Muy deslucida exhibición fue la que dieron los suspirantes a diputados federales por el Distrito 06 de Torreón en el debate (así les dicen hoy merced a las reglas que los propios partidos han impuesto para callar los verdaderos debates) que organizaron en conjunto el GEL y el CLIP esta semana. Y es que en vez de discutir sus propuestas legislativas y profundizar en los problemas que más afectan a la sociedad mexicana y lagunera, se enfrascaron en una guerra de acusaciones -algunas con sentido, muchas verdaderos sinsentidos- y se dedicaron a hacer propuestas con poca sustancia, a presumir glorias pasadas y a decir auténticas mentirijillas (Ned Flanders dixit). Por ejemplo, el aspirino del Priver (ese partido alebrije resultado de la fusión del Tri y el Negocio Verde), Refugio Sandoval, negó rotundamente que él haya aprobado la reciente reestructuración de la megadeuda estatal, cuando en los registros del Congreso local está claro que sí lo hizo.
Además, el joven “Cuco” intentó hacer un panegírico de la reforma fiscal del preciso Peña Nieto, lo cual despertó reclamos entre el respetable público, conformado en su mayoría por empresarios afectados por lo que han llamado ya el nuevo despotismo tributario. El suspirante del PAN, Jorge Zermeño, mostró con nostalgia sus fotos de cuando fue alcalde, allá por la lejana década de los noventa del siglo pasado, por aquello de que los más jóvenes no tienen recuerdos de sus viejas “hazañas”. Pero el candidato del Priver le recordó también que anduvo de “paseo” por España cuando a La Laguna se la estaba cargando Mefistófeles, a lo que don Jorge respondió: claro, era embajador. El expanista, exanayista y antiguo escudero de Zermeño, Alfonso Tafoya, suspirante del Partido de la Maestra (Nueva Alianza), intentó torear la pregunta sobre la megadeuda de Coahuila para no comprometerse, demostrando para quién trabaja. El candidato “humanista” (lo que sea que eso signifique), Ezequiel Murillo, dijo que iba a proponer la creación de una Ley Anticorrupción, es decir que no sabe que ya se aprobó una esta semana. Eso sí, su bandera es regularizar todos los autos “chuecos”, pues él pertenece a una de esas organizaciones “defensoras del patrimonio familiar”. Y al aspirino del Partido de las Canciones Pegajosas (Movimiento Ciudadano), Federico Sáenz, no le importaba qué le preguntaran, él siempre decía que iba a proponer la creación del Estado de la Laguna. Pero a todos les creció la nariz cuando dijeron que ya habían hecho pública sus declaraciones patrimonial, fiscal y de interés. Como se habrá dado cuenta usted, fue un debate de “altísimo” nivel.
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Y ya que hablamos del circo, maroma y teatro de las campañas, el Negocio -perdón, partido- Verde lleva rato empeñado en abonar al desorden que ya de por sí impera en esta República de folletín y parece que no va a cejar en sus esfuerzos. A pesar de las múltiples multas que le ha impuesto el desoído Instituto Nacional Electoral y el rechazo por parte de muchos electores, los chicos del Verde siguen en su campaña de enviar propaganda a las casas de sus supuestos simpatizantes. En Torreón esta semana ha llegado al domicilio de varias personas un hermoso paquete escolar que contiene mochila, playera, cuaderno, borrador, reloj (claro que no como los de César Camacho), cilindro metálico, pluma y “Mi Primer Libro Ecologista”, todos rotulados con el logo del Partido Verde, muy bonito. Aunque el Tremendo Trife ya dijo que este paquetito no es ilegal, parece haber pasado por alto un pequeño detalle. En un sobre que viene dentro de la mochila hay una carta dirigida a los miembros de la tarjeta de descuentos Premia Platino. En ella se puede leer: “por quejas de otros partidos políticos ante la autoridad electoral, probablemente algunos establecimientos no podrán dar el descuento a la tarjeta Premia Platino hasta que se acaben las campañas electorales. Pero pasando el 7 de junio, día de la elección, podrás usar tu tarjeta en todos los establecimientos...”. O sea que al Verde le tiene muy sin cuidado lo que diga o deje de decir la autoridad electoral que está pintada en la pared como bonito adorno.
