La Central Aérea y campo de aterrizaje se ubicó en lo que hoy es el parque Las Auras.
En las dos primeras décadas del Siglo XX la transportación aérea se empezó a establecer en todo el mundo y había ido incrementándose su crecimiento paulatinamente y en pocos años podría competir con los ferrocarriles y las embarcaciones. Respondiendo a ese cambio aquí en la región Lagunera en marzo de 1925, los señores Stanley Dutton Pegram y Hawley, formaron una compañía de transportación aérea que se denominó "Transportes Aéreos de La Laguna", con el fin de explotar máquinas voladoras para conducir pasajeros de un lugar a otro, dentro y fuera de La Laguna, utilizando en forma provisional un campo aéreo que existía en San Julián, perteneciente a la Ciudad de Torreón.
En ese entonces el Vice Cónsul Inglés visitó Torreón y gestionó un terreno para un campo aéreo en esta ciudad para la formada Compañía de Aviación; pero en vista de que los terrenos se habían dotado para la construcción de escuelas, no se logró el negocio. Al poco tiempo la Empresa Aérea se decidió por un terreno que estaba ubicado en Cd. Lerdo, entre la calzada Insurgentes y la vía del Ferrocarril Eléctrico de Lerdo a Torreón, comisionando al ingeniero España Benítez, quien se encargó de realizar el deslinde procedente. Para mejor servicio a los usuarios y colaborar para una mayor comodidad de los pasajeros de los pueblos vecinos, el señor don Alfonso Sariñana directivo del Ferrocarril dispuso de una "parada del tranvía" con el nombre de "Aviación", ubicada en frente al campo de aterrizaje y antes de llegar al parque "Guadalupe Victoria", a ciento cincuenta metros del cruzamiento del kilómetro número tres.
El Ayuntamiento de Lerdo le autorizó a la compañía aérea un pozo de agua potable, con bomba y motor eléctrico para suministrar al campo de aterrizaje. La empresa le propuso al Ayuntamiento que fueran a la mitad de los costos, con la condición de que la administración utilizaría los servicios de la bomba para el riego de las calles adyacentes al parque Victoria, al mismo tiempo la autoridad municipal como una manera de dar una buena imagen a los visitantes les solicitó a los vecinos de la localidad, que repararan las banquetas y blanquearan el frente de sus casas.
El señor Stanley Dutton Pegram en varias ocasiones realizaba vuelos desde Monterrey a bordo de aeroplanos, con el fin de demostrar confianza entre los usuarios de que el equipo aéreo con el que contaba era de excelente seguridad. Uno de ellos era un poderoso avión marca Kurtis de ciento ochenta caballos de fuerza tripulado por el piloto Mr. Les Maoldin, quien hacía la ruta Dallas, Texas, Monterrey-Torreón.
Una vez establecida en Cd. Lerdo la Central Aérea, tuvo la oportunidad de dar el servicio de transporte de dinero y viajes de esta ciudad a algunos ranchos, pero a la vez éstos tendrían que limpiar un espacio en sus fincas para que aterrizaran los aviones marcados con las iniciales del nombre del rancho. Asimismo, amplió sus actividades con la fumigación de los campos de algodón plagados, realizándose por medio de los aeroplanos por el sistema "exprés. La Compañía Aérea en Lerdo, no nada más beneficiaría a los usuarios de los distintos municipios de La Laguna, sino también a los integrantes del Comité Administrativo de los Ejidos de C. Lerdo, quienes aportarían el terreno de diez hectáreas rentado para utilizándose como Estación Central del servicio aéreo y campo de aterrizaje, para lo cual se recompensaría al Comité con una cantidad de mil quinientos pesos, dando también la compañía toda clase de facilidades para que sus aparatos fueran utilizados para combatir plagas de los campos complementándose con trabajo a personas competentes para las obras y acondicionamiento del campo.
