El gobierno está empeñado en el tema de transparencia, no sabemos a ciencia cierta por qué, si por presiones internacionales que ven insostenible como se manejan las finanzas en nuestro país, o porque al presidente Peña se le hace que el tema está de moda y no podemos quedarnos fuera de la tónica mundial. Lo que sí sabemos y cada vez lo tenemos más claro, es que no logran convencernos que están haciendo las cosas bien. ¿De Transparencia? nada, ¿de rendición de cuentas? ni hablar.
Participación Ciudadana 29 se ha dado a la tarea de darle seguimiento a algunas obras del Municipio, después de semanas de solicitar información, de que los titulares de las dependencias contesten todo, menos lo que se les pide, de ejecutar un recurso de revisión, de volver a requerir la información, de entregar otra vez lo que les viene en gana; de meses de seguimiento, el resultado final, es que la información que se está solicitando está RESERVADA: En el caso de la deuda de Coahuila por 20 años, en el caso del Contrato Del alumbrado público de Construlita, 8 años; en el caso de algunas obras menores de recarpeteo y pavimentación, la repuesta es sólo que está reservada.
Según la Ley Federal de Transparencia y acceso a la Información Pública, en su artículo 13, una información se reserva cuando: a) su difusión pueda comprometer la Seguridad Nacional, la Seguridad Pública o la defensa Nacional, b) menoscabar la conducción de las negociaciones, c) dañar la estabilidad financiera, económica o monetaria del país, d) poner en riesgo la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona e) causar un serio perjuicio a las actividades de verificación del cumplimiento de las leyes, prevención o persecución de los delitos, la impartición de la justicia, la recaudación de las contribuciones, las operaciones de control migratorio, las estrategias procesales en procesos judiciales o administrativos mientras las resoluciones no causen estado.
No vemos por ningún lado la justificación para tal reserva, además que el tiempo máximo es de doce años.
Nuestra pregunta a las autoridades es: ¿No tenemos derecho los ciudadanos de saber dónde está el dinero que se gasta en las administraciones públicas? ¿No debemos saber que se está haciendo con nuestros impuestos, peso por peso? ¿No dice la Ley que tenemos derecho a que la información sea clara y transparente? Y por lo tanto podemos tener acceso a esa información.
Se ha vuelto, esto, un país en donde la burla al ciudadano es el pan de cada día. ¿Para qué sirve el IFAI? ¿Para qué sirve el ICAI?, ¿Para qué sirve la famosa Ley de Transparencia donde Coahuila ha tenido un papel preponderante?, ¿De qué sirve que México sea el Presidente de la AGA (Alianza para los Gobiernos Abiertos)?
Huele y huele fuerte que esa opacidad, el desvío de fondos y la no rendición de cuentas, van encaminadas en una sola dirección: Campañas electorales. Si no es así, por qué no aclaran donde están esos recursos que presumimos no se están usando correctamente, y decimos "presumimos" porque buen cuidado están teniendo de esconder la información sobre los costos de obras y programas, y así, ningún ciudadano pueda hacer una denuncia formal.
En Torreón, el alcalde sigue apostándole al tiempo y a nuestra desmemoria: Seguimos esperando la explicación de los ochenta millones al Club Santos, de la "famosa Rifa", del contrato de Construlita, de la situación del Simas, de por qué no hay resultados en el Consejo de Seguridad y un largo etcétera. Lo anterior en el ámbito regional, pero también le preguntamos ¿por qué no nos defiende como es su deber, ante el Gobierno del Estado, que nos debe dinero y que no aclara el Megafraude de Humberto Moreira?. Es lo menos que esperaríamos de alguien que nos representa y que además tiene francas aspiraciones de ser nuestro próximo gobernador. Lo menos que puede hacer para lograrlo es administrar bien, con claridad y transparencia y seremos, nosotros los laguneros, los primeros en apoyarlo en su cruzada; pero si empezamos por ver las condiciones de la ciudad que gobierna, la opacidad en el manejo de los recursos, la malísima calidad de su equipo de trabajo, creo que será una misión imposible, a menos que se haga a "billetazos" como se hacen muchas cosas en México: "comprando conciencias".
No olvidemos los ciudadanos que tenemos un deber y una responsabilidad, y eso es vigilar a los servidores públicos para que hagan correctamente su trabajo. No se lo dejemos a otros.
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