Château de Gilly es un testimonio vivo de la historia de Francia, del esplendor y la gloria de épocas pasadas.
Al igual que decenas de castillos, palacios y señoriales residencias, el Château de Gilly es un testimonio vivo de la historia de Francia, del esplendor y la gloria de épocas pasadas.
Ubicado en el corazón de la región vitivinícola de los Grands Crus de Borgoña, a 20 kilómetros al sur de Dijon, este edificio de los Siglos XIV y XVI, rodeado de jardines en el más puro estilo francés, fungió como priorato benedictino hasta que la orden cisterciense lo adquirió para convertirlo en su residencia de verano y también ahí almacenar los vinos producidos por ellos mismos en el Château du Clos de Vougeot.
Remodelado en el Siglo XVII, durante la Revolución Francesa, fue requisado como propiedad pública y vendido más tarde para convertirse en una granja. Pasarían dos siglos para que el inmueble fuese declarado monumento histórico nacional, convirtiéndose entonces en teatro; a partir de 1988, iniciaron las reformas para convertirlo en un hotel, bajo la tutela de la firma Grandes Etapes Françaises, responsable también de la remodelación de muchas propiedades similares a ésta a lo largo de todo el territorio galo.
Con 48 habitaciones y suites, buena parte de los elementos decorativos de sus interiores y de las áreas comunes han sido catalogados por el Departamento de Monumentos Históricos, destacando sin duda la magnífica sala de estilo gótico, la antigua bodega de cruz de ojivas (ocupada actualmente por el restaurante y uno de los salones), así como los techos de vigas de madera pintadas, los frescos y las chimeneas talladas en piedra.
Entre sus highlights, destaca el restaurante gourmet de especialidades Clos Prieur, ubicado en la bodega original creada por los cistercienses, posee una excepcional cava con más de 15 mil botellas y 600 etiquetas distintas, que comprenden prácticamente todas las Denominaciones de Origen francesas, así como los mejores vinos de la región de la Borgoña.
Su gama de actividades incluye servicios de spa, cancha de tenis, alberca climatizada al aire libre, croquet y bádminton; paseos en bicicleta, descenso en fosos; tiro con arco; pesca; catas guiadas y degustaciones.
