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Tiempo de burbujas

SALVADOR KALIFA

La política monetaria laxa de la Reserva Federal (Fed) desde que comenzó la Gran Recesión de 2008, si bien tiene como objetivos centrales incrementar el empleo y elevar el crecimiento económico de Estados Unidos (EU), también ha tenido efectos colaterales dentro y fuera de su país.

Entre éstos destacan un mayor endeudamiento de empresas y gobiernos, así como un aumento considerable en el precio de los activos, en particular las acciones.

En efecto, las bajas tasas de interés han facilitado un mayor endeudamiento de empresas y gobiernos, lo que ha sido particularmente notorio en algunas economías emergentes como México, donde el déficit público aumentó en años recientes y ha sido financiado, en su mayoría, por flujos de capital externo.

Las bajas tasas de interés también propiciaron un auge en los mercados bursátiles, de manera que varios índices en EU y bolsas de valores alrededor del mundo, entre las que se encuentra la mexicana, están en niveles récords históricos o muy cerca de ellos, pagándose las acciones a múltiplos no vistos salvo en épocas de burbujas bursátiles.

En dicho contexto no extraña que aparezcan diversos personajes llamando la atención sobre la posibilidad de que, otra vez, se estén creando burbujas financieras.

Por ejemplo, a principios de este mes Janet Yellen comentó que los precios de las acciones están "muy altos"; mientras que el lunes de la semana pasada, el exsecretario del tesoro de EU, Henry Paulson, declaró que "mientras no se regrese a un mundo donde las tasas de interés… reflejen la realidad económica, habrá burbujas de activos…"

De la misma forma, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, ha repetido en varias ocasiones que "un riesgo de mantener (las tasas de interés) en el nivel de cero por demasiado tiempo es que pudiera propiciarse una burbuja significativa en el mercado de activos".

La historia nos enseña que los inversionistas aceptan que existe una burbuja hasta después que se revienta. Por lo general, un alza de las tasas de interés como la que se espera comience este año tienden a "reventar" las burbujas y llevan los precios de los activos a niveles más acordes con sus estándares históricos.

En consecuencia, el comienzo del alza de tasas en EU despejará la duda de si estamos hoy día frente a una burbuja o una nueva normalidad para los mercados financieros.

Ese día de la verdad, sin embargo, se ha pospuesto ya en muchas ocasiones. La debilidad de los datos económicos en EU ha obligado varias veces al Fed a retrasar el primer incremento de las tasas de interés.

El desempeño de la economía estadounidense durante los primeros cuatro meses de 2015 no fue la excepción. Las ventas al menudeo se estancaron en abril y el índice de precios al productor cayó inesperadamente.

Eso sirvió para que los analistas descartaran un alza de tasas en las reuniones del Fed de junio y julio, y ahora apuesten que, de suceder este año, sería en alguna de las tres reuniones finales (septiembre, octubre y diciembre). Este cambio de manera de pensar llevó a una depreciación del dólar y a un auge de las bolsas de valores tanto en EU como en los mercados emergentes.

No obstante, cuando finalmente ocurra el primer incremento de la tasa de los fondos federales, comenzará un proceso paulatino de alzas (por varios años) para regresarla a la "normalidad" (entre 3.5 y 4 por ciento), lo que pudiera, aun sin reventar burbujas, crear trastornos en las economías emergentes y en los mercados financieros, tanto bursátiles como de divisas.

En México el efecto inmediato del incremento de tasas en EU será una caída del mercado de valores y una depreciación del peso. La magnitud y duración de esos trastornos dependerán de lo que suceda en los días siguientes en los mercados estadounidenses, así como de la reacción de nuestras autoridades monetarias.

El jueves pasado se publicaron las minutas de la reunión de abril de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico). La mayoría de sus miembros estuvo de acuerdo en que "tomando en consideración el reciente ajuste fiscal y el que las expectativas de inflación están bien ancladas, adelantarse a la Reserva Federal tendría más costos que beneficios".

Considerando que nuestro banco central está dispuesto a jugársela hasta que las tasas suban en EU y que sus reuniones serán previas a las del Fed en lo que resta del año, será interesante ver si cuando ocurra el alza allá, la reacción en los mercados financieros y la evolución del peso le permitirán a Banxico esperar para subir su tasa de referencia hasta la fecha de su siguiente reunión, o tendrá que actuar de manera precipitada y fuera de calendario, poniendo en entredicho el manejo independiente de su política monetaria.

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