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'Seguro murió con cámara en mano'

SUS FAMILIARES LAMENTAN LA DOLOROSA PéRDIDA

Fotógrafa. La duranguense Sara Medina en un autorretrato.

Fotógrafa. La duranguense Sara Medina en un autorretrato.

AGENCIAS

Sara Medina nació en Durango en 1991, y se casaría en agosto. Para lo único que iba a regresar a Estados Unidos era para firmar un documento y hacer una familia, pero sin dejar de trabajar en lo que ella había escogido desde sus años de estudiante en la preparatoria.

Y sí, regresará de manera anticipada a Chicago, Illinois, donde vive su familia. En unos días su cuerpo estará junto a su madre y hermano, a quienes no veía desde hace año y medio, desde que viajó a su base militar localizada en Okinawa, Japón.

Fue desde ese país oriental donde salió con rumbo a Nepal para prestar auxilio humanitario en las zonas de la montaña afectadas por el sismo, del pasado 25 de abril.

Apenas con 23 años la oficial Medina estaba orgullosa y muy contenta de lo que hacía, de su servicio a Estados Unidos, el país que le dio su segunda nacionalidad a sus 12 años, cuando su mamá se casó con un ciudadano estadounidense.

Su hermano mayor Luis Carlos, quien reconoce que decidieron permanecer en Chicago por falta de oportunidades en México, recuerda que desde la "high school" Sara decidió incorporarse a un programa del gobierno estadounidense para servir en las fuerzas armadas. Optó por el cuerpo de Marines y desarrollarse en él como fotógrafa.

La joven de 23 años, quien viajó a Nepal para prestar auxilio humanitario, aquí con su familia con la que no se reencontrará.

"De chiquilla fue un poco rebelde, pero ya en la preparatoria se graduó con honores. Amaba lo que hacía. No hubo nunca algún comentario en el que se notara un deseo por salirse de las fuerzas armadas. Estoy seguro de que quería llegar a tener un alto rango".

Y así con ese sentido del deber, Sara llegó a Okinawa y de ahí fueron requeridos para prestar apoyo a los nepalíes de zonas más aisladas y donde sólo un helicóptero podría llegar.

Fue el 12 de mayo cuando sobrevolaban la zona en la aeronave del país con la bandera de las barras y las estrellas.

En las noticias aparecía el encabezado de que un helicóptero con seis marines estadounidenses y dos soldados de Nepal, había desaparecido en la zona boscosa. Nada indicaba que algún rastro de sangre mexicana estuviera en esa tragedia.

"Ella siempre supo del riesgo que implicaba su trabajo y nosotros también, por la exposición, pero siempre nuestro deseo más profundo era volverla a ver sana", dice Luis Carlos.

"Ella siempre supo del riesgo que implicaba su trabajo y nosotros también, y siempre deseamos volverla a ver sana y salva”. — LUIS CARLOS, Hermano de Sara

Luego de tres días de búsqueda fueron encontrados los restos de la aeronave UH-1Y y sus tripulantes, en un lugar cercano a la frontera con China, unos 70 kilómetros al noreste de Katmandú.

Sara hacía lo que se llamaba "fotografía de combate", retrataría todas esas necesidades en Nepal y la actuación de sus compañeros. "Estoy seguro de que murió con su cámara en las manos", dice su hermano.

Los "marines" han dicho a Luis Carlos que en unos días estarán los restos de Sara de vuelta en Illinois. Le harán homenajes en su escuela y sus compañeros marines.

"Ella decía que si le pasaba algo hubiera el apoyo espiritual de un pastor. Pero que si alguien quería rezarle, tampoco habría problema, todo era recibido de corazón".

Sara habló el pasado 10 de mayo a su casa para felicitar a su madre.

Ella por ahora se encuentra tranquila, porque dicen, las peores noticias ya pasaron. Pero la familia está consciente que volver a estar con los restos de su hermana, quien cumpliría en noviembre 24 años, moverá sentimientos, los hará llorar. Luego la llevarán a sepultar a Durango, donde tiene mucha más familia. "Todos los que venimos tenemos la ilusión de volver a nuestra tierra. No tiene caso que la dejemos aquí y se quede sola. Era estadounidense, pero la tierra donde nació la reclama".

La familia de Sara conserva muchas fotos de ella. Desde el bachillerato se dedicó a la fotografía e hizo amigos los que les encantaba esta profesión, incluso marines hoy en activo.

Sus compañeros y ella se tomaban fotos de manera mutua y las conservaban. Ahí ves a Sara en un estudio donde unos zapatos y un sombrero están tirados en el piso.

Ella sentada en el piso y rodeada de prendas suspendidas en el aire. Ella posa y la composición fotográfica es cuidada.

Adoraba la fotografía. A ella le pedían tomar eventos y desfiles en el cuerpo de "Marines", pero en sus tiempos libres sus retratos eran de la vida. El trabajo de Sara también se encuentra en el sitio especializado Defense Video & Imagery Distribution System. La página contiene de las últimas fotografías que tomó en Nepal.

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