Siglo Nuevo

Bienal Nacional Artemergente Monterrey 2015

El parnaso del arte contemporáneo en México

Javier Manuel Mármol González, No más cosechas de dolor, 2015.

Javier Manuel Mármol González, No más cosechas de dolor, 2015.

Saúl Rodríguez

El nacimiento y desarrollo de nuevas formas de expresión artística han propiciado la generación de espacios para su exposición. Artemergente es un certero ejemplo de lo anterior, un sitio en México que funge como plataforma para dar a conocer a artistas que se encuentran iniciando en el arte contemporáneo.

HISTORIA EMERGENTE

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE) fue creado en 1996 como un organismo público descentralizado del gobierno estatal cuyo objetivo es estimular las expresiones artísticas, así como la cultura popular en dicha entidad. Este organismo es el encargado de organizar la Bienal Nacional Artemergente, un espacio necesario para el desenvolvimiento de nuevas propuestas artístico en el país.

Como proyecto, Artemergente surge antes, en 1994, como una bienal regional que convocaba a artistas emergentes del Noreste del país: Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potosí y Zacatecas. Con el paso de las ediciones, se logró ampliar la cobertura a estados como Chihuahua, Sonora e incluso Texas, Estados Unidos.

El evento como tal tiene apenas cuatro ediciones, así lo describe Alberto Luna Leal, Coordinador de Exposiciones de CONARTE: “a finales de la década de los noventa, en Monterrey específicamente, nosotros identificamos una efervescencia importante, un movimiento importante entre artistas jóvenes”.

Dichos artistas, que oscilaban entre los veinte y treinta años, se encontraban proponiendo cosas diferentes a lo establecido e incursionando en las nuevas tecnologías; “eso nos hizo ver a nosotros, como institución, que había que generar una plataforma, para que todos estos artistas tuvieran un espacio donde mostrar su trabajo, pero también recibir un estímulo”, resaltó Luna Leal.

En un principio se entregaban tres premios de adquisición de 70 mil pesos cada uno, pero en este 2015 se decidió entregar sólo un Gran Premio de Adquisición por 100 mil pesos y dos apoyos o estímulos económicos por 50 mil pesos cada uno.

EDICIÓN 2015

La inauguración de la Bienal Nacional Artemergente Monterrey 2015, tuvo lugar el pasado mes de marzo en el Centro de las Artes, ubicado en el Parque Fundidora de la capital de Nuevo León. Para esta edición, se registró un total de mil 690 obras de 625 artistas de todo el país que atendieron la convocatoria que lanzó CONARTE en junio de 2014.

El jurado (que estuvo conformado por el artista danés Alexander Krone, la artista visual mexicana Ilián González y la curadora colombiana Natalia Valencia) seleccionó para la exhibición final, 50 piezas de 33 artistas emergentes provenientes de los estados de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, Tamaulipas y Yucatán.

En exclusiva para Siglo Nuevo, Alexander Krone comentó su satisfacción por las obras seleccionadas “al fin estoy muy feliz porque estuvimos tanto tiempo mirando y seleccionando obras, y lo que tenemos aquí estuvo bien hecho, muy buena técnica y buena variación”.

La versatilidad y creatividad, sin duda alguna, marcaron a la bienal. Dentro de esta edición las categorías se distribuyeron entre obras bidimensionales (dibujo, pintura fotografía y arte digital); tridimensionales (escultura, arte objeto e instalación) y multimedia (arte sonoro y video). “Tenemos video, instalación, tenemos todo”, resaltó Krone.

Por su parte, Ilián González, describió que “el desasosiego, la incertidumbre, la impotencia, y a la vez la nostalgia por lo perdido, el anhelo, la alucinación y el sentido del humor se encuentran presentes en las diversas expresiones de la presente muestra. Un panorama sugerente, condensando el pulso que aporta una generación en el límite de la ebullición”.

Durante la inauguración, el jurado dio a conocer el veredicto final respecto al Gran Premio de Adquisición, que le fue otorgado a Edgar Alejandro Luna Solís por su obra Shampoo Ajonjolí; así como los dos estímulos económicos, obtenidos por Andrés Anza por Sin título de la serie Iztacoxochitl y Colectivo Salazar por XX XY.

LA EXPERIMENTACIÓN DEL GANADOR

Fue en 2010 cuando Edgar Alejandro Luna Solís, estudiante de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenzó a trabajar y experimentar con el videoarte. “Sólo el tiempo y la experiencia me dieron las herramientas para hacer videos cada vez más complejos gráfica y conceptualmente”, comenta el artista capitalino.

Sin estudios profesionales en artes visuales, aunque con una formación artística inculcada desde la pubertad, el encuentro entre Luna Solís y el videoarte se suscitó 'accidentalmente', ya que cuando publicó su primera animación tenía un remarcado interés en el cómic. “El cómic sintetizaba mis ganas de escribir lo que me pasaba a diario y mis deseos de crear imágenes interesantes (…) una vez me acomodé a la creación de videos en sustitución del cómic y noté las ventajas del videoarte”, señala.

