Río. Una mujer recoge una lámpara en el lugar en el que quedaba su casa antes del desbordamiento del río en Wimberley.
El gobernador de Texas, Estados Unidos, Greg Abbott, declaró el estado de emergencia en 24 condados a raíz de las fuertes tormentas e inundaciones que azotan al estado sureño y que ya dejan al menos un muerto y otros dos fallecidos en la vecina Oklahoma.
Texas se ha visto gravemente afectado en las últimas horas por tornados, tormentas e inundaciones que han forzado la evacuación de miles de personas de sus hogares y numerosos cortes en el suministro eléctrico.
Además, una docena de personas están desaparecidas y los tornados siguen amenazando zonas del centro y el norte de Texas.
"Texas ha reaccionado con rapidez con el envío de todos los recursos disponibles para ayudar a los afectados e insto a los texanos a que tomen todas las precauciones posibles para garantizar su seguridad, la de sus familiares y vecinos", dijo Abbott en un comunicado.
Las autoridades mantienen la alerta por tornados para las próximas horas en la zona central y norte de Texas y por inundaciones en gran parte del estado, así como en Oklahoma, Luisiana y Arkansas. Las inundaciones provocaron, además, este fin de semana dos muertes en Oklahoma, donde una mujer de 33 años murió dentro de su automóvil arrastrado por la corriente el sábado, y un bombero falleció ahogado cuando ayudaba a rescatar a otros ciudadanos el domingo. En Texas, hubo un fallecido este domingo en la ciudad de San Marcos a raíz de la crecida del río Blanco, según informaron ayer las autoridades municipales.
Las lluvias que se registraron a lo largo de este fin de semana en Texas y Oklahoma provocaron inundaciones que forzaron la evacuación de unas dos mil personas y causaron unos tres muertos en ambas entidades estadounidenses.
De acuerdo con las autoridades, dos personas murieron en Oklahoma y una en Texas, cuando un hombre fue arrastrado por la corriente del río Blanco que aumentó más de seis metros en una hora. Las comunidades de Wimberley y San Marcos, ubicadas a lo largo del río Blanco, fueron las más afectadas en Texas.
La situación en la comunidad de Wimberley era dramática al estimar que entre 350 y 400 viviendas fueron destruidas y tres personas permanecían como desaparecidas.
CASAS
Quedaron destruidas en la comunidad de Wimberley.
