Error. No era jugo, le dieron sangría.
Derek y Tiffany Gilliam comenzaron a notar que su hija estaba actuando de una manera extraña, luego de que la pequeña comenzara a tambalearse y a darle besos a las cosas en un restaurante de Texas, en los Estados Unidos.
Resulta que la pequeña Gabriela se encontraba bajo los efectos del alcohol ya que en lugar de darle un jugo de cereza, la mesera le dio un vaso de sangría.
La bebida fue retirada cuando Gabriela dijo que sabía extraño, pero sus padres aún no sabían lo que pasaba.
Los padres de la niña decidieron llevarla al hospital y fue allí donde se enteraron que había consumido alcohol.
La mesera admitió haberse equivocado de mesa y pidió disculpas a la familia.