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Torreón, ¿qué fue de la seguridad?

Civitas

CARLOS CASTAÑÓN CUADROS

Sin duda, mejores vientos corren para Torreón y La Laguna. Hace un par de años, no veíamos lo duro, sino lo tupido en cuestiones de seguridad. Era el tema de todos los días, y el temor entre muchos, estaba a flor de piel. Por las noches había calles desiertas. En junio de 2012 alcanzamos un horrendo pico de violencia. A partir de ese año, la violencia comenzó a descender. Si bien, hoy no estamos a los niveles anteriores a 2006, es un hecho notable la disminución de los sucesos de violencia. Poco a poco Torreón se rehace como una ciudad resiliente. En los peores años, salió lo mejor de los ciudadanos a los calles. Se visibilizaron organizaciones y colectivos ciudadanos para defender de algún modo la ciudad. Para bien, nuestro principal tema actualmente no es la inseguridad, sino la economía. Es relevante conocer cómo en los últimos dos años, la economía desplazó a la inseguridad como principal preocupación entre los laguneros.

Así, me da gusto ver cómo la vida nocturna resurge en la ciudad. La apertura de restaurantes, bares y hasta antros indican otros tiempos. Iniciativas como el Distrito Colón, han inyectado nueva vida a sectores muertos y abandonados. De esa manera, poco a poco dejó de ser un estigma regresar al centro. Ahora caminar por ahí en las noches, es una buena ocasión para encontrar amigos, para divertirse un rato. Recientemente, el Consejo Cívico de las Instituciones Laguna (CCIL), publicó el informe anual 2014, sobre incidencia delictiva en la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML). En Torreón los homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes descendieron 48 por ciento, de 2013 a 2014. En Gómez Palacio el descenso fue de 52 por ciento para ese mismo lapso. La tendencia confirma una baja consistente de ese delito a partir de 2012. A la fecha, en los subsiguientes años las tasas cayeron visiblemente. Es cierto, el problema no se acabó, pero ya no estamos tampoco a esos niveles. Aunque todavía siguen las secuelas y los daños, ya se respira otro ambiente en la ciudad.

Es "políticamente incorrecto" reconocer la labor de contención del ejército en las calles, pero sin los soldados, las cosas habrían sido peor. Igualmente, no debemos desestimar que la policía de Torreón pasó de ser un corporación infiltrada por el crimen, a una institución pulverizada por el despido masivo de policías. Costó años rehacer la institución. Actualmente la policía local es un caso relevante por ser una corporación estable entre los municipios del país. Nos es poca cosa.

Pasó la tempestad, pero todavía hay delitos en la ZML, que registran preocupantes niveles de alta incidencia delictiva. Varias modalidades de robo se mantienen por encima de la media nacional por cada 100 mil habitantes. Como ZML el robo con violencia es dos veces mayor que la media del país. El robo a negocio, es 3.2 veces más que a nivel nacional. El robo a transeúnte, supera 2.7 veces la misma medida nacional. Y lo menos, es el robo de vehículo, que aun así, es 1.2 veces mayor que la incidencia nacional. Hago un paréntesis. Las estadísticas del CCIL se basan en los reportes oficiales de las mismas autoridades, es decir, la Procuraduría General del Estado de Coahuila, y la Fiscalía General de Durango. Son cifras oficiales que el Consejo tiene a bien hacer públicas para los ciudadanos. Estoy convencido que sólo en la medida en que esa información es pública, se pueden encontrar soluciones a las problemáticas.

No se trata de descalificar a los gobiernos, sino de conocer primero cómo estamos, y sobre todo, dónde debemos priorizar las atenciones. Sin embargo, a las autoridades no les haría mal reconocer lo que falta, y sobre todo, los puntos urgentes a cambiar. El Informe CCIL es un referente obligado para el tema de seguridad, y también, hay que decirlo, es una de las pocas organizaciones locales, certificadas por el Observatorio Nacional Ciudadano.

El nuevo Informe del CCIL, vayan a ccilaguna.org.mx, presenta series comparables, datos duros, análisis estadísticos serios y la ocupación compartida por mejorar la región. Falta mucho por hacer, por recuperar. Podría decirse que estamos "menos peor" en la región, o que la situación ha mejorado. Pero lo que no podemos hacer es celebrar, cantar victoria a la ligera para imponer un argumento de autoridad ("yo lo digo", ¡por favor señores lean a Ockham!). Hago votos para que en los próximos años regresemos a niveles razonables de seguridad. Ese duro trabajo no es solamente para el gobierno, ahí estamos también los ciudadanos.

Nos vemos en Twitter

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