Elecciones 2015 y algo más
Se acercan las elecciones y es el tiempo adecuado para medir el grado de retórica de los candidatos y partidos participantes ya que sus comentarios acerca de su trabajo partidario hacen que al ciudadano común, se le resbalen las lágrimas de agradecimiento por el estoicismo de éstos, merecedores de un homenaje por su gran sacrificio personal y partidario, quienes a pesar de su gran labor viven modestamente, ya que sólo tienen haciendas, ranchos, hijos en el extranjero de estudio o placer, relojes de 600 mil pesos, casa chica, departamentos en playas, cuentas bancarias en el extranjero, impunidad en delitos, sus hijas con vestidos de cien mil pesos, aviones particulares, bienes en el extranjero, etcétera.
Los partidos tienen sus eslóganes, que además de dar coraje nos dan risa ya que éstos piensan que el pueblo se lo cree, mensajes tan tontos como ejemplo, el partido busca la felicidad de la gente, el partido no aprobó reformas, estamos con el pueblo, buscamos crear la comisión anticorrupción, mejorar los salarios, no a las cuotas escolares, cadena perpetua a los secuestradores (no incluye a los políticos ratas, por ser traidores a la patria), el partido amarillo busca los mejores candidatos (lo ha demostrado en la realidad aunque no aclara mejores para qué).
Creo que ya los candidatos deben cambiar su estrategia de campaña ya que por su escasa cultura no saben diferenciar que no debe ser lo mismo la campaña de gobernador, presidente o diputado, son cosas completamente diferentes, por lo tanto estrategias diferentes, pero todos prometen lo mismo, mejorar salarios (que todos ignoran cómo, pero lo prometen) vivienda, seguridad, más empleo y otras cosas.
Por eso su nueva estrategia debe ser más real como por ejemplo voy a robar, pero poquito, tengo un terreno de varias hectáreas y si llego a ser elegido prometo tomar dinero del erario para construir una “casa blanca”, deseo conocer el extranjero y voy a inventar viajes de vinculación con empresas del exterior, colocaré a mis parientes, amigos y compadres en oficinas públicas, lo que sobre de dinero (si es que sobra) será para obras, mi filosofía será aplicar la Ley de Herodes y gobernaré como todo señor feudal.
Es la oportunidad de ser mas críticos, analistas, reflexivos como ciudadanos, exigir para que esto no suceda, los políticos nos están viendo la cara, no los elegimos para que hagan lo que en la actualidad hacen.
Llegamos o estamos en el tiempo de la compra de voto por una despensa, tinaco, pintura o 500 pesos, pero debemos valorar que si damos o vendemos nuestro voto por cualquiera, la consecuencia será poner a una persona que no va a ayudar o nos estorbará en nuestras peticiones o necesidades.
Estamos en una época de cambio donde el político debe entender que su función es representar al pueblo y ayudar a resolver necesidades de manera exitosa y el pueblo ser coadyuvante en la gestión; los nuevos tiempos así lo piden, por lo tanto: cambiamos o nos perjudicaremos viviendo arrodillados.
Por eso antes de votar valora tu voto, piensa en tus hijos y en el país.
Ramiro Castillo Rangel,
Torreón, Coahuila.
