van a ella.

La inspiración en las imágenes de sí misma, forja una autoafirmación como mujer en su lugar y tiempo, en el aquí y ahora. “El autorretrato es una forma de autoconocimiento, me permite reflexionar sobre mi vida en el espacio y el tiempo, constatar la certeza de mi existencia. También exploro mi identidad con humor, ironía y valentía”, recalca.

A través del collage, el autorretrato la lleva a mostrar una serie de atmósferas deconstruidas para poner en escena el cuerpo femenino idealizado en los medios de comunicación.

Mientras tanto, el performance, supone para ella un arte total y personal que requiere indispensablemente de un público. Con el uso de diversos elementos, Maria Eugenia, como performer, trata de expresarse y representarse ante el espectador, corriendo los riesgos que supone la percepción del mismo.

“El performance es el arte vivo del cuerpo, de la acción. Me interesa sobremanera porque en él encuentro un juego de la inteligencia y un espacio de libertad total. La participación de la audiencia lo hace único en su dinámica, una obra en coparticipación”, señala.

María Eugenia adquirió la fascinación por el performance, cuando se dio cuenta de que esta variante del arte le permitía ir más allá de sus límites al confrontarlos con los del público, al transmitir sus dudas y preocupaciones. Lo que es para ella, en parte, alternativa terapéutica y una especie de ritual.

Sus puestas en escena, transpiran la imagen clásica de la mujer en el arte occidental, contrastada, a veces, con el recurso de frases populares, esto en base a su interés.

En sus espectáculos ha presentado como la Venus de Milo, la Mona Lisa, la esposa de Giovanni Arnolfini, Juana de Arco, Cenicienta y múltiples versiones de la Virgen María.

BONITA HASTA LA MUERTE

Esta exposición de más de 100 obras, albergada en el Museo Ex Teresa Arte Actual en 2012, definió plenamente la visión de Chellet y se conceptuó como una “introspectiva antológica”; una recolección de artes no convencionales que exhibía los más de 30 años de trabajo de la artista mexicana desde la década de los ochenta.

“Mi trabajo incluyó una selección de mi variada producción en diferentes formas de expresión y técnicas, desde la cartonería, pasando por el arte-objeto, cajas de luz, videoarte, videoperformance, atmósfera, 'objetiches', electografía, collage, añoramas, dioramas, etcétera”, describe.

María Eugenia contrató al curador Erik Castillo, quien le ayudó a elaborar el guión. Posteriormente, ella misma realizó la curaduría con ayuda de los técnicos del museo. “La idea fue madurando poco a poco y el dialogar con ese espacio del Museo Ex Teresa Arte Actual se convirtió en un reto”, comenta.

Bonita hasta la muerte enmarcó las inquietudes que han dominado durante todo el trabajo artístico de Chellete. Consistió en una alegoría de los estereotipos femeninos localizados en cómics, la publicidad, las revistas y la cultura popular en general.

“El título contrasta la palabra hueca de 'bonita' con la de 'muerte'. Un acertijo a desmenuzar ¿Acaso deseo ser bonita hasta el momento de mi muerte? Un enigma a descifrar”, explica.

Destacó una combinación de lo agradable con lo desagradable, lo perfecto con lo horrible, lo estético con lo vergonzoso. Todo envuelto en la idea de convertir la percepción negativa de la muerte.

Por ejemplo, se podía observar la obra Las matriarcas, la cual representaba autorretratos de la artista en base a su cronología, donde empieza a los diez años y termina a los 60. Una alegoría de mujeres que flotan sobre figuras de superhéroes, demostrando que la fuerza femenina radica en todos los seres humanos.

“Las doce matriarcas recortadas a manera de autorretratos, mostraban diferentes edades, flotando sobre los superhéroes en la alfombra roja”, narra.

Los añoramas, fue otro de los elementos que componían la exposición. Esta realización, supuso una autobiografía de Chellet que fue contada a partir de objetos.

“Salimos a la nave central (del museo) y nos topamos con el texto de la doctora Elia Espinosa Las alegorías de la diva y enseguida una serie de Añoramas, es decir, arte-objeto puesto directamente en la pared. Fotografías acompañando el objeto familiar fotografiado hace dos, cinco, diez o sesenta años, anclado un texto haciendo una narrativa íntima familiar. Mucha gente disfrutó Los añoramas, otros la condenaron”, recuerda.

Además, en el performance Ellas, 13 mujeres estereotipadas se reunían a comer y brindar por la reina, quien es mecida en un columpio por un caballero del público al ritmo de El brindis de La Traviata. “En este performance tuve la extraña presencia del éxtasis, un regalo de la vida”, indica.

CUERPOS HABITADOS

Desde el 19 de marzo de 2015, esta exposición se encuentra abierta al público en el Museo de la Ciudad de México, teniendo un gran éxito y aceptación.

“Se trata de un videoperformance: Las dos majas. A manera de cuadro viviente, me presento como la maja desnuda que se viste a través del ojo de la cerradura y aparece como maja vestida”, expresa la artista.

En su artículo Los múltiples cuerpos de la Chellet, publicado el pasado mes de abril Confabulario, Antonio Espinoza escribe que, en Las dos majas, María Eugenia Chellete no se pregunta sobre la identidad de la mujer española sino sobre su propia identidad […] construye una suerte de ‘autorretrato viviente’ a partir de una imagen artística consagrada.

Por su parte Yareli Hernández, reseñó para CulturaMex: En esta increíble exposición se recrean algunos personajes iconográficos de los arquetipos femeninos que han trascendido en la historia cultural de todo el mundo.

En Cuerpos habitados, que estará abierta hasta el 13 de julio, también se pueden apreciar fotomontajes electrónicos de gran tamaño, donde se retoman fotografías del archivo performance de Chellet. “Algunas son de hace 20 años, otras son más recientes. Irrumpo en las imágenes de obra de arte. Los montajes los proceso electrónicamente generando una nueva imagen, a veces atrevida, a veces irreverente, pero siempre auténtica”, remata.

“Quiero seguir haciendo lo que me gusta y seguir exponiendo. Estoy por presentar en el CNA en el marco de un Festival Internacional de Performance, La justicia, un performance con el tema de las mujeres asesinadas en México, y proyecto una exposición en el Metro con vitrinas temáticas sobre mis arquetipos femeninos”, finaliza la maestra.

María Eugenia Chellet.Foto: Antonio Navia /Secretaría de Cultura de Ciudad de México.
María Eugenia Chellet.Foto: Antonio Navia /Secretaría de Cultura de Ciudad de México.
Las Matriarcas y la alfombra roja (fragmento), instalación. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.
Las Matriarcas y la alfombra roja (fragmento), instalación. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.
Vista general de Cajas objeto. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012. Foto: Gerardo Sánchez.
Vista general de Cajas objeto. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012. Foto: Gerardo Sánchez.
 La Muñe, adapatación del performance Homenaje a Juan José Gurrola. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.Foto: Gerardo Sánchez.
La Muñe, adapatación del performance Homenaje a Juan José Gurrola. Exposición Bonita hasta la muerte, 2012.Foto: Gerardo Sánchez.
Triada Chellet, obra gráfica (1988-1997). Exposición Bonita hasta la muerte, 2012. Foto: Gerardo Sánchez.
Triada Chellet, obra gráfica (1988-1997). Exposición Bonita hasta la muerte, 2012. Foto: Gerardo Sánchez.
Ellas, performance. Ex Teresa Arte Actual, 2012. Foto: Oliver Ludwing.
Ellas, performance. Ex Teresa Arte Actual, 2012. Foto: Oliver Ludwing.

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