La costumbre nos hace ver con normalidad los vicios y las virtudes de nuestra comunidad. Sin una mirada de asombro en constante renovación y sin una observación crítica aguda, es muy probable que esos vicios echen raíz en la cotidianidad y que esas virtudes no sean debidamente aprovechadas. Sin una mirada abierta, afilada, verse al espejo puede resultar poco provechoso para una sociedad. Es por eso que un ejercicio sano es mirar también a la ventana, hacia otro lado. Comparar, cotejar, aprender, enseñar, dar y recibir.
Las sociedades abiertas son las que tienen mayores posibilidades de crecer, de ampliar sus criterios, de extender sus alcances. Y esa apertura también implica ser receptivos a la opinión de quien viene de fuera y nos observa. Es lo que se conoce como la mirada del extraño o la visión del forastero. "Si deseamos comprender un pensamiento debemos tener presente la otredad. Los otros no piensan como nosotros", dice Carlos Castañón Cuadros en la introducción del libro Extrañas Latitudes. Tres visiones extranjeras sobre La Laguna: 1879-1945, compilado por él. Ver, vernos, a través de los ojos del otro, sugiere el historiador lagunero.
Pero esos ojos, esa mirada, no necesariamente deben ser los de un extranjero. Ese extraño o forastero puede ser también un compatriota y su observación tendrá el mismo peso. Una observación con la que se puede coincidir o se puede disentir. Pero, en cualquiera de los casos, una observación que nutre y complementa.
El viernes pasado estuvo en la Comarca Lagunera Sam Podolsky, consultor empresarial y actual presidente del Consejo Editorial de El Semanario. Es integrante de asociaciones como la Latin American Corporate Governance Roundtable, el Wharton Club, el Club de Industriales y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales. Entre su trayectoria destaca que fue presidente del Consejo de la Competitividad de la Ciudad de México durante el sexenio de Marcelo Ebrard. Su trayectoria incluye la presidencia en firmas como Spencer Stuart, AT Kearney y LeaderHunters.
Su visita a la región respondió a una invitación hecha por la organización civil Renacer Lagunero para impartir la conferencia "Detonar el progreso en La Laguna", como seguimiento a una primera visita y conferencia que se dieron en mayo de 2014. Una año después, Podolsky complementa en una entrevista que tuve la oportunidad de realizar, y que se publicó ayer en El Siglo de Torreón, su visión sobre la comarca, sus fortalezas y debilidades. Ofrece esa mirada del extraño a la discusión sobre cómo construir la base para un renacimiento económico regional que a su vez redunde en el incremento del bienestar de la sociedad. No es un punto final, sino un punto y seguido.
Resumo, de lo nacional a lo regional, los conceptos y apuntes aportados por Sam Podolsky con la mera intención de dejar un modesto registro de la visión de un forastero perito en temas económicos.
Panorama incierto. En el ámbito nacional existe gran incertidumbre por el futuro cercano. La caída en los precios del petróleo, la volatilidad en el tipo de cambio del dólar, la inseguridad, una reforma fiscal de efectos negativos, una reforma energética de alcances poco claros, contribuyen a alimentar esta percepción de incertidumbre.
Debilidad nacional que incide en lo regional. El nivel salarial es una de las principales debilidades del país y de la comarca. Los bajos ingresos de las familias impiden abatir la pobreza, la cual se busca combatir desde el gobierno con programas de asistencia social que tienen claros fines electorales. El desarrollo empresarial, entendido como desarrollo emprendedor, puede ayudar a elevar el nivel de los salarios.
Debilidad regional. La ausencia de un plan de visión regional en La Laguna impide detonar el crecimiento económico. No se observan cambios sustanciales en materia de inversión, nuevos proyectos de importancia con ópticas distintas a las exploradas hasta ahora. En gran medida esto se debe a que el gobierno no ha asumido el compromiso de fomentarlo, gobierno que además no responde a los intereses colectivos y que tiende a estar ajeno a la ciudadanía que lo elige.
Fortalezas. La principal fortaleza de la Comarca Lagunera radica en su sociedad. Una sociedad que se observa educada, con un nivel de discusión superior al del resto del país. Una sociedad que, según su ámbito, está conectada y tiene acceso a lo que ocurre en el mundo. Una sociedad con un gran potencial de cambio y una alta posibilidad de que ese cambio resulte exitoso.
Desafíos. La construcción de liderazgos adecuados es el principal desafío de la Comarca Lagunera. Liderazgos políticos, empresariales y sociales con una clara visión de los resultados a obtener. Pero para encontrar esos liderazgos, primero es necesario definir qué se busca, cómo alcanzarlo y, por fin, revisar quién puede llevarlo a cabo. La Laguna está exportando talento. Se debe buscar que ese talento se quede y se aproveche.
Por último, una definición de liderazgo. "Un líder es aquel que a pesar del ser humano es capaz de lograr lo pretendido sin dañar a la comunidad", dice Sam Podolsky.
Encuentro en cada uno de estos tópicos materia suficiente para el comienzo de un debate sobre las realidades y derroteros de la sociedad en La Laguna. Un debate franco, abierto. A esta visión de forastero es necesario incorporar otras más pero, sobre todo, la nuestra: una mirada crítica al espejo y un agudo asomo a través de la ventana.
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