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Aristegui y el país de la desmesura

ANGÉLICA LÓPEZ GÁNDARA

El despido de Carmen Aristegui de MVS ha sido muy polémico. Los cuestionamientos van desde reconocer la libertad de cualquier particular de despedir a los empleados que han dejado de convenirle, hasta reclamar cuestiones éticas a un empresario que gran parte de la opinión publica considera sirve más al gobierno en turno que a los intereses para los que, se supone, fueron creados estos medios de comunicación.

Carmen Aristegui ha dictado la agenda noticiosa en muchas ocasiones. Recordemos la denuncia de la red de pederastia en el DF orquestada por el priista Cuauhtémoc Torres y el caso de Marcel Maciel y la pederastia clerical. Igualmente, Aristegui le dio foro, en su noticiero, al diputado Gerardo Fernández Noroña cuando acusó de alcohólico al presidente Felipe Calderón; ella, junto con su equipo, expuso a Angélica Rivera y las irregularidades sobre su mansión multimillonaria; publicó las ilegales contrataciones de Peña Nieto con el Grupo Higa, entre otros. Ahora, la periodista se volvió noticia. No obstante, la verdad tiene muchas aristas y en estos hechos se ha caído en la desmesura. A continuación cito algunos ejemplos:

Hecho: El 7 febrero de 2011, Carmen Aristegui fue despedida por primera vez de MVS y esto se asoció a que dijo que el presidente Felipe Calderón era alcohólico. Así lo justificaba MVS: "Por transgredir el código de ética de la empresa, al dar rumores como noticias". Quince días después fue reinstalada en su trabajo en la radio.

Desmesura: Aristegui le exigía al presidente Calderón que aclarara que no era alcohólico. Sin embargo, esa fue una solicitud absurda. ¿De qué hubiera servido que el presidente lo aclarara? Un presidente no puede estar negando todo lo que se dice de él, sólo debe explicar lo que aparece con pruebas y esclarecer las acusaciones de corrupción, (que, por cierto, lo hacen muy mal). No habría tiempo que les alcanzara para asegurar: "no soy tonto", "no soy ignorante", "no soy homosexual"; la periodista sí cayó en la trampa aclaratoria y usó su programa para explicar, en 15 minutos al aire, que no era lesbiana. Para casos tan íntimos de nada sirve el "yo no soy…", la gente sigue pensando lo que le viene en gana. Desde luego, tener presidentes o legisladores alcohólicos es preocupante para la nación. En cambio, que una periodista sea o no homosexual, a nadie debe importarle. Aun así, ambas situaciones son casi imposibles de comprobar.

Hecho: El 15 de marzo 2015, MVS despidió a dos de los colaboradores de Carmen Aristegui, (los investigadores de la "casa blanca"); luego MVS despachó también a la periodista; ejerciéndose ante los ojos de la mayoría, un acto de autoritarismo en contra de la libertad de expresión.

Desmesura: La propuesta de algunos senadores del PAN y PRD de darle un espacio noticioso a la periodista en el canal de televisión del Congreso, es absolutamente excesiva. Es importante que se discutan leyes que protejan la libertad de expresión, pero el objetivo del canal de congreso es difundir el trabajo legislativo, no ofrecer sueldos a los periodistas, ya bastante es pagarles a ellos, ¿o van a abrir las puertas a otros periodistas desempleados que aleguen censura? Un dislate más de los senadores.

Hecho: Hugo Hiriart de El financiero, en su artículo "Aristegui y el 'vendaval autoritario'" (18 de marzo, 2015) asegura: "MVS le pagaba a Carmen Aristegui cerca de un millón 200 mil pesos mensuales (a ver, desmiéntanme) absolutamente libres de recargos..."

Desmesura: Para muchos es una exageración el sueldo de la comunicadora, y lo es, sobre todo si tomamos en cuenta el salario mínimo de 70 pesos diarios, en México. Pero si un empresario paga esas cantidades a un empleado es porque éste le da a ganar más de lo que podamos imaginar. (¿Cuánto hará ganar el futbolista Leo Messi al Barcelona para que se le paguen 1.9 millones de dólares al mes?). El sueldo tan alto que recibía Aristegui no significa que su trabajo sea menos valioso o que no pretendieran acallarla, como muchos quieres hacer ver. Aunque también es un exceso decir que acallaron su voz, eso no es posible ya que ella tiene muchos medios para hacerse oír, trabaja en CNN y el reportaje de la "casa blanca" se publicó en su portal de noticias y en la revista Proceso, no en MVS.

Ya no son los tiempos de Julio Scherer saliendo de Excélsior. Los escándalos políticos son, más o menos, los mismos que en tiempos de Echeverría, pero ahora incluso Televisa, una de las televisoras más serviles al presidente, tiene al payaso Brozo que critica y se burla del presidente Peña Nieto. Bienvenida la era de la información.

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