Cultura

Las palabras tienen la palabra

Indican orden o sucesión

JUAN RECAREDO

Los números ordinales son los que indican orden o sucesión: primero, segundo, tercero, así hasta el décimo, la cosa es muy fácil. En el once, ya empezamos con dudas: se puede decir undécimo, onceno o decimoprimero, todo junto en una sola palabra. Luego, sigue el duodécimo, que puede ser también decimosegundo, igual decimotercero, decimocuarto y así hasta el vigésimo.

Después del vigésimo, que es el que corresponde al número veinte, sigue el vigesimoprimero y luego están en la misma forma el trigésimo que corresponde al treinta, el cuadragésimo al cuarenta, el quincuagésimo, sexagésimo, septuagésimo y el octogésimo, que corresponden al cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, respectivamente. ¿Se fija como poco a poco se nos van complicando los nombrecitos?

Por lo pronto, tenemos el nonagésimo, que es el correspondiente al número noventa y el centésimo que es el del cien. Ojo: aquí hay que señalar que el ordinal del cien se llama igual al partitivo cien, o sea, que el lugar número cien se llama centésimo, exactamente igual a una fracción de un entero que fue dividido en cien partes iguales, porque este también se llama centésimo.

Lo mismo sucede con el décimo, que también es el lugar número 10 y la décima fracción y el octavo, que es el lugar número ocho y también puede ser la fracción de una unidad dividida en ocho partes iguales. Entonces, cuidado con las confusiones.

Ya para entonces, algún lector se estará preguntando, ¿y cómo se dirá cuando mi ciudad cumpla setecientos años de haber sido fundada? Pues se dice que festeja el septingentésimo aniversario y cuidado porque no faltará quien diga que lo correcto es septuagésimo aniversario, pero ya vimos que ese número ordinal corresponde a setenta y mi ciudad es mucho más viejita. A los setenta años todavía era prácticamente nueva.

El ordinal del cien es centésimo, el de doscientos es ducentésimo, y los que siguen, en orden sucesivo son tricentésimo, cuadringentésimo (que no se le olvide la n que va entre la i y la g), quingentésimo, sexcentésimo, septingentésimo, octingentésimo y noningentésimo para el quinientos, seiscientos, setecientos, ochocientos y novecientos, y le reitero la importancia de esas enes que van por ahí un poco escondiditas, pero que deben ir necesariamente.

Las autoridades idiomáticas nos recomiendan, para evitar hacernos bolas con los ordinales, que de ser posible se usen estos sólo para los primeros veinte números, o sea, del primero al vigésimo, y después se usen los números cardinales, que son los números naturales.

Por ejemplo, en una carrera decimos quien llegó en primer lugar, quien en segundo, en tercero, cuarto, etc., hasta el vigésimo lugar. Después, si es posible, en lugar de decir que "el corredor llegó en vigésimoprimer lugar", podemos decir que llegó en el lugar veintiuno, el que sigue llegó en el lugar veintidós y así sucesivamente. De esta manera, nos evitamos las complicaciones de decirlo correctamente y evitamos confusiones también en la gente que recibe el mensaje. ¡Buena idea!

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Deseo despejar la duda si, las palabras que no son de origen español, deben acentuarse; trátese de agudas, graves o esdrújulas, de acuerdo a nuestras reglas. Mauricio Torres Pimentel.

RESPUESTA:

Las palabras deben acentuarse según las reglas normales de la acentuación, sin importar si se escriben con mayúsculas o minúsculas.

Reflexión de pareja: El hombre a los 20 ama a todas las mujeres, a los 30 ama a una sola mujer… a los 50 años ama a todas, menos a una. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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