EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Medir bien para mejorar

ROGELIO GÓMEZ HERMOSILLO

Vivimos en la era de la información. Es importante contar con buenos datos y buenos instrumentos y sistemas de medición. Hubo tiempos en que un pie y una pulgada dependían del tamaño del pie o del dedo pulgar del rey, gracias al sistema métrico decimal (y sus equivalencias a yardas, pies y pulgadas) hemos logrado consolidar la métrica esencial para vestimenta, terrenos y muchísimas cosas más.

Los instrumentos de medición son parte esencial de nuestra vida cotidiana: termómetros, velocímetros, calculadoras, cintas métricas y miles de instrumentos más que se usan en todas las profesiones y especialidades, son cada vez más sofisticados.

Sin los instrumentos y sus medidas podemos cometer garrafales errores o incluso arriesgar la vida. Hay situaciones molestas como quedarnos sin gasolina cuando no funciona el medidor de gasolina. Hay situaciones trágicas como un bebé que se convulsiona por fiebre porque no sirve el termómetro. Hay abusos como recibir litros de 900 ml. Estas situaciones se enfrentan y se previenen gracias a instrumentos de medición y a su uso adecuado.

Por eso es importante el Coneval. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social es responsable de la medición de la pobreza y de la evaluación de los programas sociales que mide los resultados de cada programa y de las políticas en su conjunto.

Esas mediciones están en riesgo. La reforma política constitucional de 2013 incluyó entre sus medidas -sorpresivamente- dar autonomía al Coneval. Esta disposición que en sí misma es buena noticia, ha sido cuestionada porque abre la posibilidad de la politización. Si se pierde el carácter académico y técnico logrado por el Coneval, podemos regresar a discusiones sobre "cuántos pobres hay" o sobre "qué programas funcionan", cuando lo importante es reducir la pobreza y hacer que los programas funcionen y den resultados.

La injerencia política es el riesgo más grave. No se debe regresar a las medidas definidas por el rey (como las pulgadas originales). La semana pasada la Sedesol anunciaba en un foro internacional en Puebla que es necesario "fortalecer la medición de la pobreza en México para que refleje el trabajo coordinado de los tres órdenes de gobierno" (ver comunicado: http://bit.ly/1JLULcb). ¿Exactamente qué significaría ese fortalecimiento?

Los órganos autónomos son garantía para todos los actores. No se debe modificar el método de medición multidimensional de la pobreza. Mucho más grave sería pretender modificar la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi. Gracias a esa Encuesta la medición por la dimensión de ingresos es comparable desde 1992. Desde 2008 mide también las carencias relacionadas con los derechos sociales esenciales: salud, seguridad social, educación, vivienda y alimentación. Eso debe seguir.

México también necesita mejorar en cohesión social. Para ello se requiere un conjunto de indicadores que permitan medir las brechas de desigualdad y su evolución. Este sería un paso adelante, pero no sustituye sino complementa la medición multidimensional de la pobreza.

"Lo que no se mide no se puede mejorar", dice el lema de Coneval. La sociedad quiere menos pobreza y menos brechas de desigualdad en el ejercicio de derechos sociales. A eso aboquemos el esfuerzo y no a "matar al mensajero" que muy probablemente, en julio próximo anunciará que entre 2012 y 2014 aumentó la pobreza.

@rghermosillo

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1110870

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx