¿Quién define las tendencias?
Cuando se habla de moda, estilos y tendencias viene a la mente un mundo ajeno a los consumidores “promedio”, quienes parecen ser sólo espectadores de ese universo de glamour y elegancia. ¿Alguien creería si se dijera que las personas comunes y corrientes tienen una gran influencia en lo que será tendencia en la siguiente temporada?
Como definición de tendencia se puede entender la inclinación o disposición natural que una persona tiene hacia una cosa determinada, pero dentro del mundo de la moda su significado se relaciona a todo aquello que es innovador o actual. Partiendo de esto surgen algunas preguntas: ¿Cómo se definen las tendencias? ¿Quién las dicta? Y lo más importante: ¿Por qué las personas las siguen?
La moda camina, por no decir corre, de manera muy rápida, lo que hoy es tendencia la próxima temporada ya no lo será, y esto es entendible en el contexto de globalización en que vivimos, por lo tanto los trabajadores de la moda deben de estar atentos a los pequeños detalles que pueden ser útiles para la selección y elaboración de su siguiente colección.
EL NACIMIENTO DE UNA TENDENCIA
Una tendencia no surge por azar sino que emerge de la misma sociedad; los factores económicos, psicológicos, políticos, etcétera, que modifican la conducta de un colectivo son los que la generan. Es decir, una tendencia es aquella que se corresponde con diversos “hechos sociales” que cambian a la sociedad y se adecua a sus necesidades culturales.
Las bellas artes, los medios de comunicación y la subcultura son las tres fuentes principales de donde surge una tendencia, sin poder desligarse una de otra y teniendo una fuerte influencia en el desarrollo de las demás.
MACRO Y MICRO TENDENCIA
Las macro tendencias son las que perduran por un largo tiempo en el mercado, pronosticadas con una anticipación de dieciocho a treinta y seis meses y que predominaran aproximadamente por los ocho años sucesivos, si bien, como se indicó en un inicio los factores sociales pueden modificarlas, generalmente “llegan para quedarse” estableciéndose como estilo de vida.
De estas surgen las micro tendencias, cuya diferencia con las anteriores radica que están en constante cambio, generan a su vez modas pasajeras y se modifican en cada temporada ofreciendo una amplia gama de estilos para diversos gustos y promoviendo así el consumo.
CAZANDO TENDENCIAS
Es en este punto donde recordamos que la industria de la moda es también un negocio en el que las tendencias, estilos, temporadas, colecciones y demás tecnicismos propios, tienen un papel importante.
Para una marca, ubicar las siguientes tendencias es de crucial importancia, ya que esto asegura que la inversión en determinada colección será una acción segura y redituable, y para poder lograrlo se realiza una investigación.
Si se tiene la fortuna de establecerse en las principales ciudades exponentes de la moda, como lo son Paris, Londres, Milán o New York, se irá a la delantera, ya que se tiene un contacto directo con las innovaciones del mercado, pero si por el contrario no se logra una ubicación tan provechosa, algunas marcas se apoyan de compañías consultoras o del servicio de los llamados coolhunter (cazadores de tendencias), personas especializadas en descubrir tendencias en sus primeras etapas y pronosticar los productos que encajarán en esta imagen.
De la mano de la temprana identificación de tendencias, el siguiente paso en el proceso creativo sería la selección y creación de colecciones.
La colección es una propuesta constituida por distintas líneas, cada una representa un concepto parcial y su unión da forma al tema elegido. Toda colección está sustentada en la llamada “idea partido”, que es la que se toma de un concepto elegido generalmente relacionado con alguna tendencia internacional. Todas las colecciones duran una temporada, que equivale a un ciclo de seis meses clasificados en primavera-verano y otoño-invierno.
La importancia de la colección para una empresa radica en que es una propuesta de diseños bajo un lineamiento conceptual que conlleva la imagen de la marca, es la idea rectora que se proyecta para sus clientes. En una estrategia de mercadotecnia pensada para la empresa es fundamental incluir la colección, porque es lo que representa a los productos en su fase final, es decir, la venta.
Refriéndose al propósito de la venta del artículo, tal vez sea provechoso hacer la diferenciación de dos conceptos muy sonados en el mundo de la moda pero cuyo significado conocen muy pocos consumidores.
El primero es el llamado Haute couture, término francés que se refiere a la creación de prendas exclusivas a la medida del cliente, es una moda hecha a mano desde el principio hasta el final, cosida con extrema atención al detalle y acabada por el personal con mayor experiencia y capacidad, los cuales suelen usar técnicas a mano que consumen mucho tiempo.
El otro concepto sería Prêt-à-porter, también de origen francés, cuyo significado textual no es más que “Listo para llevar”. Se refiere a las prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda, es decir, la moda que podemos ver a diario en la calle. Aun así, hay también un prêt-à-porter de lujo producido por numerosas firmas de máximo prestigio, un gran ejemplo sería el de Chanel.
EL DISEÑADOR
Dentro de todo este cuadro, quien sin duda cumple uno de los roles más importantes es el diseñador, no sólo encargado de crear nuevos diseños, sino quien desde un principio también es el encargado de buscar las tendencias que mejor se adecuen a la imagen de la empresa y de adaptarlas al usuario, posteriormente vendrá la creación del diseño, la selección de materiales, patrones o fichas técnicas, correcciones y en algunos casos el seguimiento de la producción.
¿PRESAS DE LAS TENDENCIAS?
Como conclusión, el surgimiento, seguimiento y producción de una tendencia en el ámbito de la moda, es un proceso laborioso en el que están involucrados un sinnúmero de personas y factores, pero al final es el consumidor el más importante de todos, ya que es quien decide con su compra qué se convertirá en tendencia y qué en definitiva no tendrá éxito.
