Columnas la Laguna

AMVEB Laguna

Asociación de médicos veterinarios especialistas en bovinos

M.C.V. Ramón Alfredo Delgado González

Agentes causales de la diarrea indiferenciada de las becerras

(Primera de tres partes)

Introducción. Los trastornos digestivos en las terneras con frecuencia se manifiestan con diarreas caracterizadas por heces líquidas y profusas, deshidratación, emaciación, postración y muerte. Las becerras lactantes dentro de los primeros 35 días de edad, son las más susceptibles a las infecciones entéricas que causan diarrea. Alrededor del 4% de las becerras, llegan a morir antes del destete y otro porcentaje no se desarrolla correctamente, produciendo grandes pérdidas económicas, por el tratamiento y por los gastos de manejo. Los agentes involucrados que producen diarrea son bacterias como Escherichia coli, Salmonella spp, y Clostridium perfringes, también hay virus involucrados con frecuencia como Rotavirus y Coronavirus, además de protozoarios del género Eimeria spp, Cryptosporidium spp y Giardia spp.

Diarrea Indiferenciada de las becerras. Tanto virus como bacterias y protozoarios pueden participar en los trastornos diarreicos en forma primaria, pero estudios epidemiológicos y de laboratorio han demostrado que las infecciones mixtas son más comunes que las simples, en su asociación con la presentación clínica de la enfermedad. Es por ello que en la actualidad se describe a este cuadro clínico como Síndrome diarreico neonatal o también recibe el nombre de Diarrea Indiferenciada de las Becerras.

Estudios realizados en establos lecheros del norte de México han mostrado trastornos gastrointestinales manifestados con diarrea en becerras de 1 a 35 días de edad con un promedio de 13 días. Las heces analizadas presentan diferentes tonalidades desde una coloración amarillenta clara hasta color café oscuro, y/o hemorrágicas, con estrías de sangre, moco y fibrina. Los patógenos más comunes, encontrados en los trastornos diarreicos son Cryptosporidium (53-66%), Rotavirus (46-57%), Salmonella (29-57%), Coronavirus (14-28%) y Escherichia coli (9-15%). Las infecciones mixtas se presentan con más frecuencia (54-71%) que las infecciones de un solo agente. Las infecciones simples son frecuentes debido a Cryptosporidium (14-16%), Rotavirus (3-10%), Salmonella (5-9%), menos comunes Coronavirus (0-3%) y Escherichia coli (0-2%). En un 12.2% de las muestras no se encontraron los agentes infecciosos estudiados.

Cryptosporidium. La criptosporidiosis es una enfermedad parasitaria de distribución cosmopolita causada por el parásito protozoario Cryptosporidium, el cual es transmitido por el agua, y es encontrado intracelularmente en los hospedadores animales. Las especies de Cryptosporidium pertenecen al Phylum Apicomplexa y afectan una amplia variedad de hospedadores vertebrados, infecta a diversas especies de animales incluyendo a los mamíferos y produce una infección entérica que se manifiesta con diarrea aguda y profusa que se observa en humanos y rumiantes. Si la diarrea se vuelve persistente, puede causar la muerte del hospedador. El conocimiento de la procedencia de los parásitos que causan criptosporidiosis en las becerras es esencial para el control de la enfermedad, ya que ésta es una de las principales causas de la diarrea indiferenciada de las becerras y produce grandes pérdidas económicas.

Las principales especies responsables de criptosporidiosis bovina incluyen C. parvum, C. bovis, C. andersoni, y C. ryanae. C. parvum coloniza el intestino delgado y constituye un importante agente del síndrome diarreico de los neonatos, en ocasiones acompañado por depresión, inapetencia, fiebre, deshidratación y pobre condición corporal. En bovinos adultos también ha sido reportada esta especie causando una enfermedad que generalmente cursa en forma subclínica y presenta bajos niveles de infección. C. andersoni comúnmente se ha visto en ganado adulto asintomático, sin embargo, se ha asociado a abomasitis. Se asocia a reducción de la producción de leche y pobre ganancia de peso, y es considerado ser una especie zoonótica. Las especies C. bovis y C. ryanae infectan becerros destetados y de hasta un año de edad, es más frecuente C. bovis que C. ryanae, en ambos casos, la infección del ganado con estas especies, no se asocia con ningún signo clínico de enfermedad.

En bovinos infectados natural y experimentalmente se han detectado grandes cantidades de ooquistes en sus excretas sin que haya una demostración de signos clínicos y el periodo infeccioso es más frecuente entre el primer y segundo mes de edad. Continuara…

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