Comentaba en artículos anteriores que la encuesta anual de Gallup en los Estados Unidos encontró que solamente el 31% de los maestros de escuelas públicas están realmente comprometidos a desarrollar un trabajo de calidad como docentes. Lo anterior significa que prácticamente sólo uno de cada tres maestros se involucra en su trabajo para mejorarlo, son entusiastas y se comprometen a trabajar eficientemente en su trabajo y para su escuela.
El resto de los maestros, 69%, no están comprometidos, lo cual significa que solamente asisten al trabajo por obligación, solamente cumpliendo con estar, pero sin la energía y la pasión de los buenos maestros exitosos. Lo peor de todo es que el 13% de los maestros no solamente no están comprometidos, , sino activamente no comprometidos, no solamente están infelices en su trabajo, se mantienen activos desmoralizando a sus compañeros y a sus alumnos y saboteando los esfuerzos por la calidad que hacen sus compañeros que sí están comprometidos, no solamente no ayudan, además estorban.
Estos resultados se reflejan en las escuelas de todo el país en los Estados Unidos. Desafortunadamente la gripe de la educación en los Estados Unidos es probable que en México sea pulmonía. Basta ver la actuación de los maestros sindicalizados de uno y otro bando. La famosa reforma educativa no pasa de ser un simple buen deseo. Nuestros estudiantes mexicanos merecen algo mejor.
Para aquellos buenos funcionarios de educación y maestros directores de escuelas públicas y privadas mexicanas que sí desean verdaderamente un cambio para mejorar, la buena noticia es que a través de estrategias muy simples (no fáciles, pero si posibles), se puede promover el compromiso de los maestros para dar educación de calidad y para trabajar con pasión y entusiasmo:
A) Se debe identificar a las personas adecuadas para ser líderes escolares. Algunos directores tienen claramente diferentes niveles de talento natural que otros. De acuerdo con el estudio de Gallup, los directores talentosos son 2.6 veces más propensos a desarrollar el compromiso en los maestros de sus escuelas. Un líder talentoso dirigiendo una escuela tiene un gran impacto en el éxito de la misma.
B) Enfocarse en las fortalezas de los maestros. Los maestros están más comprometidos cuando se les da la oportunidad de hacer todos los días lo que mejor saben hacer. Si una escuela tiene un director que se enfoca en las fortalezas de cada maestro, prácticamente erradica con ello la posibilidad de que los maestros carezcan de compromiso en su trabajo. Los buenos directores deben de conocer bien a sus maestros y de esa manera, tanto como sea posible, asignar los roles de trabajo de acuerdo a las fortalezas de cada maestro en particular.
C) Crear en la institución una cultura de reconocimiento. Los mejores directores son algo más que buenos administradores, ellos saben que el reconocimiento es bueno para el personal de las escuelas. Ellos construyen y mantienen una cultura de reconocimiento al esfuerzo sobresaliente que realizan los maestros y además mantienen una interacción activa no sólo con los maestros, sino también con los alumnos, se mezclan con ellos, conviven y se involucran en el día a día con todo el personal, no son directores "de escritorio" inalcanzables e inaccesibles, que para todo requieren de cita previa.
D) Los ingenieros decimos que no se puede controlar lo que no se puede medir. La información, los datos disponibles, son el resorte que mueve a la acción para transformar un lugar de trabajo. Las mejores estrategias para construir el compromiso hacia el trabajo inician con una forma efectiva de medición y continúan con acciones en consecuencia a nivel personal, de grupo y de escuela.
E) No se puede ser mil usos, los buenos directores promueven el diálogo con todo el personal directivo para definir las mejores estrategias para construir un excelente lugar de trabajo, nadie puede hacerlo solo. Las mejores ideas con frecuencia vienen de quienes están más cerca de la acción en el trabajo diario.
F) Una escuela comprometida no se construye por azar, requiere esfuerzos dirigidos y persistentes. Los grandes directores platican frecuentemente con sus subalternos acerca de sus esfuerzos por construir una escuela comprometida. Incluso cuando reclutan gente nueva para el comité directivo, comentan con ellos la situación actual y la situación deseada, para estar todos en la misma sintonía. Lo comentan con los padres de familia y con la comunidad. Comentan con su equipo de trabajo los resultados de las evaluaciones de resultados, construyen un plan de acción simple y específico para comprometerse a seguirlo y medir sus resultados a través del cada año,
Los beneficios del compromiso de los maestros comprometidos incluyen bajo nivel de ausentismo, muy baja rotación, aumento en el compromiso de los alumnos para mejorar su desempeño e incremento en el aprovechamiento. Con el adecuado sistema de medición y con acciones apropiadas, las escuelas se pueden convertir en escuelas de muy alta calidad.
