Cuida tus senos y consiéntelos

Símbolo de feminidad y sensualidad, los senos son una de las características más valoradas de la mujer. Los senos se componen de grasa y glándulas mamarias. A lo largo de la vida, los senos de las mujeres se someten a varias transformaciones; durante la pubertad comienzan a desarrollarse, en la etapa joven consiguen su mejor momento, porque el colágeno proporciona la firmeza necesaria a la piel, por lo que lucen son sanos y fuertes; y a la edad adulta inician los cambios que pueden ser causados por el embarazo, la obesidad y el paso de los años.

El gravidez, las fluctuaciones hormonales y la edad pueden ser la causa para el cambio en el aspecto y la textura de los senos.

Otro factor que modifica el aspecto de esta área del cuerpo femenino es el embarazo, una mujer incluso antes de confirmar su embarazo, comienza a sentir más sensibilidad y algo de dolor, aumento significativo en su tamaño, además de punzadas. El aumento de tamaño significa que se están preparando para amamantar.

En cada una de las etapas, es de suma importancia la elección de un brasier adecuado, que debe de ser lo más cómodo posible y dar el apoyo necesario a los senos. En el mercado existen un sinnúmero de modelos, colores y telas, pero lo realmente importante en el momento de la compra es que cumpla con las necesidades de tu cuerpo y el confort en la vida cotidiana. La ropa interior del tamaño correcto ayuda que la ropa luzca mejor.

Elegir un brasier equivocado puede causar problemas de postura y dolor. Para evitarlo es importante conocer tu talla, tanto de espalda y de copa, la cual varia de acuerdo al tamaño de los senos.

El uso prolongado de ellos puede generar problemas circulatorios. Esto principalmente para quienes usan un tamaño más pequeños de lo que debería y puede conducir a problemas de espalda y la respiración debido a la compresión del diafragma. Para aquellos que tienen senos grandes, el consejo es optar por un tipo nadador o con asas gruesas. Le dan estabilidad y soporte adicional, ya que con el exceso de peso tiende a doblar el tronco.

Es normal que, con los años, los senos comiencen a caer, ya que se pierde colágeno constantemente y es la pérdida de firmeza una de las principales razones de los senos caídos.

Existen otras razones por las que esto sucede, entre ellas:

Lactancia: Muchas mujeres creen que después de amamantar, sus senos se marchitaron y cayeron, pero en realidad es el resultado de un proceso natural. El cuerpo se prepara para la lactancia materna, aumentan de tamaño y se estira la piel, lo que produce picazón y posteriormente estrías. Cuando la mujer deja de amamantar, el tamaño disminuye y no siempre la piel se adaptar a esta nueva forma, por lo tanto los senos quedan flácidos.

La obesidad: Con la obesidad, la grasa que llena los senos aumenta y la piel que los rodea también. Cuando una mujer engorda y adelgaza rápidamente, la piel de la mama no logra adaptarse a su nuevo estado.

Las estrías son el resultado de la alteración de las fibras elásticas en la piel y pueden significar la pérdida de elasticidad.

Caída temprana: La apariencia de los senos caídos puede ser desde la juventud. Todo dependerá de las condiciones y los cambios corporales por los que las mujeres pasan, y son el resultado de falta de elasticidad, reducción de volumen, o ambos.

El proceso de caída del busto, se llama ptosis y se puede corregir con el tratamiento correcto, que se realiza quirúrgicamente. Hay dos opciones:

Prótesis: La prótesis es el procedimiento más simple para corregir los senos caídos, éstas hacen un acolchado interno, dejando la piel flácida llena y permitiendo que se estire. Deja los pechos firmes.

Retirar la flacidez: En este caso la cirugía es más difícil; es la adaptación de la mama a su tamaño natural.

Manténlos sanos y firmes

Además de un adecuado sostén, se recomienda hacer ejercicio regularmente. Lo ideal es la práctica de gimnasia o natación, dos deportes que trabajan los músculos del pecho y ayudan naturalmente a fortalecer los músculos pectorales. Correr por lo menos 2-3 veces a la semana también ayuda.

Dormir sobre la espalda ayuda a tonificar los senos. Si duermes de lado, notarás que uno de los senos se extiende más. Dormir boca arriba, ayuda a que ambas mamas estén firmes durante más tiempo.

Ejercicios en casa

• Pon una mano contra la otra o aprieta un balón con las manos, las muñecas al nivel de la barbilla y los codos abiertos durante unos segundos (5-10 repeticiones). Alternar ejercicio con y sin balón.

• Gire los brazos hacia adelante y hacia atrás (5 veces cada uno).

• Girar los hombros hacia adelante, los brazos a los lados, un hombro a la vez, continúan luego con los dos juntos (cinco veces cada uno). Repetir los mismos movimientos, pero esta vez en la otra dirección (hacia atrás).

Y finalmente, un último consejo para fortalecer el tono y asegurar más firmeza a sus senos:

Todos los días después del baño, pasar un chorro de agua fría en el pecho, lo que ayudará a promover la micro-circulación y fortalecer el tejido. Además aplicar cremas hidratantes ricas en vitamina E.