Un dulce remedio

El Xilitol es un compuesto que pertenece a un grupo denominado “alcoholes de azúcar”, que en la naturaleza se encuentra en una gran variedad de frutas y vegetales.

Es utilizado principalmente en la industria alimentaria como sustituto del azúcar desde finales del año 1960 y se extrae principalmente de la corteza del abedul o mazorcas del maíz. El cuerpo humano lo produce de forma natural como paso intermedio en varios procesos metabólicos.

Su uso está aprobado en alimentos, productos farmacéuticos y de salud bucal como pastillas para la garganta, jarabes para la tos, suplementos multivitamínicos masticables para niños, pastas de dientes y enjuagues bucales; asimismo, se utiliza en la fabricación de alimentos como las gomas de mascar y otras golosinas. En Estados Unidos está aprobado como aditivo alimentario directo para usar en alimentos de uso dietético especial.

Algunos estudios refieren que el xilitol tiene múltiples beneficios como la prevención en la aparición de caries, ya que inhibe el crecimiento de la bacteria que la causa. Disminuye la aparición de placa y el nivel de ácidos que atacan la superficie de los dientes. El uso en mujeres embarazadas reduce la transmisión a los bebés recién nacidos del Streptococcus mutans, bacteria responsable de la aparición de la caries.

Además, tiene un efecto saciante, pues ralentiza o hace más lento el vaciamiento gástrico y estabiliza la glucosa; al tener pocas calorías es recomendable en las dietas para bajar de peso.

Es seguro para los diabéticos, pues no utiliza insulina es su metabolismo, aunque como todo, deben primero probar y observar la reacción de su cuerpo ante el xilitol; inhibe el crecimiento del Estreptococo Pneumoniae, bacteria frecuente en la otitis media; contrarresta los efectos de los ácidos bacterianos; remineraliza los dientes y los huesos; mejora la flora intestinal y el sistema inmunológico; ayuda a controlar el nivel de triglicéridos y reduce la grasa abdominal.

Su consumo en grandes cantidades puede causar algunas complicaciones, aunque los efectos secundarios son raros, pero es importante conocer los riesgos antes de probarlo.

Si se consumen más de 40 gramos diarios, es posible que inicialmente se experimente molestia de estómago y diarrea. Algunas investigaciones señalan que los alcoholes de azúcar tales como xilitol pueden tener un efecto laxante en el cuerpo cuando se consume en grandes cantidades. Algunos otros problemas gastrointestinales que pueden ocurrir después de su ingestión son náuseas, gases, cólicos, aumento de los movimientos intestinales y distensión abdominal.

La mayoría de las veces la diarrea se calma una vez que el sistema digestivo se adapta al edulcorante, pero si los síntomas persisten o empeoran, se tiene que dejar de utilizar y ponerse en contacto con el médico.

Quien tiene problemas de diabetes, debe tener cuidado al consumir productos que contengan xilitol, porque puede contener pequeños efectos sobre el azúcar en la sangre y la liberación de insulina. El consumo de alcoholes de azúcar como el xilitol, pueden elevar ligeramente los niveles de azúcar en la sangre, especialmente si se tiene diabetes tipo uno.

Sus propiedades fueron descubiertas en el año 1870, sin embargo, su uso no se extendió hasta que Finlandia, debido a la escasez de azúcar ocasionada por la Segunda Guerra Mundial, lo comenzó a utilizar como sustituto y donde aún es común encontrarlo en dulces tradicionales, por lo que se ha convertido en uno de los edulcorantes más usados y estudiados.

Su descubrimiento se atribuye al químico alemán Emil Fisher que a través del uso de la hidracina, fue el primero en aislar el compuesto. Casi al mismo tiempo, en su investigación sobre los derivados de la xilosa, el químico francés M.G. Bertrand, aisló un jarabe de xilitol con características similares.