Queda demostrado y es una verdadera lástima porque refleja el interés real de los máximos promotores del futbol mexicano, pero exhibe además el porqué en nuestro país todo mundo hace lo que le da su tiznada gana y más si se trata de famosos que carecen de humildad y a los que todo se les tolera, hasta en las cuestiones más sencillas y menos esperadas se hace presente ese problema tan grave que padece nuestra nación, la impunidad… Por qué los mexicanos seremos exageradamente tolerantes. Ronaldinho llegó a México para explotar su fama por el estilo de juego que tuvo, vino a echar la cáscara y cualquier toque de balón acompañado con un movimiento exagerado del brasileño se le festeja como si se tratara de una jugadota que define un partido importante, es más, el gol que anotó contra Veracruz lo festejó como si le hubiera anotado al Real Madrid en una final, cuando la realidad su disparo fue pésimo y el portero del puerto jarocho cometió un error que lo hizo llorar terminando el encuentro. Han venido otros extranjeros, tal vez con menos fama que Ronaldinho, pero con más futbol y más profesionalismo y ejemplos sobran, simplemente "El Perro" José Saturnino Cardozo, "El Cabo" Evanivaldo Castro Cabinho y en la actualidad, si se hiciera una evaluación de los extranjeros que juegan en México y que más aportan para sus equipos, Ronaldinho no figuraría en los diez primeros. Un profesional no necesita estar dentro del terreno de juego para participar en la derrota o victoria del equipo, el berrinche que hizo Ronaldinho se observa cada domingo en los campos de futbol amateur cuando sacan al más malo del equipo o a la llamada "estrellita" y se enoja amenazando que ya no dará para el arbitraje, que se sale del equipo y agarra su mochila y se va y al siguiente domingo es el primero que llega. El brasileño abandonó a Los Gallos, demostró que no le interesa su equipo y por consecuente que no le interesa el futbol mexicano, vino por dinero, ya se sabe, pero qué ha dado a cambio de ese billetote que está recibiendo. A Ronaldinho le desagradó salir de cambio, no tomó en cuenta que era un juego de liguilla y aunque no lo fuera, se fue del estadio Hidalgo y después, como sabe que en México se tolera, sencillamente sale a ofrecer una disculpa argumentando que fue por la pasión y el amor que le tiene al futbol, aunque la neta en la cancha con Querétaro no juega como jugaba con Barcelona, donde tampoco hacía esos berrinches. El futbol se contamina de política cuando el brasileño asegura: "estoy orgulloso de este proyecto y vamos a jugar la final"… igual que cualquier político cuyos actos no son congruentes con sus palabras. En una ocasión jugó la Selección de México no recuerdo con qué equipo, pero el partido era amistoso y sería en Estados Unidos… Rafa Márquez aunque fue convocado por el técnico, no vino, porque en el contrato que tenía con El Barcelona, había un punto en el que se decía que si se lesionaba en un juego amistoso, habría consecuencias en la relación con el equipo español… Pero en México todo se permite.
Por Martín Chávez
