Hacía el años 494 a. C., unos 16 años después de la fundación de república romana (509 a. C.), se suscitó una grave crisis social; los plebeyos de Roma, empobrecidos y endeudados, mutilados en sus familias y bienes y sin ninguna participación o igualdad de derechos civiles y políticos estaban llegando al culmen de la desesperación; hastiados por la desigualdad, realizaron una rebelión que consistió en que toda la plebe se retiró al Monte Sacro, cercano a Roma y amenazó con fundar una nueva ciudad plebeya. Inteligentemente el Senado decidió sacrificar algunos privilegios para aliviar la asfixia social que estaba amenazando a Roma con dividirla y que, lógicamente, hubiese significado una guerra civil y su posterior destrucción y la ocupación de su territorio por los pueblos vecinos.
Esta lucha plebeya logró que los patricios accedieran a diversas peticiones como suspender la pérdida de la propiedad a causa de deudas, se crearon colonias y se entregaron tierras, y lo más importante: Se estableció el tribunado de la plebe, un contrapoder al senado y a los cónsules. Durante el siglo V a. C. los tribunos de la plebe ampliaron su influencia sobre la vida política y económica de Roma. Este cargo sería sacrosanto; es decir, que quien lo ocupase estaría protegido de cualquier daño físico, y que tendría el derecho de auxiliar a los plebeyos y rescatarles del ejercicio del poder de un magistrado patricio. Los Tribunos adquirieron un amplio poder a través del derecho que les daba el poder de "Veto" sobre cualquier ley o propuesta de algún magistrado, incluyendo otros Tribunos, contra la Plebe. Estas facultades obligaban que la casa del Tribuno estuviera abierta día y noche. Los Tribunos de la Plebe eran elegidos por la Asamblea de la Plebe.
La nueva tragedia política que se escribió esta semana con las declaraciones "privadas" del consejero presidente nacional del INE al descubrirse su xenofobia hacía los indígenas. Resulta que un grupo de ellos acudieron ante el "Presidente del INE" a solicitarle ayuda; a él, en su calidad de alto funcionario electoral; fue él quien los recibió y quien más tarde se burló de ellos, no un ciudadano común, sino el baluarte de la democracia. Eso demuestra una vez más que nuestra clase política está vacunada contra la humildad y ya se infectó con la epidemia de arrogancia y prepotencia; porque lo que los indígenas le pidieron a Córdova, fue exactamente lo mismo que los romanos plebeyos exigieron al senado hace 2,509 años: representantes populares que cuidaran de sus derechos; la plebe romana recibió respuesta positiva de los soberbios senadores y, los indígenas guanajuatenses, sólo obtuvieron burlas soeces.
Este escarnio racista a los indígenas, los auténticos mexicanos, los dueños originales de tierras y aguas del país, del petróleo, del oro y todo cuanto se explota, demuestra lo que estos políticos piensan realmente del pueblo; nos enseña su auténtico contenido ideológico; los identifica más allá del discurso político, demagógico y amañado, juegan a ensañarse con conductas anticonstitucionales al discriminar a personas debido a su origen étnico; exhiben negatividad absoluta a la diversidad étnica.
Es aquí cuando debemos actuar los ciudadanos conscientes; si éstos son nuestros representantes que defienden la democracia y los Derechos Humanos: ¿Qué podemos esperar de los mapaches electoreros vestidos con pieles de demócratas? Por ello debemos seguir muy de cerca la designación de los consejeros electores del nuevo organismo que será quien lleve a cabo el próximo proceso electoral de Coahuila; debemos conocer quiénes son esos 143 ciudadanos que presentaron su papelería para conformar el OPLE del estado. En esto el INE debe actuar con su principio de "máxima publicidad".
Trabajemos desde ahora en dos pasos previos a la integración del organismo y un tercero a plazo permanente:
Primero: Formemos grupos de ciudadanos que investiguen a todos y cada uno de los aspirantes a integrar el Organismo Público Local Electoral de Coahuila, y en su momento, el de Durango. ¿Quiénes son?; ¿En cuál o cuáles instituciones han colaborado?; si dicen realizar acciones sociales ¿En qué OSC´s han actuado y que beneficios han realizado?; dar seguimiento a las mismas instituciones sociales a las que dicen promover; si son o han sido directivos de las mismas, revisar los números de esas instituciones, que no hayan sido castigadas con suspensión de subsidios o retiro de la deducibilidad de impuesto. Si han ocupado cargos de gobierno, cuál fue su comportamiento. Para ello debemos exigir al INE informe con precisión absoluta quiénes son los y las candidatos al OPLE del estado y buscar toda información posible sobre ellos.
Segundo: Obtenida y certificada esa información, para que no haya sorpresas, enviarla al Consejo General del INE quien los designará. No vaya a resultar que vuelvan a ser nombrados los mismos del IEPCC a quienes ya no queremos por deshonestos y por haberse enriquecieron todos estos años al beneficiar únicamente, al cien por ciento al PRI. Debe haber nuevos árbitros y no olvidemos que el futuro político del estado dependerá en buena medida del nuevo y no podremos esperar rectitud si siguen los mismos mapaches de toda la vida.
También exijamos al Consejo General del INE que él, a su vez, investigue a estos candidatos al OPLE, ya que se han presentado verdaderos y auténticos lobos disfrazados de humildes carneros, gente que dice hacer bien y sólo ellos logran vivir muy bien.
El tercer paso, de carácter permanente, es el de darle seguimiento a su comportamiento ya designados, no vayan a resultar xenofóbicos y con tantos o más asesores como el propio Consejo General del INE, donde cada uno de sus integrantes cuenta con varios asesores y cada consultor percibe un sueldo promedio de 75,000 pesos mensuales. Una vergüenza dentro del mismo proceso electoral, ya que, en sentido inverso, los Capacitadores Asistentes Electorales, las personas que realizan todo el trabajo sucio de la elección, esos molestos ciudadanos que van a tocarle a Usted a su casa para pedirle que forme parte de la mesa directiva de la casilla donde le corresponde emitir su voto, que cargan mochilas llenas de folletería, que no tienen días ni horas de descanso, apenas arañan los seis mil pesos mensuales menos impuestos.
Es ahora que debemos empezar a ocuparnos de los asuntos importantes del país, después no nos quejemos.
