Tengo el privilegio de contar con muchos y muy buenos amigos, gracias a Dios, pero el estado de la República que más elementos aporta al listado es sin lugar a dudas Chiapas. Los brothers los tengo repartidos en toda la extensa geografía de ese maravilloso rincón del sureste mexicano y jamás dejan de sorprenderme su calidez, gracejo y anécdotas increíbles.
Me cuentan que en la capital, Tuxtla Gutiérrez, existe una cantina con peculiaridades muy especiales. Para empezar, el piso es de tierra, venden nada más cerveza y la dueña, a quien se conoce con el sobrenombre de la "Pelona", se reserva un derecho de admisión que raya en la tiranía.
Sólo varones pueden ingresar. En alguna ocasión un compa llevó a su mujer y la iracunda propietaria no la dejó pasar. El amigo explicó que era su esposa y la "Pelona" le contestó: "Eso dicen todos y al rato voy a tener el lugar lleno de queridas".
Cuando se está sentado es común que por entre las piernas le pase a usted uno de los muchos "chuchos" (perros para los no iniciados en la lengua chiapaneca) que pululan por el lugar y si a la señora le parece que en alguna mesa ya están "bolos", (borrachos), no los corre, nomás les lleva las "chelas" bien calientes y si protestan los parroquianos, les dice: "Se me acabó el hielo".
El caso es que la leyenda del lugarejo llegó hasta los oídos de un hermano querido, a la sazón gobernador del Estado en ese momento. Pese a que mi amigo no bebe alcohol, le pareció simpática la historia y decidió trasladarse con algunos miembros de su equipo al afamado lupanar.
Luego de convivir un rato, pidió a la señora permiso para ingresar a un trío para que amenizara la velada y ella, por tratarse de quien era, lo permitió.
Cuando vio a los músicos, la "Pelona" espetó: "Todos son bienvenidos, menos ese" y señaló con índice de fuego al del requinto.
Al preguntarle el porqué de ese acto agresivo y a todas luces discriminatorio, la dama procedió a explicarse: "Mire usted, yo quedé viuda y me hice cargo de este negocito. Todo se lo debo a los trabajadores de la Presa "Chicoasén" que aquí se la pasaban diario. Un día, era cumpleaños del ingeniero residente de la obra y le hice una comida para agasajarlo. Pedí un trío y eran estos", refiriéndose a los ahí presentes.
"Para mí era importante y este, señaló al inculpado, me dejó plantada, quesque porque su mujer iba a dar a luz. ¿Pues sós doctor?, ¿la vas a atender?, le pregunté, ponte mejor a trabajar".
Viene la historia al caso después de enterarme que Andrés Guardado y Guillermo Ochoa regresaron a Europa porque van a ser papás. ¿No se sabía la fecha del alumbramiento?; ¿valió la pena traerlos sólo para entrenar, sobre todo en el caso de Paco Memo?; ¿no es un desperdicio de tiempo? Y la más importante: ¿son doctores?.