El futuro según Disney

Con su nueva película Tomorrowland, Disney busca demostrar que, si bien por años fueron los responsables de crear mundos en los que existían los finales felices, ahora las historias por la que la apuesta han evolucionado, mostrando mundos o universos en los que la tecnología y los problemas ambientales son los focos principales de sus producciones.

Al menos así lo consideran Damon Lindelof productor del filme, quien en la industria del entretenimiento cobrará relevancia tras ser responsable de producir éxitos de culto y taquilla como Lost y Stark Treck.

Lindelof confiesa que en un inicio hasta él se mostró expectante con esta historia futurista que irónicamente inicia en la década de los 60 durante el pleno auge de Disney.

"Todos crecimos con Disney y sus cuentos de hadas y aventuras, pero también fuimos parte del surgimiento de grandes historias como Star Wars y Stark Treck, así que pensé en una historia que pudiera mezclar estas dos partes", señaló Lindelof.

Damond -uno de los cinco productores más influyentes de EU, según Hollywood Reporter- señaló que, aunque tenían el apoyo de la casa del ratón y del propio George Clooney, quien afirmó que se enamoró del proyecto, levantar este filme en tiempo de superhéroe no fue fácil.

"Hoy en día la industria y el público están enamorados de los superhéroes, la fiebre por ellos es irreal, ha hecho que la industria de alguna manera se reactive pero eso ha hecho que se dejen de lado proyectos con ideas originales, nosotros apostamos por Tomorrowland".

Es justo en medio de este mundo lleno de superhérores, cómics y remakes cuando Lindelof se unió a Brad Bird para llevar a la pantalla grande un concepto al que define como "original y propositivo que apela a lo mejor de nuestra niñez, creo que es una idea original que te habla de mundos fantásticos".

Aunque viene con el respaldo de Disney, que financió el proyecto, la idea del filme surgió de un concepto original que al principio fue emocionante para él y después resultó un gran desafío llevarlo a cabo.

En el largometraje protagonizado por George Clooney se apela a perseguir los sueños, a cuestionarse qué hay más allá de nuestros ojos, pero teniendo como marcos históricos la guerra fría, un escenario no muy alentador para un filme infantil.

Para Lindelof uno de los aspectos más difíciles de la cinta fue recrear la visión que Walt Disney tenía sobre el futuro y cómo cambiaría la ciencia a el planeta. "No fue fácil crear este mundo, pasamos seis meses en su construcción. Mucho de esto se basa en una investigación real que estábamos haciendo sobre la historia de la compañía de Walt Disney, y en particular, el futurismo de Walt, y la Feria Mundial de 1964", explicó.

En la cinta, Clooney da vida a Frank, un señor que de niño visitó un lugar paradisiaco llamado Tomorrowland en el que las mentes más brillantes y creativas de la época vivían hasta que un suceso desconocido lo cambió todo.

Harto de las desilusiones de la vida, se aparta de la civilización hasta que a su vida llega Casey, una brillante y optimista adolescente llena de curiosidad científica, y se embarcan en una peligrosa misión para develar los secretos del enigmático lugar perdido en algún punto del tiempo.

Ambos tendrán que viajar a dicho lugar, en donde sus acciones cambiarán de forma positiva al mundo y a ellos mismos.

"Creo que cuando comenzamos a realizar la película empezamos a preguntarnos: ¿y si había algo más para las ferias del mundo? ¿Y si en realidad eran convenios de sigilo para los artistas e inventores más creativos y científicos que el mundo tenía que ofrecer? ¿Y si todos fueron reuniendo en habitaciones secretas en esas ferias? Lo que construirían esas personas", explicó Damon.

De muchas maneras, Tomorrowland, que se estrenó este viernes, es una respuesta al cinismo moderno, a menudo evidente en las redes sociales.

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Desde niño pensaba en Tomorrowland

George Clooney, quien nació en 1961, durante la era de la carrera espacial, recuerda cómo ésta influyó en su juventud.

"Toda mi niñez comí comida espacial y bebí Tang", dijo el actor en una entrevista reciente.

Para cuando Clooney tenía 8 años, un hombre ya había pisado la luna. Incluso en medio de la agitación política y social de la época, les era difícil no verlo todo con lentes rosa, en especial con Walt Disney como un defensor constante y convincente de un futuro optimista.

Disney, en su serie de televisión Disneyland, le presentaba a sus jóvenes espectadores ideas científicas e imaginaba cómo sería el futuro.

"Estábamos bastante convencidos de que en algún momento de nuestras vidas, el mundo iba a acabar en un holocausto nuclear. Ésa era una posibilidad real", dijo Clooney. "Era tan malo como cualquier cosa que vemos hoy, pero todos pensábamos que de algún modo se iba a resolver". Hasta Clooney tuvo una experiencia transformadora en el parque.

"Tenía 6 años cuando fui y fue fascinante. Tomorrowland iba a ser el futuro. Pensé que de hecho así iba a ser", dijo el actor.