El periódico El Norte, de Monterrey, es sin duda el medio más poderoso y con mayor influencia en su comunidad. Para cualquier político local desatender una invitación de ese periódico es casi suicidarse. Por eso los cuatro candidatos principales a gobernador de Nuevo León acudieron prontamente al llamado que les hizo El Norte para participar en un debate ante sus consejeros y editorialistas. El encuentro entre Ivonne Álvarez, de una coalición encabezada por el PRI; Felipe de Jesús Cantú, del PAN; Fernando Elizondo Barragán, de Movimiento Ciudadano, y Jaime Rodríguez, "El Bronco", independiente, fue comedido -quizá demasiado-, y se sujetó a la urbanidad y las buenas maneras. Quienes asistimos en calidad de evaluadores pudimos calificar a los participantes usando tecnología de punta. Nunca he entendido cabalmente qué significa eso de "tecnología de punta", pero por si las dudas no me siento en ella. A mi juicio el ganador del debate fue Fernando Elizondo. Su veteranía y experiencia se impusieron. Mostró más tablas y mejor manejo de la situación que los demás. Superó un deficiente manejo inicial del micrófono, y se le vio luego tranquilo, relajado. Cuando calificó a sus adversarios de "buenos muchachos" arrancó risas y palmas de la concurrencia. Es una pena que Elizondo, quien indiscutiblemente sería el que gobernaría mejor, no tenga posibilidades de ganar. Su falta de carisma y de presencia ante la gente común no hace de él un candidato viable. Si las circunstancias se lo permiten haría bien en aceptar la invitación que le hizo Felipe para que se le una. Eso favorecería la causa blanquiazul y daría oportunidad a Elizondo, extraordinario administrador y financiero, de contribuir con su talento y su vocación de servicio al bien de los nuevoleoneses. El candidato panista ocupó el segundo lugar en mi escala de calificaciones. Sorteó con habilidad los cuestionamientos que le hicieron; se mostró firme, seguro de sí mismo. Tampoco a él le sobra carisma. La priista Ivonne Álvarez -tercer lugar en mi evaluación- se vio excesivamente priista. Por aparentar decisión y fortaleza actuó en forma rígida y acartonada. Su discurso es el de siempre de los candidatos del PRI. Le habría ayudado mucho deslindarse del actual Gobierno estatal. No lo hizo, y eso llevó a muchos de los asistentes a pensar que su gobierno sería una continuación del estilo priista imperante en el estado y el país. Tampoco El Bronco se portó lo suficientemente bronco. De él se esperaba más combatividad, mayor fuerza en los pronunciamientos. Desde luego hay que decir que el candidato independiente era gallo en corral ajeno: El público estaba formado en lo general por personas pertenecientes a un estrato social alto, y eso de declararse un ranchero no contribuyó mucho a su nivel de aceptación. Su fuerza está, como él mismo dice, en "la raza". En fin, el debate fue una valiosa contribución para que los votantes puedan orientar bien su sufragio. Séame permitido ahora narrar algunos chascarrillos. Simpliciano casó con Pirulina. Al empezar la noche de bodas le dijo a su desposada: "Quiero que sepas que eres la primera mujer con quien hago esto". Exclamó Pirulina: "¡Chin! ¡Otro principiante!". Un misionero le pidió 20 pesos a Usurino Matatías, el avaro mayor de la comarca. Le dijo que esa cantidad bastaba para alimentar durante un mes a un niño en el Congo Belga. Al día siguiente Usurino mandó a todos sus hijos al Congo Belga. Se quejaba un señor: "Mi esposa es frígida. Compramos una cama de agua, y su mitad se congeló". El rudo cowboy le comentó al cantinero del saloon en aquel pueblo del Salvaje Oeste: "Estuve dos meses en la pradera. Vengo tan urgido de sexo que sería capaz de hacerlo con una vaca". Oyó eso un vaquero vestido con camisa rosa y pantalones ajustados, e hizo: "¡Muuu!". El peluquero le dijo a su cliente, un señor con principios de calvicie: "He descubierto que lo mejor para hacer salir el cabello es la cercanía con una mujer". Objetó el cliente: "Pero es usted completamente calvo". "Sí -admitió el fígaro-. Pero mire los bigotes que me cargo". (No le entendí). FIN.
