Sorprendida. La actriz mexicana convivió con los refugiados de dicho país, sobre todo con los menores. (EFE)
La actriz mexicana Salma Hayek ha aprovechado su viaje al Líbano, donde promociona su película El profeta, para visitar a los refugiados sirios asentados en ese país, que es el de sus antepasados.
La artista instó a apoyar una campaña de UNICEF que busca recaudar fondos para que los niños puedan tener acceso a educación, informó ayer el organismo en un comunicado.
Hayek afirmó que el conflicto en Siria "no debe significar que se pierda toda una generación" .
"Estoy profundamente impresionada por el valor de los niños refugiados sirios y sus familias que contra todo pronóstico y a pesar del daño sufrido o presenciado tienen esperanza en un futuro mejor", agregó.
Está previsto que la actriz mexicana visite el Children's Cancer Center of Lebanon y presida una velada de beneficencia en la Escuela Superior de Negocios.
Durante su estancia en el Líbano, Hayek también ha visitado la región de Becharre, de donde es originario el fallecido escritor Gibran Jalil Gibran, en cuyo libro está basado la película El profeta.
"Soñaba con este viaje desde hace años, finalmente me encuentro en el Líbano, cumpliendo mi sueño", declaró la artista de Hollywood a la prensa, cuyos abuelos paternos son libaneses.
Hayek coproduce la cinta de animación El profeta y da voz a la madre de Gibran, Camila.
La película será presentada esta noche en un cine del centro de Beirut.
Se ‘olvida’ de México
La actriz Salma Hayek aseguró en una entrevista que es 50 por ciento de origen español y 50 por ciento libanés, pues sus abuelos o bisabuelos eran de descendencia europea, por lo que por sus declaraciones se habría olvidado de sus raíces mexicanas.
Y es que la famosa nació en Coatzacoalcos, Veracruz, explicó TV Notas, pero tal parece que como reside ahora en el viejo continente junto con su esposo francés François-Henri Pinault, se olvidó del país donde nació.
La fuente abundó que esta estrella recientemente recibió un reconocimiento especial de manos de la Reina Letizia de España, por sus actividades humanitarias.
