Foto cortesía del Dr. Rodolfo Esparza C. En este lugar, en la cuchilla entre las vías del ferrocarril Central y la de Durango, estuvo la primera fábrica de Hilados y Tejidos 'La Constancia', en 1890-1914, propiedad de D. Adolfo Aymes.
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"FUNDADORES DE TORREÓN": Don Adolfo Aymes y D. Luis Veyán, fundadores de la primera fábrica de Hilados y Tejidos "La Constancia", en la cuchilla formada por las dos vías del ferrocarril a Durango y la Central, en la colonia La Constancia.
Estos datos los tomé de mi libro: "TORREÓN EN LAS LETRAS NACIONALES", Edic. 1986, como sigue:
"...Había venido a Torreón un sacerdote designado por el Obispo, para que los fieles no tuvieran que ir a Lerdo o Matamoros para el ejercicio de su devoción religiosa. Ese primer sacerdote se llamó D. PRUDENCIANO VILLALOBOS, y se dio a la tarea de contribuir a lo que fue la primera Iglesia y Parroquia de Torreón, LA DE GUADALUPE, misma que se consagró con una PRIMERA MISA SOLEMNE el 12 de octubre de 1895. En la construcción de esa iglesia, destacó de una manera muy especial la religiosa dama doña LUISA VEYÁN DE AYMES.
"MUERTE DEL HIJO DEL SEÑOR AYMES: En el año de 1895, se propagó una gran epidemia de viruela que ocasionó una gran mortandad, siendo una de sus víctimas D. LUIS AYMES VEYÁN, hijo de D. Adolfo y doña Luisa.
"OPERACIONES DE LA FÁBRICA LA 'CONSTANCIA': Las operaciones de productividad fueron extraordinarias en la Fábrica de Hilados y Tejidos 'La Constancia', que ya contaba con 200 telares, y conservaba su nombre que tenía originalmente en Mapimí, Dgo., y gracias a ese centro de trabajo, se llamó a esa colonia 'LA CONSTANCIA'.
"En la fábrica se empleaban regularmente un mínimo de 200 trabajadores y en ocasiones 300 y hasta 500, lo que significaba un GRAN CENTRO DE TRABAJO para la naciente Villa del Torreón.
"Don Adolfo Aymes, con objeto de tener algodón propio para su fábrica, además del que compraban, adquirió en 1898 el Rancho de SANTA LUCÍA a 16 kilómetros de San Pedro, que tenía una extensión de tierras de riego de la presa Guadalupe, que le construyó el Ing. Federico Wulff, de 1810 hectáreas que le producían buenas cosechas para su fábrica.
"COMO ERA EL TERRENO DE LA FÁBRICA": En el "Álbum de la Paz y del Trabajo", editado en 1910, se hace la siguiente descripción: "Divide una amplia calle de frondosos fresnos y otros árboles, la fachada del edificio, del grande y hermoso jardín que se extiende formando ángulo hasta cerca del cruzamiento de los citados ferrocarriles; jardín en el que se encuentran además de variadas plantas, infinidad de árboles frutales. Así, pues, el visitante queda agradablemente impresionado al recrearse primero con las bellezas de la naturaleza, para después quedar admirado con las manifestaciones de la inteligencia humana, viendo funcionar las máquinas que toman la materia prima y la llevan transformándola, hasta la última operación, que consiste en dejar concluidos los artefactos para que pasen al consumo de los mercados públicos.
"Se dice también en ese álbum, que el señor Aymes invirtió unos ochocientos mil pesos en negocios agrícolas en sociedad con D. ROBERTO DUGAY Y HERMANOS, los que tuvieron un final complicado entre los líos de un litigio.
"PRODUCCIÓN DE LA FÁBRICA: La visa de esta fábrica, en Torreón, fue de 24 años, de 1890 a 1914, en cuyo período produjo más de TRES MILLONES DE PIEZAS DE MANTA. La fábrica se terminó porque al tomar las fuerzas villistas la ciudad de Torreón, en 1914, sus soldados destruyeron totalmente la maquinaria y los salones los destinaron a caballerizas. Esto causó una decepción moral en aquel hombre que había luchado tanto para forjar una floreciente fuente de trabajo.
"Después de esto, se dedicó a los negocios agrícolas y fincas urbanas, invirtiendo su grande fortuna, que ahora manejaba en esas actividades, por medio de APODERADOS.
"La modestia y la bondad, eran cualidades de este gran caballero francés, que escogió esta tierra lagunera para formar su hogar y servir a sus semejantes con una fuente de trabajo que daba alimento a cientos de seres, cuyos padres o hermanos trabajaban esa bella industria de las telas.
"Todos sus biógrafos, coinciden en sus elogios, siempre bien merecidos de D. ADOLFO AYMES, a quien Torreón le debe mucho y le recuerda con calles que llevan su nombre. De la fecha y lugar de su muerte, no pude obtener datos.
