'Lo mataron... enfrente de su mamá y hermana'

"Estamos muy tristes. Mi hijo y mi nuera están como para volverse locos. Y como no, ¡imagínese!, si lo mataron en la casa. Ahí enfrente de su mamá y su hermana. Eso fue una injusticia", fueron las palabras de la señora Felícitas Sosa, abuela del joven originario del ejido Gatas Mochas del municipio de San Pedro, quien murió a manos de la policía en el Paso Texas, Estados Unidos.

Con 87 años, pero todavía muy lúcida, "entera". Su edad no le impidió viajar por más de 12 horas, junto con uno de sus hijos mayores para asistir al funeral de su nieto.

Con lágrimas en los ojos cuenta que Érick Emanuel Salas Sánchez tenía unos 11 años cuando junto con sus tres hermanos (incluyendo su gemela) y su madre, salieron de su tierra natal para establecerse en Ciudad Juárez tras una tragedia familiar, pues el mayor de sus hermanos perdió la vida a los 18 años en un accidente carretero en el ejido San Lorenzo de San Pedro.

Su madre no pudo soportar la tragedia. Cuenta doña Felícitas, que sin consuelo deambulaba por las calles de la comunidad. Se la pasaba llorando sin soltar la fotografía de su hijo. "Y ahora esto. Perdió a su hijo mayor y al más chico", platica.

"Cuando se mató el muchacho más grande, mi nuera estaba como perdida. Se la pasaba llorando y a veces se nos salía a la calle. Entonces yo le dije a mi hijo; "haz lo posible para juntarla con su familia". Ellos vivían en Juárez. Desde hace muchos años se fueron todos. Y le dije a mi hijo que a lo mejor estando con su mamá y sus hermanos se le olvidaba un poco lo del muchacho, Porque si le pasaba algo aquí, yo qué iba a hacer" recuerda.

La llegada de Érick a los Estados Unidos fue porque su padre logró "arreglar" papeles. Se fue al norte de "mojado", se benefició de la amnistía que dio el Gobierno de los Estados Unidos y cuando pudo se llevó también a su familia.

La abuelita cuenta que el joven trabajaba y estudiaba, que era un buen muchacho, por lo que insiste que es falsa la acusación de que era sospechoso de robo como se manejó en algunos medios de comunicación.

"Mi hija, la de Houston, me dice que en las noticias salió que se metió a robar, pero mi hijo (el padre de Érick) reclama porque se metieron hasta adentro los policías. Que le hubieran dicho lo que andaba haciendo. Que él lo arreglaba".

La señora cuenta que su nuera y su nieta, (la hermana gemela de Érick) vieron como los policías le dispararon, sin razón alguna.

"Con decirle que cuando llegue, me llevaron a un hotel porque ahí se estaba quedando mi nuera, mientras nos entregaban el cuerpo en la morgue. No quería entrar a la casa. Imagínese para ella era recordar todo. Ahí dejaron toda la sangre, aunque dicen que del mismo gobierno mandaron limpiar todo".

Los restos de Érick fueron velados en una funeraria del Condado. El servicio religioso se hizo en una Iglesia Cristiana, luego su familia decidió incinerarlo.

Como se recordará, el joven Érick Emmanuel Salas Sánchez, de 22 años de edad, fue asesinado la noche del pasado 29 de abril por policías de Estados Unidos.

Sus familiares insisten en que lo mataron sin razón alguna. Que el hecho no está claro por parte de la Policía, por lo que han contratado los servicios de abogados para exigir a las autoridades del Paso Texas, una investigación.