EN AQUELLOS DISCÍPULOS DIJO HU-SSONG A SU TIEMPO:
-Creo haber encontrado por fin la ciencia de la vida. O mejor dicho: El arte de la vida, pues la ciencia se hace con el pensamiento, y la vida debe vivirse con el corazón.
Le preguntaron los discípulos:
-¿Dónde radica, maestro, el arte de vivir?
Respondió el filósofo:
-En buscar la felicidad, en encontrarla y darla a los demás. Si eso consigues, y si consigues también no hacer daño a ninguno en la búsqueda de tu felicidad, habrás dado razón a tu existencia. Todo lo demás es sinrazón, locura.
Así dijo Hu-Ssong a sus discípulos. Y ellos sintieron que su maestro había descifrado un misterio que no era, después de todo, tan misterioso.
¡Hasta mañana!...