La empresa de aviación el día 18 de abril de 1925, inauguró sus actividades haciendo su primer vuelo de Ciudad Lerdo a Monterrey, saliendo a las 5:20 A.M. con destino a la ciudad de Monterrey. El aeroplano fue tripulado por el piloto Les Maoldin llevando como pasajero al Señor Pegram. Habiendo llegado el Aeroplano a la Sultana del Norte a las 7:35, realizando un recorrido de 400 kilómetros en dos horas quince minutos, que fue el menor tiempo empleado en comparación con lo que se habían hecho otras veces, que generalmente eran 2 horas y media o tres horas, estableciendo un tiempo récord.
Las actividades aeronáuticas de esta compañía establecida en Ciudad Lerdo, había ampliado rutas en pueblos que dieron prueba de progresar, estableciendo 10 campos de aterrizaje en los siguientes lugares: Lerdo, Viesca, Santa Teresa, Lequeitio, Finisterre, San Pedro, Durango, Hipólito, Parras y Mapimì. Con las nuevas rutas en la región la Compañía anunció que ya contaban con nuevos aeroplanos de las mejores marcas y su grupo de pilotos con excelentes experiencias para prestar servicio de transportación aérea, con aviones de 4 pasajeros marca Lincoln y aparatos para dos pasajeros para viajes. Haciendo hincapié en los vuelos de placer y de urgencia, con un precio por pasajero de $ 10.00 por vuelo de cinco minutos, $ 15.00 diez minutos y de viajes especiales.
Después de ir tiempo en popa las actividades de la Central Aérea, en agosto de 1925 los medios de comunicación informan una mala noticia relacionada con una orden del Gobierno federal, por conducto del Departamento de Aviación, que ordenó se recogieran los aparatos voladores que desde hacía algunos meses venían operando en la región Lagunera con relativo éxito. Según la autoridad manifestó que la causa principal fue una queja del gobierno americano que decía que al pasar los aviones particulares por territorio estadounidense, introducían bebidas embriagantes y sustancias no permitidas.
Este problema provocó que también el gobierno mexicano les pidiera por medio de la representación diplomática al gobierno de la Casa Blanca, que impidiera a aviones pertenecientes a ciudadanos americanos hicieran algunos vuelos, con los que se violaba la ley "Volstead" y además de conducir drogas heroicas. En tal sentido tras las reclamaciones de ambos gobiernos, llegaron al acuerdo de que fuera el gobierno mexicano el que oficialmente controlara el servicio de aviones y de que no concediera permiso a empresas particulares del país, cuando menos por ese tiempo. Y así fue que la octava cuadrilla de aviación con base en "Monterrey", recogió los aparatos que había en la región, informándole a la Compañía de Aviación de Lerdo la disposición del señor general Joaquín Amaro, Secretario de Guerra y Marina.
Como es natural los señores Pegram y Hawley trataron de tener un arreglo con las autoridades mexicanas, haciendo lo posible, a fin de que se cancelara la disposición dictada; pero todo fue un fracaso, pues la medida fue impuesta por el propio Primer Magistrado de la Nación, ante cuyo recurso no hubo más que obedecer. Con la suspensión del servicio aéreo a fines del mes de agosto de 1925 provocó la cancelación de varios proyectos que la Compañía de Transportes Aéreos de la Laguna establecida en Lerdo, como fue la ruta de Lerdo a Mazatlán que tenían preparada para desenvolver sus actividades y establecer las comunicaciones aéreas en ese paradisiaco lugar del Pacífico.
Estas medidas fueron de fatales consecuencias para el progreso de Cd. Lerdo, pues se esperaba que con la Central Aérea viniera en un futuro beneficios para la población. El municipio en aquellos aciagos tiempos estaba en una total decadencia económica y sus actividades de los pequeños negocios comerciales se encontraban apenas levantándose después de la guerra civil de la Revolución Mexicana. Por lo que podemos deducir con este proyecto frustrado, que a Lerdo todavía le seguía pegando la maldición del siglo XIX por haberse instalado el Ferrocarril en su municipalidad.