La inclusión de la voz en sus obras le permite transmitir sentimientos, como el mismo afirma, “puedo llorar y quienes vean mis videos llorarán conmigo aunque sea de 'mentiras', es muy difícil evitar los afectos de la voz cuando estos provienen del corazón”. Esto recae, de igual manera, en la fusión de la animación con el collage, que le ha sido de gran ayuda para sus creaciones.

Shampoo Ajonjolí es la obra de Luna Solís que fue elegida como acreedora al Gran Premio de Adquisición (100 mil pesos) de la Bienal Nacional Artemergente Monterrey 2015, lo que quiere decir que su pieza audiovisual pasará a formar parte de la prestigiada colección de CONARTE.

Respecto a la obra de Edgar, el artista danés Alexander Krone resaltó que “tiene una temática muy interesante, muy original, tiene un idioma muy personal. Yo creo que si él sigue puede traer algo original y nuevo al arte en general. No quiero decir que los otros no lo hicieron bien, sólo que este chavo tiene una fuerza creativa muy fuerte”.

Un lazo entre la filosofía y las herramientas audiovisuales es lo que Shampoo Ajonjolí refleja. El motivo del título representa algo meramente aleatorio para Luna Solís. Una búsqueda por transmitir un sentimiento mediante los canales adecuados y que converge con sus miedos más profundos. “Cumple una función puramente estética, 'Shampoo' era además el nombre de un personaje de Ranma ½ que me encantaba y 'ajonjolí' me remite a los alhelíes y esas jotas suenan muy bien, la palabra termina en 'li' y eso me recuerda a la palabra 'libertad', yo no creo en la libertad, pero pensar en ella me hace sentir muy bien”, explica.

Dentro del audiovisual se puede apreciar a La Venus de Milo dando un discurso filosófico acerca de los sentimientos de un niño, mientras el fondo varía de paisajes. A través de sus 1:52 minutos de duración, su técnica digital acompaña a una serie de dibujos abstractos elaborados cuidadosamente por el artista en una libreta. Un experimento en collage que sigue leyes estéticas y trata de fabricar recuerdos simbólicos de su creador, así como juegos conceptuales.

Además de la premiada, la bienal incluía una segunda obra de Edgar Alejandro Luna Solís, denominada Bubalus Bubalis, que su realizador describe como “más intelectual (…) tiene una esencia dispersa y su comprensión requiere 'sólo dejarse llevar' (…) es mi trabajo más reciente y punto de partida de muchas ideas que trataré minuciosamente en mis siguientes videos”.

El hecho de haber sido premiado le provoca una sensación de júbilo. “Me alegra recibir un premio tan significativo porque mis estudios no son artísticos y me ha sido más difícil enfocarme a mi labor como artista”.

Llevar sus ideas a distintas plataformas es un camino obligado para Luna Solís, por lo que planea trabajar en un futuro con otros medios alternativos como el net.art, la instalación, los videojuegos y, en su faceta como estudiante de filosofía, dedicarse a la investigación en el área de la estética y el psicoanálisis. “Algún día me cansaré de hacer videos, estoy seguro”, remató.

ENTRE LA ARTESANÍA Y EL ARTE

Andrés Anza es un joven artista de 24 años oriundo de Monterrey, Nuevo León. Es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Monterrey (UDEM) y lleva casi cinco años haciendo piezas (principalmente de cerámica) en un taller de escultura. “La cerámica es un medio que me permite modelar, empezar a hacer escultura y es el medio más sencillo”, comparte el artista regiomontano.

Para él, la artesanía es todo aquel arte vivo ornamentado pero que tiene un uso práctico como una taza, un vaso, un plato, etcétera. Específicamente en la serie Iztacoxochitl, trató de hacer una relación entre la artesanía y el arte. “Me pareció muy indicado utilizar la cerámica, que es un medio que se utiliza en ambas ramas y asemejarlas, ponerlas en un mismo plano”, describe.

Anza, eligió el nombre náhuatl de 'Iztacoxochitl' para esta serie debido a su significado: flor blanca. Un trabajo artesanal destinado a convertirse en una obra artística. Las piezas están hechas, en su totalidad, de cerámica. Se encuentran cocinadas una sola vez a mil grados centígrados en un horno y decoradas de una textura con picos del mismo material colocados a mano uno por uno. El color blanco, señala, fue algo que le gustó mucho y por eso lo dejó así, de ahí el título de la serie.

Menciona una presencia de dualismos dentro de ellas, “hay piezas que están trabajadas por dentro, con esta textura de los picos que a simple vista no se ve, o que tienen una cavidad donde te tienes que asomar para ver ese trabajo. Entonces, la pieza te invita a que la recorras toda visualmente y a que la disfrutes”.

De las tres piezas de Andrés que fueron seleccionadas para la bienal, sólo una le hizo ganar el estímulo, y aunque contento por el recurso que recibirá, el joven todavía no entiende muy bien el fallo del jurado. “No estoy seguro si eligieron una en específico o el conjunto de las tres, pero creo que la que eligieron es, la que a mi parecer, era un poquito la menos característica. Las otras dos tenían más movimiento, más volumen, una tenía más tamaño, un formato más grande, pensarías que esa es la que más llama la atención. La otra es una técnica distinta de colocar los picos, a mí en lo personal se me hace tal vez como un poquito más atractiva”.

La pieza que premió el jurado, es una figura en forma de óvalo que tiene una cavidad en la parte superior, “como que apenas empieza a hacerse, como si se hubiera golpeado”. Y para él, esa fue con la que los miembros del comité crearon una conexión.

Anza, recibió un estímulo económico de 50 mil pesos, que pretende emplear en la continuación de la serie. “Es una gran ayuda para seguir desarrollando esta serie y mi carrera en general. Me va a brindar más oportunidades para seguir produciendo”, expresa emocionado.

El 25 de junio próximo, Andrés Anza inaugurará su primera exposición individual en el Centro Cultural Plaza Fátima, ubicado en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León. “Ya tengo casi seis meses concentrándome en esta exposición y bueno, ya se acerca la fecha”, finalizó.

CROMOSOMAS EN PERSPECTIVA

El Colectivo Salazar se encuentra conformado por Manuel Emilio Ayala Salazar, Rogelio Israel Martínez Salazar y Daniel Alejandro Salazar Aguilar, todos estudiantes de noveno semestre de la licenciatura en Artes Visuales en la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Su escultura de instalación XX XY, se conforma de lámina galvanizada calibre 16 con imprimatura automotriz y esmalte acrílico en aerosol. En ella se plasmaron las relaciones entre la feminidad y la masculinidad. Su nombre deriva de las combinaciones de cromosomas que designan el sexo de los seres humano: XX en la mujer y XY en el hombre.

Una de sus principales características es la variedad de formas que puede experimentar el espectador cada que cambia de perspectiva. Para Manuel Emilio Ayala Salazar, su proyecto “tiene algo de noción del efecto óptico de la anamorfosis, este efecto que se genera a partir de la perspectiva que el espectador se encuentra y esta imagen va cambiando según el espacio donde el espectador se sitúa. No necesariamente, o no estrictamente, con la noción de la anamorfosis pero sí como un referente principal, sólo pudiéramos decir técnico”.

Ambas piezas que conforman la escultura tienen forma de X. Lo interesante es percatarse cómo al contemplarlas de diferentes direcciones, van formando conjuntos de distintas combinaciones como XX, XY, YX e incluso se puede apreciar una inversión.

La obra XX XY fue acreedora del segundo estímulo económico de 50 mil pesos, mismos que servirán de motor para iniciativas de proyectos futuros por parte del colectivo. “Estamos muy emocionados, primeramente porque representa la posibilidad de seguir produciendo o invertir el dinero en la formación artística”. Para ellos es además un hecho simbólico “que la convocatoria se llame Artemergente y literalmente estemos a punto de egresar de la carrera”, comenta entusiasmado el joven originario de Guadalupe, Nuevo León.

Como proyecto futuro, el Colectivo Salazar se encuentra desarrollando un performance y ensayando algunas acciones que ejecutaran próximamente en un espacio público de la zona metropolitana de Monterrey. “Esto nos da mucho aliento para seguir produciendo y no abandonar la producción artística y saber más o menos qué camino debemos de conseguir para llegar a consolidarnos en el mercado del arte, en el circuito local o tratar estar siempre presentes en esta dinámica”, concluyó.

VISIONES FUTURISTAS

Por el momento no se ha planteado que la Bienal Nacional Artemergente sufra cambios importantes en sus próximas ediciones. El formato de exposición ha sido abierto a diversas disciplinas y esto ha conllevado a su éxito.

Cabe resaltar, que su convocatoria ha resultado ser muy ágil. El hecho de que los aspirantes tengan acceso a ella vía web, ha propiciado una participación destacada de artistas emergentes y por ende, el registro de obras y propuestas distintas.

Sin embargo, se hace énfasis en buscar mayores estímulos económicos para los participantes. “El estímulo económico es importante para artistas de media carrera o que están en proceso de consolidación para producir sus piezas (…) estamos considerando incrementar los estímulos, no sólo económicos, sino también para la formación artística”, reiteró Alberto Luna Leal.

Pese a las barreras y obstáculos que pudiera enfrentar el arte en nuestro país, CONARTE se ha encargado de generar un espacio digno para los artistas emergentes nacionales, una oportunidad de dar a conocer su trabajo y resaltar la relevancia del arte contemporáneo en México.

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