La ciudad sucia
Por este medio me dirijo a ustedes ya que lo que aquí expongo no es para nadie desconocido, continuamente podemos escuchar y leer las quejas contra el gobierno del nivel que éste sea, pero siempre como ciudadanos evadimos nuestra propia responsabilidad, si no, ¿cómo explicamos el desorden en esta ciudad?
Salir a la calle es toparse con una ciudad sucia, por donde quiera que se camine está lleno de basura, también podemos ver las cuadrillas de limpieza llamadas “marea roja”, entonces ¿por qué seguimos conviviendo con toda case de basura y suciedad?
Soy testigo de invariables casos donde los ciudadanos arrojan su basura a suelo, las bolsas del raspado con residuos, los vasos de la nieve, las charolas de las gorditas también con residuos, del lonche, del café, envases de refrescos, etcétera.
De igual manera me ha tocado hacerle el reclamo a algún mal ciudadano por esto y recibo toda clase de improperios. Entonces, me pregunto, de quién es la responsabilidad de la ciudad sucia en la que vivimos.
Continuamente veo a los defensores de los animales denunciar el maltrato a éstos, sin embargo vivimos en una ciudad invadida de perros callejeros, donde vivo, andan en manada, grupos de entre 8 y 12 perros recorriendo las calles, ¿y de dónde sale tanto perro?
De todo aquel que acostumbra tenerlos, pero dejarlos andar en la calle sin tener ninguna responsabilidad, y con este exceso de perros y gatos callejeros, tenemos además de una ciudad sucia, una ciudad invadida de desechos de los animales callejeros, aumentando la grave situación de contaminación y el riesgo gravísimo de enfermedades.
Y la culpa a mi juicio es de la ciudadanía y la autoridad, ya que ambas se hacen las desentendidas de su propia responsabilidad.
Vivimos en una ciudad invadida de cafres de volante, taxistas, autobuses urbanos y todo propietario de un automóvil se convierte en un ciudadano ajeno a respetar las normas al conducir un vehículo.
Un detalle especial y el más generalizado es que nadie respeta las líneas peatonales marcadas en las calles principales frente a los semáforos y que indican el camino que debe seguir un peatón para cruzar, y los peatones acostumbrados a cruzarse por entre los autos, a media calle sin ir a cruzar por los lugares señalados.
Este es un pequeño ejemplo de todas las normas existentes o no, como obligatorias, entre ciudadanos y autoridades, y nadie en estos casos tomamos nuestra responsabilidad, así, entonces, ¿cómo podremos vivir en una ciudad mejor?, en una ciudad de primera.
María Cristina García Rodríguez,
Comarca Lagunera.