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Nuestros subagentes disfrazados de cárcamo roto nos informan que será la próxima semana cuando se conozca la suerte que correrá el truculento caso que enfrentan el Simas y la concesionaria Ecoagua por la posesión de la fallida planta tratadora de aguas residuales y la cancelación anticipada del contrato de concesión. El revés dado por el Tribunal Colegiado del Octavo Distrito a la empresa abastecedora, al concederle el amparo a Ecoagua, da una ligera idea de hacia dónde se perfilan las cosas en este espinoso tema que sacó a colación la parte más oscura de las concesiones de servicios que se han dado en Torreón. Dicen los que saben que de la resolución dependerá si el Simas le sigue pagando los abonos mensuales a Ecoagua o si le quita la planta tratadora, aunque los magistrados dudan que Simas tenga la capacidad de hacerse cargo tomando como base las malas condiciones en que entrega las aguas a la planta y que no son supervisadas pese a contar con una gerencia de Saneamiento que nadie sabe qué es lo que hace. No le cambie, comentan que se va a poner bueno.
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Dicen que con un pie fuera del PAN y el otro a punto está la exalcaldesa de Lerdo, Rosario Castro. Y aunque es odiada por muchos y defendida por otros a quienes prácticamente “hizo” en el PAN, sigue moviendo sus piezas al interior de este partido. Que hay quienes no creen, pues que le pregunten a la candidata albiazul a la diputación federal por el Distrito 02, María del Carmen Ávalos, a quien acompaña en gran parte de sus recorridos al ser, digamos, de “su” gente. Y pese a los escándalos de su administración y a sus controvertidas declaraciones, Castro Lozano sigue apareciendo en el padrón oficial de las filas del PAN, aunque tiene dos procesos en su contra: uno por no pagar cuotas a su partido y otro por hacer declaraciones contra los presidentes estatal y municipal de hace algunos años. Debido a lo anterior, la también excoordinadora del Inafed tiene en teoría suspendidos sus derechos de voz y voto, participación en actos públicos, capacitación o pertenencia a cualquier órgano directivo del PAN. Con todo y eso, la mayoría de la militancia de Gómez Palacio y Lerdo dio su voto a favor de la candidata de doña Rosario, por lo que digamos que aunque no esté, “manda”, que es tantito peor. Sin embargo, dicen que, cansada de los reveses del PAN, ya estaba a punto de enfilarse en el Partido Humanista, recién nacido el año pasado, por invitación del expanista Javier López Macías, actual vicecoordinador nacional. Pero cuentan las malas lenguas azules que Castro Lozano no sólo quería afiliarse sino que pretendía tener la dirigencia estatal del partido, cosa que a muchos expanistas refugiados en el Humanista no les pareció. Pues a ver si doña Rosario se sale con la suya, ya sea en el PAN o en cualquier otro partido.
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Tremendo lío el que se traen en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Gómez Palacio. Nuestros subagantes disfrazados de “coyotes” nos reportan que el presidente del organismo, Eduardo Lira, enviado de la capital de los alacranes como si acá no existieran abogados capaces, anda haciendo travesuras. Resulta que, según cuentan, el jefazo del tribunal laboral tiene atorado desde hace meses el caso de dos trabajadoras muy conocidas en el mundo notarial, quienes al ver que su caso no avanza se acercaron con Lira para pedirle una explicación. Pero en lugar de recibir una respuesta, lo que recibieron fue una amenaza. El funcionario les dijo que sabe de la existencia de unos extraños cheques con los cuales presuntamente defraudaron a su expatrón, un conocido notario de la localidad. Según Lira, los cheques los tiene la familia del notario, a quien las dos trabajadoras le “embargaron” un inmueble en la calle Degollado casi esquina con la avenida Victoria de Gómez Palacio. Y es que las afectadas no han recibido la indemnización por 40 años de trabajo y los salarios de los últimos ocho meses de su labor. Las demandantes le contestaron al presidente de la Junta que no le tienen miedo a la amenaza y que están dispuestas a enfrentar el caso en el tribunal si es preciso. Y como el amague no tuvo el efecto esperado, Lira terminó por decirles a las quejosas, de forma no muy amable, que se fueran de su oficina y que, incluso, las tenía grabadas. ¿Qué interés tiene don Eduardo en el caso que tanto ha dilatado?, se preguntará usted, curioso lector. Pues ahí viene lo bueno. Dicen que el funcionario es muy cercano al hijo del notario demandado, de quien las extrabajadoras sospechan que ha manejado la estrategia de los supuestos cheques para frenar el remate de la finca que le embargaron desde 2010. Y lo peor es que, tanto el funcionario como el amigo notario tienen asuntos pendientes con la ley por acusaciones añejas. La gran pregunta es ¿qué tan grandes son las palancas de Lira en Durango capital?
