Abusos y contradicciones
En el caso de abuso de autoridad y de confianza, así como el desvío de recursos municipales para beneficio personal por parte del titular de Protección Civil, Alberto Porragas Quintanilla. La Contraloría Municipal, basada en la máxima de Benito Juárez, determinó sancionarlo con una llamada de atención y la reparación del daño económico a las arcas municipales – gasolina y depreciación del vehículo – alrededor de mil pesos.
Sin lugar a dudas, sienta un precedente que a su vez es un incentivo para que cualquier funcionario haga uso indebido y en beneficio personal, ojo, no sólo de los vehículos, sino de cualquier recurso que le esté asignado o que dependa de él, al fin y al cabo, la sanción se reducirá a reintegrar lo utilizado.
David Korenfeld Federman, después de querer engañarnos, recapacitó y aceptó, primero, que mintió; y segundo, que se equivocó, por lo que presentó su renuncia, no sin antes haber pagado diez mil ochocientos pesos en reparación del daño. Lo que no debe exonerarlo de una inhabilitación y una posible demanda penal por peculado.
Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el del Sr. Alberto Porragas, en un total acto de cobardía, niega el hecho, a pesar de aceptar resarcir el daño.
No sé cómo desarrolló su investigación, ni en qué testimonios y hechos basó su resolución la Contraloría Municipal, pero su eficiencia me deja pasmado. De manera por demás expedita, resolvió el problema.
No sé si en su análisis el contralor consideró lo siguiente:
1. Que la versión del Sr. Porragas, es totalmente inverosímil; raya en el infantilismo y es un insulto a la inteligencia de los torreonenses. ¿Quién en su sano juicio cree que el señor no sabe quién dispuso del vehículo oficial que está a su cargo?
2. Que en el lugar de los hechos, debe existir evidencia, testigos que lo vieron llegar el sábado 4 de abril por la mañana; o a su salida el domingo 5 de abril de 2015 por la tarde. Es seguro, que en la caseta del fraccionamiento, existe un registro de entradas y salidas.
3. Que el Sr Porragas, confiesa su culpabilidad, ante los múltiples argumentos contradictorios espetados. Dejando en claro que mintió y continúa mintiendo.
4. Que debe existir un reporte en donde esté asentada la hora, día, lugar y beneficiarios, así como el vehículo utilizado por el señor Porragas para brindar un apoyo; de acuerdo a lo declarado a los medios de comunicación por él mismo.
5. Que se hicieron los peritajes correspondientes para determinar con precisión cuando fueron tomadas las fotografías, que según el señor Porragas, fueron realizadas en otra fecha. Lo que en nada cambiaría la existencia de una violación a la ley.
Finalmente, la laxitud del presidente municipal, Miguel Ángel Riquelme Solís, ante el caso no debe sorprendernos, esta actitud, es un claro síntoma de ausencia de calidad moral y la cultura priista de sentirse dueños de los recursos públicos.
¿Cómo castigar a un subordinado, si el propio alcalde hizo uso indebido de helicóptero de la CNA Delegación Laguna?; aunque la responsabilidad directa es de José Armando Rodríguez Triana. Pero tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata.
Jesús Gerardo Puentes Balderas.
Torreón, Coahuila.
