Con amor. Laura es mamá de cuatro pequeños y su profesión es ser ama de casa de tiempo completo.
Hace cinco años Laura Vázquez cambió de profesión. Antes se desempeñaba como Contador Público en una empresa en donde contaba con una oficina, vacaciones y un sueldo fijo. En su nueva profesión todo eso es sólo un recuerdo, pues ahora se desempeña como ama de casa de tiempo completo.
Es mamá de cuatro pequeños, quienes demandan toda su atención las 24 horas al día los siete días de la semana: Su recompensa verlos crecer sin perder ni un solo detalle.
Su nueva profesión no es fácil, reconoce. Pues además de ser mamá, se debe ser un poco doctora, maestra, psicóloga, diseñadora y administradora para que su hogar "no se desmorone".
"Para mi ser ama de casa me gusta porque estoy con mis hijos y aprendo de ellos en cada paso que dan porque cuando trabajaba no sabía cómo eran totalmente mis hijos porque los tenía por horas porque al llegar era cenar y después dormir", dice la joven mamá.
Ser ama de casa es desgastante, porque su "jornada" inicia antes de que salga el Sol y termina cuando éste se oculta y cuando todos sus pequeños y su esposo están en cama.
Más que un sueldo o vacaciones, Laura sólo pediría una cosa, que valoraran su trabajo, el cual asegura no es reconocido sobre todo por los esposos. "No nos valoran en el hecho de que cuando decimos que estamos cansadas y nos preguntan por qué si tienes todo el tiempo para dormir, pero no. Para nosotros sería una recompensa que dijeran este es el día para ti", comenta con una sonrisa de molestia.
Y es que asegura que en su caso y en el de muchas mujeres, sus parejas sólo piensan en llegar a casa y descansar un poco, "¿y nosotros cuándo?".
Pese a ello, Laura no piensa en "retirarse", pues asegura que una ama de casa es como un muro en su hogar. Y es que además de dar amor a sus hijos, debe hacer rendir el dinero, la comida, y mantener todo en orden. "Tú ya sabes qué es lo que puedes comprar con 500 pesos, cuando antes que trabajaba no lo sabía".
A diferencia de un trabajo "normal", en la profesión de ama de casa no está permitido enfermarse o echarse la "vaca", pues los hijos ni la pareja lo permiten.
Pese a ello, Laura no desea aún regresar a una oficina, en donde se pueda contar con un sueldo o vacaciones, "se podría acudir a una guardería o con alguien que cuidara a los hijos, pero no es lo mismo. Más que nada porque siempre uno está al pendiente, además si uno a veces no les tiene paciencia, imagina personas ajenas", comenta Vázquez.
Laura dice disfrutar cada momento de su vida como mamá y esposa, pues aunque no tiene tiempo para ella o para disfrutar a solas con su pareja, su felicidad es grande.
